Esta noche Nate y yo íbamos a cenar con mis padres. Él estaba muy nervioso y daba vueltas de aquí para allá. Al principio quería ir, ahora no, ahora si... Me estaba volviendo loca.
-Si- dijo apareciendo por la puerta. Iba con un pantalón de traje azul marino camisa azul cielo y una americana azul marino al igual que los zapatos y el pantalón. Me acerqué a el y le puse bien el cuello de la camisa.
Narra Nate:
___ estaba impresionante. Llevaba un vertido rojo que se ceñía a sus curvas y unos tacones negros que la hacían casi tan alta como yo. Me dí cuenta que su collar era uno que yo le regalé en nuestro segundo aniversario.
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-Dios, estas preciosa.- Me mojé los labios y pasé mi dedo por ellos.-¿Sabes? Se me ocurren cosas mejores que ir a ese restaurante pijo con tus padres, nena.
-Solo por reservar se gastan una fortuna. A mí también mde gustaría quedarme, en serio.
-Estoy muy nervioso, babygirl. No quiero ir, pero si quiero sabes. Estoy confuso.
-Todo va a ir bien, ya verás. Te quiero.
-Yo también.-Le besé.
Conduje hasta el restaurante muy nervioso. Estaba asustado porque creía que nos íbamos a estrellar con algo por mi nerviosismo.
-¿Estas preparado?- Me dijo.
-Sí, lo estoy.-Dije y cogí su mano. Una notificación llegó a mi móvil. La miré:
"El rapero Skate y su novia ___ White saliendo de su nuevo apartamento en Nueva York." *Acompañado de fotos*
Entramos al restaurante y sus padres estaban esperando. Un camarero nos acompañó a la mesa. Por cada paso que dábamos estaba más nervioso. Joder, joder.
-Mamá, papá. Este es Nathan.
-Pueden llamarme Nate.-Su padre me extendió la mano y yo la tomé.- Un placer señor White.
-Llámame Robbert, por favor.-Asentí y me dirigí a su madre. Me tendió su madre la mano.
-Un placer señora White.-Besé su mano.
-Oh hijo, llámame Elvira.- La madre de ___ era alemana.
La cena pasó muy bien, sus padres me preguntaron sobre mi vida, mi trabajo y sobre como nos conocimos. Al acabar la cena nos fuimos a casa y acabamos de celebrar que le había caido bien a sus padres.
