Capitulo 1. Roxan Sparks

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Arrastro mi maleta por las calles de South Park. Empiezo a mirar a los alrededores buscando la parada del autobús. ¿Dónde demonios está?, aquí no hay nada indicado. De repente, como si me hubieran oído, veo la parada enfrente de mí. Me siento y empiezo a toquetear nerviosa el asa de la maleta. Miro el reloj. Las 7:45. Genial, solo me hace falta eso, llegar tarde en mi primer día. Comienzo a mirar las calles, la verdad es que la ciudad en sí no está mal, es bonita y colorida. Supongo que por eso a mi madre le pareció buena idea mudarnos aquí. Por lo menos ¡no le dio porque nos trasladaramos a mitad de curso, como fue su primera opción.
Pero bueno ¿Se puede saber porque tardan tanto los autobuses de aquí?, a este paso me voy a tener que ir andando. Miro el reloj. Las 7:56. Se acabó, definitivamente, me voy andando. Y justo cuando me voy a levantar, como si hubiera oído mi enfado desde donde estuviera, aparece el autobús a lo lejos. ¡Por fin! ¡Ya era hora!.
El autobús se para enfrente mí, abriendo las puertas con un chirrido y desplegando unas escaleras de 3 escalones. Las subo y observo a la señora que se encuentra delante de mí. Es bajita aunque algo delgada, lleva unas gafas de pasta de color verde lima. Aparenta unos 40 años y tiene una expresión cansada.
Siento el retraso, he pillado un atasco- se disculpa ella. Bueno que se disculpe le da un par de puntos a su favor.
No pasa nada- digo yo esbozando una de mis mejores sonrisas. Paso el ticket por un escáner que emite un piiii, lo guardo y me siento enfrente de una chica de unos 20 años que mira su móvil mientras mastica un chicle.
Miré el móvil. Las 7:54. Bueno si se da prisa el autobús aún puedo llegar a tiempo. Bah! a quién engaño, el autobús tendría que ir a 100 km/h para poder llegar a tiempo. De repente, oigo un pitido que viene de mi móvil. Un mensaje de blue point. Es mi madre.
"Qué tal el colegio nuevo?".
Ya empezamos, primer punto; no es un colegio, es un internado, y segundo punto; si se supone que estoy en el"colegio nuevo", no puedo hablar ni contestar el teléfono. Desde que Elisabeth se fue a Nueva York, no ha parado de agobiarme con el tema de adaptarme. Lo irónico es que es ahora cuando ha decidido centrarse en mí,ya que mi hermana, y por supuesto su gran atención después de Bob, ya no está por casa. Empiezo a tener un presentimiento sobre porque mi hermana se fue.
Apago el móvil y saco, de una bolsa que traía con la maleta, los documentos que tengo que entregar en la secretaría del internado. Lo único bueno que me había pasado desde que nos habíamos mudado a South Park, era que había podido elegir el colegio al que iría por 8 meses. El internado, Purple Waves, era la mejor opción que había y que además, estaba no muy lejos de mi casa. Lo elegí sobre todo porque tenía un programa de música increíble de una gran reputación.
De repente, unos ruidos me sacan por completo de mis pensamientos. Levanto la vista de mis papeles, y veo a una chica aporreando los cristales del autobús...Espera ¿aporreando los cristales del autobús?¿pero qué?
Como compruebo que la conductora no se ha dado cuenta de que hay una chica, que a este paso se va a cargar los cristales del autobús, intentando avisarle, me levanto y la aviso. Con muy pocas ganas, para y abre las puertas. Observo como la chica sube exhausta y le dice algo a la conductora.
Me doy cuenta entonces de que llevaba unos papeles con el escudo de Purple Waves. Bueno al final parece que no soy la única de mi edad que vive aquí y que va ir a un internado desconocido hasta para el que lo inventó.

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