Stay

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Cómo podía ser posible, cómo Ben planeo todo el encuentro. Cómo no lo pude ver ese día en el pueblo. Me queda el consuelo que sí lo vi en mi ventana, cual Romeo y Julieta. Ya entiendo por qué Williams Shakespeare escribió en una de sus obras "Mira el drama de sus males, que loco son los mortales". Pero si de consuelo hablamos, Ben no es el amor de mi abuela.

Ya tenía un poco de fuerzas y me levante. Cuando salí, Chuck corrió a mi encuentro. - Bella durmiente, ya estas mejor. Tienen color tus mejillas y no estás pálida.- Imaginar en el estado que había estado y que Ben y Chuck me vieran así, desee que me tragara la tierra en ese momento. Pero no estaba bien del todo, cuando trate de caminar un poco más, se me fueron las piernas pero Chuck me agarro por la cintura y me atrajo hacia él evitando que me cayera.

-Te tengo.- Dijo mi amigo y rió a carcajadas, al ver que estábamos muy cerca uno del otro y yo me ponía roja como un tomate al sentirlo tan cerca. Chuck era un tipo alto y rubio, con unos brazos que estremecerían a cualquiera y unos ojos color miel que derriten. Creo que no me había fijado bien en él.

Me incorporo de nuevo y antes de irse con Ben que lo llamaba, se volteo y me dijo- Es bueno tenerte cerca otra vez.-

En todo el día Ben sólo me miraba, pero no se acercaba ni me hablaba. No sabía el por qué, pero imaginaba que era por lo que había comenta aquella noche. Cuando ya caía la tarde Ben se acercó a mí y me pidió que fuéramos a dar un paseo. Los guardias querían ir con nosotros, pero ben se lo impidió. Antes de irme con él, mire a Chuck y este cabeceó como símbolo de aprobación.

Entramos a las ruinas, parecía un castillo abandonado. Ben sólo caminaba a mi lado, pero no pronunciaba palabra alguna. Hasta que rompí el silencio que me estaba matando.

-Sabes, tus cambios de humor me dan migraña, y no soy de las que las sufre siempre. Un día estas de buenas y el otro te comportas como un tremendo idiota y ni me hablas. Sabes qué, ya me estoy cansando de esto. No creo que sea la manera de hacerme sentir bien, con todo lo que está pasando y mucho menos creo que sea la solución a nuestros problemas. Si no me hablas y me dices lo que piensas, no creo que poda...- En ese momento me tomo por la cintura, me acercó a él, colocando su mano libre en mi cara y atrayéndola a la suya. Sentía su respiración mezclada con la mía. Su cuerpo estaba muy pegado al mío, así como estábamos en la noche del risco. Pero esta vez, se habían esfumado los pensamientos que él fuera el amor de mi abuela.

Sólo me miraba con aquellos ojos cafés que me hipnotizaban. Por qué demonios no terminaba de hacer lo que iba a hacer. Quise decir algo, pero justo cuando intenté abrir mi boca, éste se acercó más y me besó.

Justo en ese momento, una suave brisa recorrió toda la habitación en la que nos encontrábamos y varios recuerdos vinieron a mi mente. Me vi con él en el pueblo, en mi ventana, en el claro, el río... Todos los lugares en que había estado con Ben veían a mi mente... todos esos momentos en los que él me hacía estremecer, sus sonrías, sus brazos cada vez que me sacaba del rio. Pensar en todo eso y recordar sus palabras diciendo que sólo era yo la que hacía que él hiciera todo... no quería que esto se acabar, no quería sepárame de Ben.

Nos separamos y nos quedamos mirando fijamente uno al otro, nadie decía nada, esta vez no quería ser yo la que rompiera el silencio. -Sé que todo es raro para ti.- Por fin habló. - Y lo es también para mí. Sé que escuchaste mi conversación con Chuck esa noche, así que sabrás que es lo que estoy sintiendo. Sonara egoísta de mi parte, pero no quiero que te vayas de Triand.- bajo la mira cuando decía esto.

-Ben estoy muy confundida, pensé que tus sentimientos hacia mí, eran por causa de mi parecido con mi abuela o Arabella, y ahora creo que es por causa de tú abuelo... y eso no me hace bien. Yo estoy segura que lo que siento por ti, no tiene nada que ver con algún miembro de mi familia. Pero no lo sé de ti. -

-Es normal sentirse así, no sé cómo será en tu mundo, pero aquí si se ama a primera vista. No fue mi abuelo el que me hizo ir a tu mundo.-

-Pero fue impulsado por lo que él te dijo que fuiste.-

-Está bien, en eso tienes razón. Al principio fue así, pero sentirte entre mis brazos, cuando casi caes en el pueblo, fue lo que hizo que fuera tu ventana.-

-No te voy a negar que me siento mal por no haberte visto ese día en el pueblo. Aunque si te veía siguiéndome, creo que hubiese llamado a la policía.- El sonrió. -Ben ¿Cómo va a acabar esto?-

-Sólo quiero que te quedes.- Concluyó y me volvió a besar.

Stay: Cruces del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora