—¡Tylor, sal de una vez! — me grita Steff, una de mis mejores amigas.
Trato de hacer lo mejor que puedo para no gritarle un insulto, ya que si lo hago, mis padres pueden oírme y no me dejarían ir a la fiesta por la que tanto le hemos rogado mis amigas y yo.
Me veo en el espejo por última vez y me parece bien vestimenta que llevo. Unos jeans negros ajustados, una ramera gris y mis infalibles botas Timberland. Mi cabello pelirrojo NATURAL está suelto y en ondas. Mi maquillaje es casi natural; a excepción del color en mis ojos y el labial rojo, que contrastan a la perfección con mi pálida piel.
Tomo mi celular, dinero suficiente y documentos.
Paso por la habitación de mis padres y me despido de ellos, prometiendo volver mañana temprano ya que me quedaré a dormir en la casa de Emily, otra de mis amigas.
Al salir, mis amigas me informan que lleve mi auto y eso hago, ya que el auto de Emily está en reparación.
Será una larga, larga noche.
•••
Aparco mi hermoso Cadillac en un lugar exclusivo -cortesía de James, el anfitrión de la fiesta-, con la seguridad de que nada le pasará aquí.
La calle está rebalsando de autos, y no es para menos. No todos los días James Walt te invita a una fiesta.
James Walt, capitán del equipo de americano, mi hermano mayor, cuerpo de muerte, notas aceptables con un promedio de ocho, carisma y amabilidad. En consecuencia de todas estas cosas; el playboy codiciado por todas.
¿Razón de la fiesta?
Su cumpleaños.
Lo sé, está viejo.
Este fue su último año. En una semana es la graduación y está celebrando el triunfo de que; tanto como él y su grupo de amigos se graduaron y ganaron la temporada.
¿Razón por la qué yo estoy aquí?
Perdí una apuesta con Emily y ahora tengo que salir de mi cueva y socializar ya que el año que entra, nos graduaremos.
A lo cual no le encuentro mucho sentido ya que soy una persona sociable, que no le confío mis secretos a todos... Es muy diferente.
A diferencia de mis amigas, ellas están acostumbradas a estas cosas, salir a fiestas y lo que sea que hagan en ellas.
Yo no.
Paso toda mi vida esperando a que Darcy salga de ese libro y se case conmigo.
— ¿Acaso no piensas salir? — dice Steff fuera del auto.
Me limito a asentir y dejar que los nervios y el pánico me invadan. Quiero salir corriendo y hacerme bolita en mi cama. Mis amigas leen mi mente y me toman de los brazos, oponiéndose rotundamente a mi plan de escape.
Me voy a vengar de estas perras.
— Nombres. — nos dice un gorila extremadamente alto y blanco. Oh, es un hombre; parece un gorila.
— Tylor Walt. — digo en apenas un murmuro. El tipo revisa en su lista y nos deja pasar.
Al pasar por un pequeño pasillo oscuro, la música comienza a intensificarse junto con el olor a alcohol.