C R Y B A B Y [30]

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—Beatriz... ¿Que haces aquí? —La palma abierta de Beatriz golpeó con fuerza su rostro obligando a su cuerpo a retroceder.

— ¡¿Donde Mierda estuviste ayer!? —Gritó con los ojos llenos de lágrimas —. "Si Bea ya estoy en casa" ¡Ni siquiera has dormido aquí, Gilipollas! —Encabronada apretó los puños y de sus ojos cayeron lágrimas.

Miguel la miro con los ojos ligeramente abiertos al igual que su boca. Ella lo miraba con decepción en la mirada.

— ¿Dormiste con alg...? —No podía terminar la frase. Miguel jamás le había engañado, siempre le demostró su amor, su cariño y siempre fue fiel.

— ¡No! —Gritó casi al segundo—. Jamás te haría algo así... —Su mentira le hizo perder las esperanzas. Tenía que hacerlo, Beatriz había entrado en pánico.

Su madre salió de la cocina al escuchar los gritos agudos y entrecortados de Beatriz. Pero al ver a Miguel con el rostro arrepentido y a Bea con la mirada afligida no quiso meterse en lo que no debía.

— ¿Entonces? —Sorbió su nariz—. ¿Donde estabas?

*

Sus piernas se balanceaban en la silla del pequeño salón de la habitación. Tenía ganas de salir, de sentir el aire en su rostro, pero le había prometido a Miguel que se quedaría hasta que el volviera con ropa.

Tenía miedo, estaba solo. Necesitaba saber que había pasado, tenía que volver por Guillermo. Jamás lo abandonaría ahí. Donde seguramente le torturen hasta que hablé sobre él. El no se había enterado de nada y tenía miedo de que lo dañaran.

Camino hasta las suaves cortinas de seda y las abrió dejando colar los potentes rayos del sol al cuarto. Se asomó por la ventana mirando la calle y los pájaros volar de un lado a otro. Suspiro entrando al cuarto de baño, mojando su rostro cansado.

Recordó las suaves caricias de Miguel, las palabras, los cumplidos. Hace cuanto que no le veía. Demasiado. Todos los recuerdos invadieron su mente.

Recordó a Diego y a Samuel, los chicos que le hacían sentir una Mierda. Pero nada se comparaba a lo que le había hecho Gustavo. Ese Cabron merecía morir.

—Ojalá te estén violando los demonios Cabron. —Murmuró mirando su reflejo—. No me arrepiento de nada.

***

—Última vez que te lo pregunto... ¡¿Donde está Rubén?!

— ¡Les juro que no lo sé! —Un golpe en seco se escuchó en la pequeña habitación donde tenían amarrado a una silla a Mario—. ¡Si lo había visto! Pero luego...

— ¿Te dijo algo? —Pregunto Camila a un lado de Saúl.

—Me pidió...—Trago saliva realmente nervioso—. Me pidió que apagará la cámara.

— ¡Me cagó en todo! —Gritó molesto Saúl—. ¡¿Sabes lo que hizo esa Puta!?

Mario negó rápidamente. Camila apretó los puños recordando el cuerpo tieso de Gustavo en el suelo.

—Lo Asesinó... Asesinó a Gustavo. —Su rostro palideció. Un ligero escalofrío recorrió su cuerpo—. Y tú tienes la culpa de que lo haya matado... la cámara estaba apagada.

Un golpe en el estómago obligó a su cuerpo doblarse en busca de aire. Camila mordió su labio con cizaña. Era obvio, ella lo sabía. Sabía que Rubén no estaba bien. Los cambios de humor eran demasiado fuertes. Siempre se ponía de los nervios y amenazaba a Camila.

—Sólo era cuestión de tiempo. —Murmuró con la voz cortada—. Rubén tenía problemas en controlar sus estados de ánimo. Es un peligro ahora que está libre.

— ¿Crees que me importa? —Cuestionó Saúl—. Esa perra mató al jefe de este lugar, y a Colmillo no le gustará...

— ¡El no tiene nada que ver en esto! —Interrumpió alarmada—. Gustavo era el líder, ese imbécil se creía más de lo que realmente es.

— ¡Gustavo se dejó matar por una zorra! —Habló con ironía.

Camila retrocedió un poco al ver como abría la garganta de Mario, dejando que se desangre mientras Gemía de dolor. Saúl camino hasta la entrada recordándole a la chica cual era el siguiente paso...

—Llamaré a Colmillo; encontraremos a ese idiota y lo mataremos con nuestras propias manos. —Salió.

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cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora