Pasó una hora y no sabía nada de Chuck, hasta que escuché a lo lejos un enfrentamiento y no se escuchaba muy bien. De repente sentí que algo se acercaba muy rápido justo cuando alce la vista, tenía frente a mí una criatura jamás vista, a menos que sea en películas como "El Señor de los Anillos". Era muy fea. Parecía un humano, pero baboso, con cara toda desfigurada, pero se veía muy poderosa.
-¡Ay Santa Catalina!- exclame. No sé ni cómo se me ocurrió decir eso.
Esa cosa se abalanzó, yo cerré los ojos. Esperaba lo peor, hasta que escuche un chillido espantoso y una voz conocida diciéndome que todo estaba bien. Pero yo, no quería abrir los ojos.
-Manuela, todo está bien, ya puedes abrir los ojos.- decía Ben. Estaba arrodillado en frente.
- Ni loca, estoy segura que si duro mucho tiempo con ellos cerrados, puedo despertar de este sueño, de esta pesadilla.-
-Es tan chistosa como su abuela.- decía una voz que no conocía.-
-A esa ni me la nombre, juro que si estaría viva, ¡yo la mataría!- Exclamé, pero mantenía los ojos cerrados.-
-Ahora que si debes tener los ojos abiertos, sigues con ellos cerrados.- Cuando escuche la voz de Chuck, abrí los ojos y me aválense sobre él.
- No te pienso perdonar haberme dejado sola. Ya me caías bien.- dije luego de haberlo golpeado.
-Lo siento pequeña, pero no iba a permitir que te hicieran nada. Ya me caías bien.- sonreímos al finalizar esas palabras, pero su rostro cambio, al ver como la expresión de Ben.
-Será mejor que nos marchemos de aquí. Tenemos que buscar un lugar seguro donde pasar la noche. Por lo visto Calen ha vuelto más fuerte y con más seguidores.- dijo Ben y emprendió la caminata.
Yo no quería ni dirigirle la palabra. Por qué no me había dicho que todo lo que pasaba era realidad, por qué me ocultaba que sabía quién era yo.
Habíamos caminado un par de horas. Ben y los demás, que eran muchos, solo hablaban de cómo tratar de acabar con Calen, pero me canse de caminar y de que nadie me explicara nada. Era como si yo no existiera ahí. Así que me detuve, sin importarme si me perdía o no. Chuck se dio cuenta y se regreso mientras los demás se detenían más adelante.
-¡Ey! así no avanzaremos mucho... y no estarás a salvo- me dijo cuando me senté con brazos cruzados en una roca.
-El único lugar donde estaré a salvo es en mi casa.-
-No creo que sea posible Manuela.-
-¿Ben me trajo no? Pues creo que llegó la hora que me devuelvas.- dije mirando a Ben.
-Eso no será posible Manuela.- Me dijo Ben.
- No será posible o no quieres hacerlo...-
-No será posible.- Respondió de manera ruda, mientras se acercaba a mí.
-No soy mi abuela Ben.- Dije poniéndome de pie y parándome justo al frente de él de manera desafiante.
- Eso me ha quedado muy claro.- Respondió
-¿Y entonces qué demonios quieres de mí? No pertenezco aquí, Ben por Dios.
-¡Basta!- dijo Chuck colocándose en medio de Ben y yo - Debes decirle toda la verdad. Ella lo dijo, no es Arabella y por tanto es la más vulnerable aquí. Y no hay mejor forma de protegerla, que ella sepa toda la verdad.- Continuó.
-No está preparada. Y no quiero que corra peligro.-
-¡Ni yo! Pero comprende, será peor si lo descubre por ella misma. - culminó Chuck. Ellos estaban discutiendo sobre mí, y yo no podía opinar. Así que como por lo visto no existía, decidí irme.
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Stay: Cruces del Destino
Teen FictionEs tarde y yo todavía sin poder dormir... No creo poder resistir esto, no creo que sea lo suficientemente fuerte para ser capaz de superar, esta tormenta. La escritura que siempre me logra calmar, ya no es capaz de ayudarme. Pensé que lo había...