Pequeñas canicas rodaban libremente por el suelo hecho de mármol, una roja, otra azul, y una amarilla. La azul era mi favorita, ya que era la que más alto llegaba al lanzarla hacia el techo. La de mi hermano era la roja, ya que su súper héroe favorito llevaba una capa de ese color. La de mi mama era la amarilla porque representaban los fogosos rayos de el sol. Las canicas iban por doquier. Mis pies se movían con la misma rapidez tratando de alcanzarla. Caigo de trasero sobre las canicas al tropezarme con una esquina de el sofá en medio de la brusquedad de mis amadas canicas. Las canicas salen disparadas perdiéndose de mi vista. Un sollozo escapa de mis labios mientras gritaba a mi mama. Mi mama no me escuchaba, y eso me ponía más triste. Trate de levantarme pero volví a caer. Era un desastre. Volví a intentarlo y lo conseguí. Corrí hasta donde mama a hablarle sobre lo ocurrido, pero esta me ignoro seguido de un "Lárgate de aquí Lou, no tengo tiempo para tus niñadas". Lagrimas abundaron mis ojos pero aún no me rendía. Mis canicas, mis canicas lo eran todo. Corrí fuera de la cocina en donde estaba mi madre, y seguí en busca de el tesoro. Pero no aparecía hasta que las vi debajo de él enorme sofá. Trate de alcanzarlas pero mi brazo era corto. Sollozos nuevamente escaparon de mis labios, pero no me rendí. Mis canicas, mis canicas las tendría a como dé lugar. Tropecé con mis pies en busca de algo que me ayudara a sacarlas. Mi mama al verme tan solo con un regaño me mando a la habitación no sin antes mostrarme algo desconcertante, y destructivo. Mis canicas, mis canicas las había lanzado al fuego de la chimenea. Abuelo Gus ¿Aceptarías mi perdón por no cuidarlas como prometí?. Mis canicas, mis canicas ahora no estaban. Ahora solo quedaba resentimiento, un resentimiento tormentoso. Mama no se ponía en el lugar de las canicas, yo la obligaría a hacerlo. Mama dormía placenteramente en la noche, mientras yo reía en la oscuridad con un galón de gasolina en mis pequeños brazos. Mama se dio la vuelta con la intención de acomodarse mejor en la cama, tuve la iniciativa de acercarme. Mama, mama ¿Porque destruiste lo único que añoraba?. Vi como el fuego se expandió alrededor de la cama, mi mama aún dormía. Las llamas crecieron como los gritos de dolor de mi mama. Mami ¿Qué se siente ponerse en el lugar de las canicas?. Mami ahora yacía en un sueño profundo, de el que jamás se despertaría. Oh mami ¿Porque con mis canicas y no con tu triste corazón?.