Cap. 6 - Te quiero de vuelta conmigo

1K 29 1
                                    

- ... a enamorarte - baja la cabeza - yo pensé que te había superado, pero cuando te vi en ese pasillo me di cuenta que no

- Estás confundido, ya me superaste - digo rápido. No quiero que me ame

- Me di cuenta que no te habia superado porque cuando te vi, me volvió el alma al cuerpo. Estaba feliz y dolido al mismo tiempo - apenas sonríe - No me importa lo que hiciste, todos cometemos errores. Errar es de humanos - dice acercándose a mi - Te quiero de vuelta conmigo. ahora vamos a comer. Ya esta listo - va a la cocina y apaga la cocina ¿En que momento hizo eso? - Andá a sentarte

- Te ayudo - dije.

- No, vas y te sentas - dice serio colando los spaghettis

Antes de ir al comedor, tomé cubiertos, vasos y la gaseosa, Guido miró con mala cara pero no le di importancia. llegó con los platos y nos sentamos a comer

- Mejoraste mucho - digo.

- ¿Te gusta? - se mete un tenedor envuelto en fideos en la boca.

- Está muy rico - y meto un bocado.

- Me alegro, gracias - se queda mirandome - tenés algo.

- ¿qué? - digo.

Acerca su mano a mi cara y me limpia una pequeña mancha de salsa que tenía cerca de mi boca y me sonríe - Ahí está.

- Gracias - Digo. A pesar de todo sigue sonriendome.

- Felicitaciones por tu nuevo trabajo - dice sacando tema de conversación – Sos muy buena para el periodismo y conducción.

- Aún no firmé el contrato, pero gracias - le sonrio - igual es obvio que voy a firmarlo, ésta oportunidad es unica y no pienso rechazarla.

- ¿Cuanto te falta para terminar? - pregunta Guido.

- A fin de año ya termino - digo y bebo Coca cola.

- calculo que vas a dejar la tienda - dice asegurándose ¿Que le preocupa?

- Ya voy a tener mi trabajo permanente, así que si. Aunque es una lástima – Digo.

- ¿porqué? - Guido.

- Porque en esa tienda podía conocer cada hombre - sonrio inocentemente al ver su cara de asesino.

- Hombres que no conocías. - dice luego de beber un sorbo de su Coca cola.

- Pero podía conocerlos, unos que otros me dejaba su número de movil - digo observando sus reacciones.

- ¿Y les hablabas? - poniendo atención ¡Bingo! Está celoso.

- Claro, sino para que tenia sus números - lo miro - ¿Y vos? ¿Tus novias? 

- Novias, tuve sólo una que fue novia en serio - dice - Julieta, pero se cansó de mi y se fue. Después de ella, hubo solo Touch And Go - rie.

- ¿Terminaste? - le pregunto levantandome de la mesa.

- Si - sonríe.

Levante los platos típicos cubiertos y fui a lavarlos. Él se encargó de limpiar lo que quedaba en la mesa. Cuando terminé, me seque las manos y me di vuelta, ahí estaba él, mirandome ¿Hace cuanto está acá?  esto se parece a mi sueño de esta mañana.

- ¿Que pasa? - pregunto.

- Nada - dice sonriendo y se acerca a mi - Cuando hablé de Julieta ¿Te pusiste celosa?

- No - le dije esquivando su mirada. Él apoya sus dos manos en la mesada dejándome en medio de la espada y la pared, prácticamente - Dejame salir, Armido, dale.

- Me gusta cuando sonreís y me llamas por mi segundo nombre - me dice sonriendo ¿No se cansa de hacerlo?

- Sí, me puse celosa ¿Y qué? - lo admito - ¿Me vas a dejar salir? - me sonríe y me alza llevándome sobre su hombro, esto me toma por sorpresa - Guido ¡Bajame! - grito golpeando su espalda.

- No - ríe. Llegamos a su habitación, cierra la puerta y me tira sobre la cama. - Vamos a tomar una siesta - dice acostandose al lado mío abrazando mi cintura ¡Dios! ¿Porqué a mi?.

- No quiero dormir - le dije tratando de safarme de su brazo que cruzaba mi cintura.

- Entonces hablemos - dice.

- ¿no tenes trabajo? - dije.

- Ellos estan volviendo del sur - dice - mañana empiezo a trabajar. - agrega, mientras detiene mi esfuerzo por salir. - No te voy a dejar ir.

- ¡Dejame ir! - le grito.

Me suelta - Dale, está bien, te vas a ir - me suelta y me levanto.

- Voy a pasar al baño - dije 

- Hacé lo que quieras - dice cerrando sus ojos.

Narras:
Entré al baño. Esto es completamente raro ¡Dios! comienzo a arreglarme el cabello un poco alborotado. Me comporté como una histérica, está enojado. 
Salgo del baño y el melenudo estaba acostado en la cama con los ojos cerrados, sé que no duerme, me acerco y me subo lentamente sobre él.

- ¿Que haces? - Me pregunta mirandome fijamente.

- Quisiera quedarme un rato más - digo trazando círculos en su pecho con el dedo índice. Se queda muy quieto. ¡Lo tengo a mi mando!

- No me provoques - dice serio.

Narras:
Me inclino y lo beso mucho. sé que esto le excita mas que otra cosa. Realmente le deseo. Cambia de posición dejándome a mi abajo de él, apoya su frente en la mía, siento su respiración sobre mis labios, me mira, es una mirada tierna, de las cuales no veía hace mucho tiempo en un hombre.
Vuelve a besarme con toda la pasión, apreta su cuerpo contra el mío y siento su erección. comenzamos a quitarnos mutuamente las prendas de vestir, quedando sin nada. Saca de la mesita de luz el paquete plateado, el de siempre, lo abre, tira el paquete y se pone el preservativo.
Se pone entre mis piernas y me penetra delicadamente... Él está haciendome el amor, pero para mí es sólo sexo. Si, así de cruel.

- Aahh - gimo y se mueve. Su respiración está en mi cuello. Vuelve a moverse en una embestida salvaje - ¡Ah, si!

- Ah - lo escucho, mientras salía y entraba con embestidas. Rasguño su espalda - hermosa....

Guido entraba y salía, una y otra, y otra vez. Gimo y él también. Para en fin, terminar en un orgasmo, caí sobre su pecho, lo miré y me dormí.

Empezar de cero (Guido Sardelli y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora