Narra Peter.
Habíamos dormido muy poco pero había valido la pena. Hicimos el amor, hablamos de todo, nos perdonamos y nos juramos cuidarnos y cuidar lo nuestro. No más errores. No más equivocaciones que puedan arruinar nuestro amor. Iríamos despacio y no diriamos nada a nadie para ver que pasaba.
- Quiero ir con vos -me dijo mientras me hacía pucherito.
- No saben que estoy acá y si alguien te ve en el aeropuerto se enteran todos -reí y la besé- Quiero verte sonreír todo el tiempo ahora.
- Lo prometo -dijo con una amplia sonrisa- Si estas conmigo nada puede salir mal.
- Nos debemos una charla de todas formas -acaricie su mejilla.
- Lo sé y la tendremos cuando vaya a Los Ángeles.
- Tengo que irme -dije mirando el reloj- No puedo perder el avión.
- Te voy a extrañar -me dio un beso y se levantó- Date una ducha mientras yo llamo a un taxi y guardo tus cosas.
- Gracias diosa -me dio otro beso y me metió en el baño.
Me puse a hablar, por whatsapp, con un amigo que tiene un bar para prepararle una sorpresa a Lali por la despedida del A Bailar Tour y después llamé a la persona que sabía que me iba a ayudar con todo.
- Hola Peter -me saludo Anita cuando me atendió- ¿Cómo estas?
- En mi mejor momento ¿Y vos?
- No me puedo quejar, aunque no me vendría mal que me presentes algún amigo rugbier -rió.
- Eso esta hecho -reí.
- ¿Para que me llamabas?
- Quería decirte dos cosas ¡Pero que sea nuestro secreto porque Lali me mata!
- Dale, contame.
- Volvimos. Sos la primera persona que lo sabe.
- ¡Ay Peter! -soltó una risita- ¡YA ERA HORA BOLUDO!
- ¡No grites y que no te escuchen! -le pedí- Es un secreto. Estoy ahora en su casa pero me vuelvo a Los Ángeles ya.
- Soy una tumba, che. Tranquillo.
- Te quería decir que hablé con un amigo que tiene un bar muy grande y espectacular. Lo reserve para que hagan la fiesta de despedida del Tour. Ya sé que Lali no quería hacer nada y canceló todo lo que había planeado pero seguro que ahora la hace feliz. Yo te voy a pasar la dirección y así le decís a todos. De los demás me encargo yo. Sé todo lo que le gusta así que no será un problema. Le daré todas las indicaciones a mi amigo de camino al aeropuerto.
- Gracias por esto. Necesita mucho despejarse y disfrutar. Me alegra que vuelvas a estar en la familia.
- Gracias boluda.
Nos despedimos y me metí en la ducha.Narra Lali.
Peter había venido sólo para verme unas horas y eso demostraba tanto amor por su parte que no pude parar de llorar desde que lo vi. Pero lloraba de felicidad.
Cuándo salió de baño, me agarró de la cintura y me dio un tremendo beso. Yo reí y le quité la toalla.
- Me gusta incluso así -reí.
- ¡Sos una tarada! -se puso unos calzoncillos- Me mata tener que irme.
- Te voy a extrañar tanto chispita -agarró mi cara con sus dos manos y volvió a besarme.
Nos costó la vida separarnos pero lo tuve que soltar para que se subiera a el taxi. Cerré la puerta y me tiré en la cama.Peter: Te voy a mandar mensajes sin parar. Para que la distancia sea menos difícil.
Lali: Ya te extraño.
Peter: Yo también.Me quedé dormida, estaba demasiado cansada. Cuando me desperté ya era la hora de comer.
China: Te paso a buscar y así venís conmigo al estudio ¡Rufa quiere verte!
Lali: ¿Ya tenes los temas?
China: Unos cuantos. Quiero tú opinión.
Lali: Dale, te espero. Pero tengo hambre.
China: Pedimos comida, tranquila.Euge pasó a buscarme, pedimos unas pizzas por el camino y nos la llevaron al estudio de grabación. Willie, quien estaba ayudandola con su CD solista, ya estaba ahí.
- Acá hay un dúo bomba -nos dijo cuando nos vio.
- Me encantaría que cantes un tema conmigo -me dijo ella ilusionada.
- Yo lo haría de mil amores pero hay que negociar con Sony. Tengo contrato con ellos y no es todo tan fácil -le recordé.
- ¡Nosotros te vamos a conseguir! -dijo Willie.
La ayudé a terminar de escribir un tema que era una bomba y sería con el que iba a anunciar que se lazaba como solista. Después grabó un poco mientras con Rufina la escuchábamos y al final nos pusimos a cantar Miedo A Perderte mientras Willie nos grababa en vídeo.
- Che boluda -le dije cuando nos metimos en el baño- Te tengo que contar algo... ¡Pero tiene que morir acá!
-Dale pitufa, no te hagas la interesante y conta -me miró- Seré una tumba.
- Volví con Peter -sonreí y ella abrió los ojos como platos.
- ¡AGUANTE LALITER CARAJO! -gritó y me abrazó fuerte.
- ¡Callate boluda! -le pedí entre risas.
- ¿Cuándo fue? ¡Quiero saber todo! -se alejó de mi y me agarró de los hombros- Ya decía yo que hoy tenías un brillo especial en los ojos y una sonrisita que hace mucho no se te veía.
- Fue anoche. Estaba en mi puerta después del show -me mordi el labio- Te juro que la felicidad que senti fue inexplicable.
- Sabía que cuando leyera el e-mail iba a hacer algo así -sonrió- Menos mal que a lo volví a mandar.
- ¿Qué?
- Ah... es que me dijo que no le había llegado nada y se lo mandé yo.
- Que raro ¿No?
- Ahora no importa ¡VOLVIERON! -me abrazó otra vez.