Forbidden Love . << Cristian Pavón >>

6.

Era obvio que él no era un chico común, en su fiesta de 18 había tantos jugadores de fútbol de tantos clubes que podía decir que eso era prácticamente un entrenamiento.

-Se me pasó ese pequeño detalle- dijo sonriendo- mi tío es arquero de Racing.

Claro,como no me di cuenta antes, me maldeci internamente al no haber relacionado su apellido con el del famoso arquero pero ¿como iba a saber que entre tantas personas justo Él iba a ser su sobrino?

Estaba por contestarle cuando una rubia de piernas largas se lo llevó, el solo me saludó con la mano y yo le respondí.

Habían pasado dos horas y yo había perdido a mis amigos,la estaba pasando bien pero me quería ir me estaba muriendo de sueño y además al no tener a nadie el mal humor se adueñaba de mi.
Intenté que mis amigos respondieran mis whatsapps, pero fue inútil.
Comencé a caminar para ver si tenia suerte y me encontraba con aunque sea uno de ellos.
Iba caminando entre gente borracha, dentistas profesionales, clones de Piquin y coristas de Karina.

Cuando por fin logro divisar a Maca junto a su novio, quise avanzar hacia ella cuando un brazo me lo impidió.

-Inda, mw quedes daR un piquisto- el chico soltó como pudo.

Nada que me de más asco que un pibe borracho, el olor a alcohol se le sentía por más de que estuviese lo suficientemente alejado tanto así que aún respetaba mi "espacio personal".
Me solté como pude de su agarre,e intente volver a dirigirme hacia donde iba a ir inicialmente, cuando me di cuenta que me amiga había desaparecido.

La puta madre Macarena¿Donde estás ?.

Empecé a buscar con mi vista a ver si encontraba a alguno de los cinco cuando recibí un mensaje.

"Juli, con Gabi nos tuvimos que ir porque Milo levantó fiebre, te aviso para que no te preocupes".

Era Maca,bueno dos personas menos que buscar.
Cuando me di cuenta ya eran 3:30 am, y yo me quería ir hacer mas de una hora pero ni Luna ni Cata aparecían, y mucho menos Facundo .Los maldije internamente por ni siquiera contestar mis mensajes, aunque pensándolo bien quizás no estén en las mejores condiciones como para hacerlo.
Me dirigí hacia el segundo piso del VIP, en realidad era más como un mini-piso parecía una platea de un estadio de fútbol.
Y ahí estaba, Luna con un chico en una situación un poco bastante comprometida. Él tirado en el sillón, ella sobre sus piernas y besando su cuello.
Me acerqué a ellos y carraspee un poco la garganta para que supieran que estaba allí.

-Juli- dijo ella.

-Perdonen la interrupción pero Lunita¿podemos irnos?- dije en modo de suplica.

-Si, dale- dijo y le dio un beso al chico.

Ella se levantó, se acomodó la ropa y empezó a caminar cuando él la detuvo.

-Paren- dijo él- yo las llevo.

Y fue ahí cuando me di cuenta de quien se trataba, ya que a primera vista no lo había visto muy bien, debido a la escasez de luces que habia en el lugar, se trataba de nada mas y nada menos que de Cristian Pavón, el juvenil de Boca que me tenía enamorada desde que debutó en primera,en ese momento no sabia ni como sentirme.
Lo único que podía pedir en ese momento es que ella rechace el ofrecimiento del chico, pero no lo hizo.

La puta madre Luna x9173930292

-Para Lu- le dije- tenemos que buscar a los chicos- agregué.

Fue lo único que se me ocurrió para no tener que ir a mi casa con mi amiga, el jugador y su reciente historia de amor.

Pero aún así, el también se ofreció en ayudarnos a buscar a Cata y a Facundo.

Ya eran casi las 5:30 am cuando encontramos al par, estaban un poco fuera de sí, el olor a alcohol salía de sus poros como si fuese transpiración , trataba de que no hablen tanto para que no quiebren y además porque tenían un olor asqueroso.

Al fin de todo, agradecí que Cristian se hubiese ofrecido a llevarnos porque nos ayudó con los alegres.

Paren, ¿que hago diciéndole Cristian, al mismo que veo todos los domingos en la cancha o en el banco de suplentes de Boca?

Que situación tan extraña, pero igual eso no era lo peor, lo que me resultaba mas extraño y que en cierto punto me dolía era ver como mi amiga y el recién nombrado se sonreían, se miraban picaros y de vez en cuando el le daba la mano a ella. ¿Tan rápido se iban a enamorar? Basta, así no.

Subimos a su auto, y Luna empezó a guiarlo, primero íbamos a dejar a Facu, después a Cata y por supuesto después seguía yo.

Mis dos amigos ya habían bajado en sus casas, sanos y salvos, o al menos eso parecía.

Y ahora nos dirigíamos hacia mi casa,que quedaba alrededor de veinte cuadras de donde estábamos.

Genial, unos minutos a solas con la "parejita".