somewhere in neverland » vmin

capítulo único.

N/A: pero yaribú, por qué haz usado una imagen de INFINITE para una portada de un uanshat de una ship de BTS D: esa es una buena pregunta, mi querido saltamontes, ahora cállese y lea...

La principal y más importante regla para saltarse la clase de matemáticas -o cualquier clase específicamente muy aburrida, es guardar el silencio y ser sutiles.

Lo cual, aparentemente, parece entrar por el oído derecho de JiMin, en forma descuadrada de voz de SeokJin, darse un paseo por su mente, y salir casi de manera inmediata por el izquierdo.

-¡Eso duele, idiota!

Por su parte, puede lucir hasta como si SeokJin hablara otro idioma ante los oídos de TaeHyung.

-¡Shhh!, cierra la boca, van a oirnos -sus risas estruendosas no hacen demasiado juego con las palabras de JiMin mientras forcejea entre palabras juguetonas con el moreno para mantenerlo sentado sobre el lavamanos.

El baño está a oscuras pero la sonrisa infantil de TaeHyung parece iluminar las paredes y todo el universo de JiMin.

Cuando por fin logra que TaeHyung se esté quieto, a base de cosquillas salvajes, JiMin acerca su rostro sonriente al del moreno y ni siquiera tienen que rozarse los labios para que TaeHyung cierre sus ojos delicadamente, pestañas oscuras cayendo con gracia sobre su piel morena tan adorable.

Cuando JiMin sostiene los dulces muslos de TaeHyung en sus manos para no apoyar todo su peso sobre la punta de los pies, su burbuja es reventada con aguja de punta fina de un solo golpe bruto.

El hombre del aseo solo rueda los ojos y suspira, ni siquiera sorprendido cuando los dos muchachos frente a él sonríen de forma torpe -y adorable- y es un ridículo déjà vu como por séptima vez durante la mitad del año.

*****

Las risas infantiles se mezclan con el aire, tiñendo de rosado las nubes y de rojo los labios hinchados de JiMin debido a las insistentes mordidas inmaduras que TaeHyung posa en él.

-No debiste haber sido tan ruidoso -ríe divertido sobre los esponjosos labios del moreno y ahora ambos rompen carcajadas limpias con las cuerdas vocales, recordando el reproche vacío con el que el director no parece cansarse de ensalivarles el rostro cada vez que TaeHyung y JiMin hacen alguna travesura, lo cual pasa seguido, bastante la verdad, pero nunca son lo suficientemente graves para expulsarlos, mucho menos a tan poco tiempo de graduarse.

Que ya son casi unos adultos, tienen que saber comportarse y empezar a decirle hola al trabajo y los impuestos, deberían ser más responsables y separar los jueguitos de amistades, o lo que sea que sean ustedes dos, de los estudios, y que tú JiMin todavía ni siquiera sabes qué estudiar cuando acabe el año, ¿no te preocupas por tu futuro? Y la verdad es que TaeHyung, a pesar de que sabe que quiere ser psicológico de niños, tampoco está preocupado por su futuro.

De la misma forma en que ninguno de los dos están realmente mortificados de que sus vidas comienzan a parecer un mapa arrugado y sin brújula en mano, o siquiera recordando el discurso del director, no porque quieran específicamente ignorarlo, pero los muslos de TaeHyung debajo de la palma de las manos de JiMin se sienten tan de nubes de algodón de azúcar cuando los acomoda para hacerle un espacio a su cuerpo entre las piernas del menor y la forma en que JiMin sonríe como si le propusiera a TaeHyung irse a vivir debajo de una luna de papel desde que la vida real no parece ser la correcta para ellos, solo logran apartar al resto del mundo muy, muy lejos con el sabor a yogurth de arándanos que se prueban en la boca mediante besos.

Cuando siente las suaves manos ajenas aferradas a su cintura, TaeHyung toma las mejillas de JiMin entre sus manos, acolchando más sus labios para mejor sabor entre los suyos, y no importa demasiado que el horario de clases ya haya terminado debajo de la próxima puesta de sol.