Parte Unica

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 No estaba seguro de que era lo que lo había despertado. Nunca podría decir la luz del sol, en el mundo de Satanick, sumergido en una eterna noche, eso era imposible.

Las luces estaban apagadas también, el sonido del aire acondicionado no era muy fuerte tampoco.

Solo había una cosa fuera de lugar: Satanick no estaba ahí.

Suspiro un poco, intentando vaciar de su mente la posibilidad de que esa fuera la causa, y volcó su apuesta al creciente dolor que tenia de la cintura para abajo. Ugh, no había sido la peor cogida que le hubiese dado Satanick, pero aun así era incómodo y difícil moverse sin cada parte de su cuerpo protestando.

No podía quejarse, era esto o una sesión de tortura con Reficul de compañía. Él lo había decidido así, rindiéndose a Satanick, entregando su cuerpo por algo más de paz.

Era más fácil que luchar. Ya había luchado demasiado...y fallando siempre.

...No quería experimentar eso de nuevo...nunca...nunca.

No había duda de que la primera vez había sido dolorosa. Aun podía recordar el ardor y la presión mientras Satanick empujaba dentro de él, incluso había llorado, había llorado un montón mientras le gritaba que parase, que ya no quería y que dolía mucho.

Satanick le había prometido que se sentiría bien, y había sido idiota de su parte creerle, porque no recordaba haber sentido ni una pizca de placer en todo el acto, y solo había quedado un enorme dolor en todo el cuerpo y semen con sangre secos manchando las sabanas al día siguiente, eso y las lágrimas.

Pero había que reconocer, exceptuando lo de anoche...que últimamente todo se sentía tan condenadamente bien. No muchos lo sabían, pero Satanick profundamente era un romántico, le gustaba ver a su pareja sometida al placer que él proporcionaba. Por otra parte, era innegable que también era un sádico. Aunque algunas veces esas competencias de aguante, o nalgadas en los previos, eran eróticas y estimulantes.

...

...Debía apartar eso de su cabeza...

Por eso se había acostumbrado a simplemente dejarse llevar, ser tomado y calmarse para aunque sea disfrutar el también. Oponerse solo traería más dolor del necesario.

Respiro profundo, volviendo a cerrar los ojos y tratando de volver a conciliar el sueño entre los temblores de su cuerpo mientras apretaba la cara contra la almohada larga entre sus brazos.

Mmm...Aire acondicionado, una enorme cama mullida, una gruesa sabana, y un montón de suaves, suaves almohadas rodeándole. Esto era lo único bueno que quedaba al final de todo sumado al placer del acto sexual. No podía quejarse de la habitación de Satanick, tenía todos los lujos que podía pedir.

Estaba durmiéndose de nuevo.

Y realmente no sabía en qué momento se había movido, Satanick le había dejado en medio de la cama cuando había terminado con él, así que supuso que seguía allí.

Por ello se sorprendió bastante cuando se dio la vuelta y término cayendo al suelo, llevándose todas las cosas encima de la mesa de noche consigo causando un escándalo.

-...Uagh...-Se quejó enseguida, soltando gemidos de dolor. Maldición, ¿Por qué se había tenido que dar en el trasero de todos los lugares? Apretó los dientes mientras se dirigía la mano a la espalda, cubierto por la sabana que se había enredado entre sus piernas, la almohada que había tenido en los brazos...y el monto de lubricantes y vibradores que Satanick había estado utilizando con él anoche.

Breaking Morning (Satanick x Ivlis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora