Capitulo 18

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Narra Samuel.

Cuando llegué a casa, luego de la universidad, toqué a la puerta porque había olvidado mis llaves por la mañana, pero no esperé que Guillermo me abriera con una enorme sonrisa en su rostro. Cuando me vio cambio completamente su cara a una de desagrado, pasé con un simple "gracias" y detrás de mí entró uno de los compañeros de Guillermo, Frank Garnes, el revoltoso de la clase. Subí hasta la planta de arriba y me quedé observando aquella imagen que tanto me revolvió el estómago. Ambos se abrazaron y se dedicaron sonrisas y risas bastante reales hasta que Guillermo se dio cuenta de que lo estaba observando, así que me fui a mi cuarto cerrando con fuerza la puerta detrás de mí. Esa incomodidad que sentí al ver a Guillermo abrazando a Garnes la sigo teniendo, no sé lo qué es, no sé por qué la siento y no sé cómo definirla. Sólo está ahí, atormentándome.

Al entrar a mi habitación y cerrar la puerta a mis espaldas, me apoyé sobre ella recargando todo mi peso, solté el maletín que contenía las cosas de la universidad, dejándolo a un lado, y me tumbé en la cama boca arriba, mirando el techo.

"¿Qué es lo que me sucede? ¿Por qué me siento así?"

Los sentimientos no dejaban de dar vueltas en mi cabeza y un fuerte dolor oprimía mi pecho sin piedad.

"¡Joder! No puedo estar celoso"

Pero sabía que lo estaba, aunque ellos fuesen solamente amigos. Entonces escuché la puerta de mi habitación siendo golpeada. Al segundo golpe, abrí y me encontré a Guillermo frente a mí con la misma cara de desprecio que seguramente dibujaba mi rostro.

-¿Qué quieres?- dije tajante.

-Mi tío quiere verte.- me contestó mirándome fijo a los ojos.

-Vale.

Lo empujé un poco con el hombro para que me dejara pasar ya que él se quedó ahí sin decir o hacer nada más. Bajé las escaleras con la mirada de Guillermo posada en mi espalda y me fui a la habitación de mi tío. Llamé a la puerta y esperé a que me dejara pasar.

-Pasa, querido.- obedecí y cerré la puerta detrás de mí.

-Quería saber cómo te estás llevando con Guillermo, Samuel. Sabes que tendrás toda la responsabilidad cuando yo ya no este.

-Pues, bien.- mentí.- Está todo bien.

-¿Y cómo van las clases? ¿Se comportan bien los alumnos contigo?

-Sí, no me han dado ningún problema hasta ahora.

-Bien, querido.- tosió fuertemente.

-¿Te encuentras bien, tío?- me le acerqué preocupado.

-¡Jajajaja! Eres igual que Guillermo, distante pero muy atento.

-¿Cómo? ¿Por qué?- le pregunté atónito.

-Esconder tus sentimientos no significa que nadie los pueda ver, Samuel.

-¿Qué quieres decir?- le insinué.

-Te lo dejo a tu criterio, hijo mío.- y rió.- Vale, ya no te quito mas de tu tiempo.- dijo empujándome hacia la puerta, y cuando ya estaba fuera de su habitación frente a él, agregó.- Ve a seguir espiando a Guillermo.- y me cerró la puerta en mis narices.

"¡¿QUÉ!?"

¿Cómo es que mi tío sabe que "espío" a Guillermo? Lo sé, es viejo pero no estúpido, pero igualmente no es que lo hiciera a propósito, nunca lo eh hecho a propósito. Esa vez, en la que se masturbaba, me agarró desprevenido y simplemente fue eso: pura casualidad.

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora