primer capitulo

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Cuando era niña, en los días lluviosos y con tormentas, mi madre solía acompañarme a mi habitación, dejaba caer las grandes cortinas  de una tela pesada con encaje fino, tal al gusto de mi madre, una vez abajo, el cuarto se oscurecia y solo se escuchaba las gotas de lluvia golpear la ventana, las ráfagas de viento hacían que el árbol cercano a la ventana golpeara el techo de mi habitación, el olor al pasto mojado era mi favorito sobre todas las cosas, todo estaba perfecto hasta que aquélla luz entraba por la ventana e iluminada todo el cuarto, mi corazón latía rapidamente, mi respiración se aceleraraba e incluso sentía ganas de vomitar.

¿Todo estara bien mami? - preguntaba con una voz temblorosa mientras apretaba una almohada cotra mi cabeza.

Cariño, algún día tendrás que superar tu constante miedo a las tormentas, algunas veces no estare para protegerte de ellas - hablo mientras se acercaba a mi.

Lo haré mamá - susurre mientras otra luz entraba en mi habitación para despues escuchar otro trueno y quedarme dormida en mi cama con mi mamá aún lado.

Han pasado 10 años y sigo temiendole a las tormentas, dure 4 años con un miedo impresionante que incluso llegaba corriendo al cuarto de mis padres para asi sentirme segura, pero.. Desde que papá engañó a mamá no me sentía segura con ninguno de los dos.

¿Mamá? - pregunte mientras entraba a la casa, la sala estaba vacía, a la cocina ni siquiera me acerque pues nunca mas volvió a cocinar para su familia, busque en su habitación, era el unico lugar donde podía estar, y justo fue asi, acostada en la cama con un frasco de calmantes en la mesa que se encontraba a lado de su cama.

¿Mamá? - susurre

¿Ya llegó tu padre? - inmediatamente fui interrumpida por una pregunta bastante estúpida, pues papá llegaba a las altas horas de la madrugada y ella lo sabía.

No, y lo sabes - respondí.

Seguro esta con ella, yo lo se - grito desesperada.

Debés calmarte, te estás haciendo daño mamá, el solo esta trabajando - le respondí firme, pues queria hacerme la idea de que asi era

Que ingenua eres - hablo entre dientes - el prefiere estar con ella que pasar tiempo contigo ¡no te das cuenta! - gritó

Salí de la habitación pues seguir hablando con ella es y sera una perdida de tiempo.

Habían pasado unas cuantas horas de las discucion con mamá, el atardecer se asomada por mi ventana para pintar de un rojizo toda mi habitación, me asomé a la ventana mientras veía el parque de enfrente repleto de niños deslizándose por esas grandes resbaladillas, la veciana katy paseándose a su perro chihuahua, una pequeña risa salió de mi al recordar cuantas veces disfrute estar en familia en ese parque.

¿Lindos recuerdoa verdad? - susurro una voz detrás de mi

¿papá? - dije - ¿que haces aquí?

Esta es mi casa, ¿lo olvidas? - contestó mientras se recargaba en la gran pared blanca de mi habitación

Si... Es sólo que, no sueles llegar tan temprano a casa - trate de sonar lo mas amable posible

Lo ves.. Hasta tu hija se da cuenta - dijo mi madre quien entraba al cuarto

Adylene, no quiero discutir, no ahora - dio media vuelta para enfrentarla

Estabas con ella verdad - susurro - ¡estabas con ella verdad! - volvió a preguntar mientras golpeaba su pecho.

Cuando mamá se ponia así no había quien la pudiera parar, asi que sali del cuarto para dirigirme a la sala, me acurruque en el sofá y tape mis oídos mientras mis padres discutían.

Solo queria salir de ahí, me hacía mucho daño verlos pelear, así que llego a mi mente la fiesta que estaban organizando mis compañeras de clases, tome mi celular y marque a brenda, mi amiga de toda la vida, el teléfono empezó a marcar mientras esperaba ansiosa que ella contestara.

¿Melissa? - hablaron desde el otro lado

Brenda, me preguntaba si podias pasar por mi para ir a la fiesta del grupo - dije temerosa

¿Tu? - pregunto -- no lo creo - respondió sorprendida

¿Vienes o no? - conteste frustrada pues mis papas venian bajando las escaleras mientras discutían

Claro - dijo brenda

Esta bien, te veo el el parque - susurre para que mis padres no se dieran cuenta, pero tal parece que fue asi por que pasaron discutiendo rumbo a la cocina, respire profundo y sali de la casa, nunca había salido sin permiso, pero estar ahi viendo como los dos se lastiman mutuamente, realmente me mataba.

Pasaron aproximadamente 15 minutos pra luego ver el auto de mi amiga estacionarse frente a mi.

¿Vienes? - pregunto, siempre Lucía hermosa, su cabello risado caía por sus hombros, se veía que le invirtió un par de horas en arreglarse, pero de todas maneras era inútil pues  era la chica mas hermosa y humilde de toda la escuela, en cambio yo, con un par de pantalones viejos, unas botas manchadas por el lodo de la jardinera y una blusa sin ningún estampado lo cual me hacía ver como un completo hombre y bueno, mi actitud no me ayudaba mucho pues mi carácter es un poco fuerte, no se socializar  y casi siempre piensan que estoy enojada.

Al llegar a la fiesta entramos por largo pasillo el cual olía a orina, y unas cuantas parejas fajando a la luz de la luna, había demaciada gente que apenas y se podía bailar.

  Unas horas mas tarde las calles ya estaba vacías, apenas podía estar consciente de la hora que era, la casa estaba repleta de adolecentes cuál punto esa noche era divertirse. No les bastaba un par de cervezas para poder entrar en onda, si no que también querían experimentar el placer de la cocaína, así lo definían muchos, "placer", para mi era una perdida de tiempo y salud, nunca estuve involucrada en cosas como estas, prefería quedarme en casa los sábados por la noche a ver alguna de mis series favoritas, pero desde que mi madre encontró a mi papá con otra mujer en la habitación, los viernes y sabados en la noche para mi ya no eran lo mismo, a papá se le hacía mas conveniente llegar a altas horas de la madrugada para no escuchar a mi madre reclamandole hasta el por que de su respirar, algunas ocasiones, incluso amenazaba por quitarse la vida, todo se escuchaba en mi habitación, pues lo unico que nos dividían era esa pared de concreto. Y por ése punto es que estoy aquí, sentada en el sofá de mi amiga mientras a mi lado compañeras de clase se dejan tocar por chicos de último año. Sostenía mi cabeza con mi brazo apoyado en mi pierna, mientras que con mi otra mano la ocupaba con una cerveza a medió tomar, perdi la cuenta de cuántas tome esa noche, fue la primera vez que tomaba, asi que con un par ya debería estar ebria a mi parecer, mi estómago se revolvió y un flujo caliente subio por esófago, no lo dudé dos veces y corrí al baño, lo último que quería era vomitar en frente de todos, para mi mala suerte el baño estaba ocupado, toqué un par de veces, pero ya lo sentía en mi boca, unos segundos después la puerta se abrió pero ya fue demasiado tarde pues ya estaba vomitando aquéllos Converse blancos.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2016 ⏰

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