Capitulo 16

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DIECISEIS.

Alex y yo llegamos al piso, lo primero que hice es curar y lavar la mano de Alex, ya que la tenía infectada.

Fui a mí habitación a ponerme el pijama y a quitarme las trenzas de mi pelo. Alex paso a mi habitación y se metió en mi cama.

-¿Qué haces?-dije susurrando

-Voy a dormir-dijo el riendo

-¿Aquí?-dije susurrando y riendo

No sé por qué susurrábamos no había nadie al que molestar, pero por un momento me resulto gracioso.

-Ven aquí que te voy a decir una cosa-me dijo él

Me acerque y me cogió rápido para hacerme cosquillas, yo no me podía estar quieta, reía a carcajadas sin parar y todo mi cuerpo se revolvía por toda la cama.

-Eres preciosa-me dijo Alex mirándome a los ojos

Yo le di un beso apasionado y dulce al mismo tiempo. El me quito poco a poco la camiseta de mi pijama, me beso todo el cuerpo, me acaricio mis grandes pechos. Me penetro más profundamente, más que la última vez, me gustó mucho, me sentí mujer en ese momento, me di cuenta que mi vida estaba cambiando, que la vida me daba otra oportunidad para seguir adelante.

A la mañana siguiente, me desperté y me encontraba sola en la cama, estaba completamente desnuda, fui a ducharme y me encontré en mi ducha a él.

-Ah te estas duchando, venga no tardes-dije yo

-No, pasa aquí conmigo, preciosa.

Alex me empezó a besas por todo mi cuello mientras la alcachofa de la ducha nos mojaba poco a poco. Salimos de la ducha sin parar de besarnos. Él se sentó en el retrete y yo encima de él.

Era la primera vez que, hacia el amor en un retrete, pero en todo hay una primera vez. Me sentía suya, solo suya. Su cuerpo mojado contra el mío, estaba muy caliente, cosa que nunca había sentido con Andrew, que con Alex me pasaban cosas muy distintas.

-Chicos donde estáis-dijo María abriendo la puerta del baño

-MAMA¡¡-grito Alex

-AHII por favor, taparos inmediatamente-dijo ella, cerrando de un portazo la puerta.

-Vístete- me dijo él

-Sí, que vergüenza por favor- dije completamente roja.

Cuando ya salimos del baño, María nos estaba esperando en el salón.

-Mama, que quieres- dijo un poco molesto Alex

-Voy a olvidar lo de hace un rato-murmuro-Os vengo a decir que el fin de semana que viene, es la boda del padre de Olivia, y me han invitado y por supuesto tenéis que ir.

-Yo no sé si iré, María, no es mi padre...-dije mirando para mis pies y un poco apenada.

-Pues no iras como su hija, iras como mi pareja-dijo Alex tocándome la cara y mirándome a los ojos.

-A también, Nany, me ha dado tu carta de la universidad de California en los Ángeles. -dijo ella

-¿Cómo?, no te dije que no dijeses nada María, me lo prometiste.

-Nany estaba muy preocupada por ti, y me prometió que no iba a decir nada de que estabas conmigo.

Por una parte, vi bien que se lo dijera a Nany, ella no se merecía estar preocupada por mi culpa y por lo menos que sepa que me encuentro bien.

-Vale, está bien-dije conforme

-¿Entones vamos a la misma universidad?

Abrí mi carta para a ver si me habían aceptado, y así paso me aceptaron. Me puse muy feliz, empecé a gritar a reír y a bailar por todo el salón.

Necesitaba ver la universidad, ya que mañana empezaría a estudiar en ella. María, Alex y yo subimos al coche y fuimos directos a la universidad.

Cuando baje del coche la entrada era preciosa, con jardines preciosos y caminos de piedra impresionantes. Fuimos hablar con el director ya que María y Alex le conocían.

-Hola, buenos días-dijo el director dándonos la mano a todos.

-Buenas director Coleman-dijo Alex

-Algún problema señora Harrison, con Alex

-Ah, no, estoy aquí para escribir a Olivia en la universidad.

-Ah, no sabía que tenía otra hija, os parecéis mucho-dijo él sonriendo

Me quede fijamente a mirando a María para encontrar un rasgo parecido al mío. Qué raro, ese hombre estaba loco, no me parecía nada a ella.

-No, es la novia de mi hijo y viven juntos.

-Pero será mayor de edad, si no necesito a sus padres o un tutor, para que me pueda firmar estos papeles.

-Si, soy mayor de edad- dije corriendo

-Entonces perfecto, tome ponga su nombre aquí, y allí abajo su DNI y su firma.

Cuando salimos del papeleo María nos invitó a comer a un restaurante bastante fino. Yo me fijaba todo el rato en ella, ya que el señor nos había dicho que teníamos un gran parecido. ¿sería una tía perdida mía? ¿prima? ¿hermana? ¿madre?.....

HOY, MAÑANA Y SIEMPRE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora