El Fantasma

Todo comenzó en una noche muy nublosa, iba manejando mi chatarra de auto con mi esposa y mis 2 hijas, venían reprochándome la cantidad asquerosa y absurda de alcohol que había bebido esa noche. De pronto una luz nos encandiló a los 3, lo último que recuerdo fue el estallido del camión tan fuerte como el explotar de una bomba.

Solo quedé yo y al enterrarlas a ellas también enterré mi vida y toda conexión con el mundo. Dejé de hablar con mis amigos, mis compañeros,tan así que ellos empezaron a ignorarme. Abandoné la casa, empecé a dormir en mi trabajo "El cementerio de Rawson", en una pequeña habitación donde nadie se acercaba.

Hacía mis recorridos de noche para no cruzarme con nadie, cuidaba de todas las tumbas, salvo las de mi familia, ya que estas me provocaban dolor y vergüenza acercarme a ellas, las había visto solo al enterrarlas...

Esa noche era igual a todas fría y oscura, solo se iluminaba con la luz de la linterna, hasta que una voz me dijo – Disculpe señor -...Me volteé rápidamente con la piel encrespada y vi a la niña – Perdone asustarlo – dijo. – pero estoy perdida, ¿Podría usted ayudarme?. Tranquilizándome accedí y la acompañé hacía la salida, se despidió con un beso y se marchó alegremente – que niña más rara pensé -.

Estaba por terminar mi ronda al otro día, estaba por amanecer, solo me faltaba el sector de niños. Iba contando las tumbas cuando de repente la vi, era la foto de la niña de la noche anterior enterrada hace 3 años. Con un nudo en la garganta y blanco como un papel no creía lo que mis ojos veían, quedé atónito y arrodillado ante esa tumba, cuando de pronto atrás de la lápida apareció la niña y una tras otras de todas las tumbas se levantaban sus muertos. Corrí hacia los lechos de mi familia esperando verlas y pedirles perdón. Al llegar vi 4 lapidas; mi mujer, mis 2 hijas y yo.

Comprendí que yo era uno de ellos, un fantasma deambulando por el cementerio.