Confesiones de una mestiza [Percy Jackson]

Capitulo ~9

Lentamente comienzo a despertar, pero no quiero abrir los ojos aún.

Me remuevo en la cama y unos brazos posados en mi cintura me atajan. Me asusto y al darme vuelta me encuentro con el mismo rubio de ayer ¿Cómo era que se llamaba? ¿Jonson? ¿Jerson? ¿Jason? Sí, Jason.

Me vuelvo a mover y aprieta aún más su agarre, furiosa lo pateo haciendo que se caiga de la cama y despierte de un sobresalto.

-¡¿Pero qué...?! -se sienta en el suelo y me mira. -¡Me botaste de la cama! - me apunta.

-No me querías soltar. -digo como si nada saliendo de la cama. Me giro en su dirección. - A todo esto ¿qué hacías en mi cama?

-¿Tú cama? - pregunta incrédulo.

-Sí, porque yo vivo aquí. -respondo obvia.

-Yo también vivo aquí. - se levanta y me deja ver lo alto que es. -Soy hijo de Júpiter, que en griego es Zeus, así que igual es mi cabaña. -da unos pasos hacia mi y me susurra en el oído. - Y anoche te acostaste en mi cama, y como no querías salir te dejé ahí. -se aleja y me mira, siento como mis mejillas arden de la vergüenza y el sonríe satisfecho.

Se va dejándome sola en el cuarto.

-Idiota. -susurro aun roja de la vergüenza.

Salgo de ahí y comienzo a buscar cual es mi cuarto. Al encontrarlo veo mi mochila encima de la cama y me pregunto ¿quién lo habrá dejado ahí?

-De nada. -susurran en mi oído, yo me doy vuelta y mando un combo, al ver que era Jason no me arrepiento. - ¿Eso lo tomo como un gracias? -dice tapándose la nariz.

-¿Por qué?

-Porque yo deje tu mochila ahí. - se reincorpora.

-¡¿Te metiste en mis cosas!? - camino hasta él lista para golpearlo pero me detiene.

-¡No! - me a sujeta de ambos brazos y yo me suelto de manera brusca. - No me metí en tus cosas, sólo la dejé allí.

Sin decir nada entro al cuarto y cierro la puerta en sus narices. Tomo mi mochila y la abro revisando que este todo en su lugar, y suelto un suspiro al ver que era así. Al ver mi diario siento unas ganas inmensas de escribir en él, tenia tantas cosas que contar, así que sin esperar nada más busco entre mis cosas un lápiz, y al hallarlo comienzo a escribir sobre la cama.

Todo cambió, en un día lo perdí todo, a mi 'madre' y 'hermanas', me enteré de quién realmente soy, de mis raíces y me dolió. Sufrí el rechazo por segunda vez, sentí el dolor al pensar que nadie me quiere.

Llegué a un nuevo lugar como una nueva persona, alguien rota, porque lo estoy. Me rompí en mil pedazos y dudo que pueda reconstruirme, pero si lo logro no seré como era antes, jamás.