Memorias

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Capítulo 7: Memorias

Año 1912, tragedia del Titanic.

Quincey Harker ahora conocía la verdad, una realidad que quería negar, su padre biológico no era más que la criatura más cruel y sangrienta de la historia, el conde Drácula. Apretó los puños con enojo, pues su querida madre le había sido infiel de mucho antes al que él consideraba su verdadero padre, ahora comprendía porque cayó en el alcohol y prostitutas. Lo peor fue haberse enamorado del actor que resultó ser aquel vampiro, se maldijo a sí mismo.

Dio un largo suspiro, pues había decidido crear una nueva vida en Estados Unidos y se unió a los pasajeros del gran trasatlántico llamado el Titanic, su estancia en él no duró mucho, pues ocurrió la tragedia del choque contra el iceberg. Quincey no podía abandonar el barco, la prioridad era de niños y mujeres, no tenía más opción que ocupar los poderes que había heredado de su padre biológico, por más que le doliera no podía morir ahí.

Cuando el barco se partió por la mitad Quincey estaba en la parte más alta y estiro sus brazos formando una cruz, se concentró y sintió como su cuerpo se volvía nada, su mente se expandió por toda la zona, se había convertido en neblina y en esa forma el continuo su viaje llegando a costas americanas, donde cayó en la arena producto del cansancio.

Durante la mañana una chica de piel tan blanca como la nieve y largo cabello negro lo rescató, lo acogió en su humilde hogar y le dio algo de comer, pero el joven no pudo tragar bien la comida, ahora que había despertado como vampiro el tipo de comida que necesitaba era otra.

Los días fueron pasando tranquilamente, por suerte había llegado a una zona alejada de las ciudades y guerras que se estaban llevando a cabo, pero su fuerza era cada vez  cada vez menor, la chica que lo que acogió vivía sola entremedio de un pequeño bosque y si la asesinaba nadie sabría, se golpeo ante aquel pensamiento. El no quería convertirse en la misma criatura que él, optó por salir de noche a cazar animales, quizás la sangre de ellos pueda reemplazar en algo la de un humano, pero no dio resultado.

Una noche ya no pudo controlarse y atacó a la chica, bebió gran parte de su sangre, pero la joven siguió con vida, consternado ante su acción decidió irse, pero la pelinegra lo detuvo. Desde hace años la chica perdió a su familia por la guerra, ahora volvió a sonreír junto a Quincey y aunque fuera criatura sobrenatural ella se había enamorado.

Tras aquel incidente Quincey se quedó junto a la joven hasta que recuperó sus fuerzas, se disculpó sus acciones y a cambio recibió un cálido abrazo, aquel día la chica de nombre Emma decidió quedarse junto al vampiro y esa misma noche realizaron el ritual para convertirse en vampiro, así vivirían una eternidad juntos.

Se cambiaron de hogar, pues necesitaban de vivir de sangre humana y se retiraron cerca de una ciudad donde había muchos accidentes con animales, se limitaban a sacar la sangre de cadáveres y conservarlas en refrigeración.

Algunos años pasaron, ahora era 1917, donde Emma resultó estar embarazada, el bebé nacería a finales de ese año, pero la primera guerra mundial se desató años antes y tuvieron que alejarse de la mano de Dios. Quincey se aseguró de llevar la máxima cantidad de sangre humana posible, aunque con los hombres arriesgando la vida por la guerra sería más fácil atacar, pero no pondría en peligro a su mujer y futuro hijo a una situación de riesgo.

En diciembre nació Erika Harker, la nieta del conde Drácula, heredando la belleza de su madre y la maldición de su padre, era una evolución más allá de cualquier capacidad de algún vampiro, pero su padre la quería proteger del mundo.

Pasaron 5 años y Quincey salió de cacería en la noche, en la ciudad se encontró con el hijo mayor de Abraham van Helsing, Argus van Helsing de cabello castaño claro junto a dos niños de 12 años de cabello blanco, se mordió los labios y un escalofrío recorrió su cuerpo. Quincey ya tenía la sangre necesaria y optó por irse, cuando se volteó uno de los niños albinos se encontraba mirándolo fijamente, sus ojos celestes iguales a los de su padre e iba armado con una espada de plata, algo no estaba bien.

En ese momento el niño de lanzó en un ataque frontal, Quincey lo esquivo, pero el chico había preparado su pierna y lo pateo en el estomago provocando que se golpeara contra la pared, ese niño no era normal. Con el alboroto llegó Argus junto al otro niño albino y ahí descubrió de qué se trataba todo, el castaño le explicó que lo buscaban por ser un vampiro y que los Helsing seguían manteniendo la profesión de su predecesor, cazador de vampiros.

Quincey decidió convertirse en neblina y retirarse del lugar, el albino que lo enfrentó de nombre Raynard lo iba a seguir, pero su padre lo detuvo diciendo que le seguirían el rastro y encontrarían aún más vampiros, el otro albino de nombre Ragnard se dedicó a observar.

Varias noches después comenzó la cacería, Argus y sus hijos entraron a la pequeña casa de madera en la cual vivían Quincey y Emma, pero esa noche Quincey había sacado a pasear a Erika que quería conocer el bosque un poco más allá de la casa. Cuando ambos volvieron Quincey se percató de lo que pasa y temía lo peor por su esposa, dejó a la pequeña Erika en el bosque dándole la orden que huyera lo más lejos que pudiera, Quincey se adentró en su hogar a través de la ventana encontrando a su esposa vuelta cenizas a manos de Argus, los gemelos estaban afuera y esperaban a su padre, Ragnard se acercó a la puerta a ver la pelea de su padre contra el vampiro con emoción y Raynard sintió algo del bosque, como si una hermosa melodía lo llamara y salió a buscarla.

En el interior de la casa tras una larga batalla Argus resultó vencedor, ya que atravesó el corazón de Quincey con su afilada espada de plata, pero al salir solo estaba uno de sus hijos y al preguntar por el otro se desconocía su paradero, conociendo a su hijo estaba paseando por el lugar, siempre se aburría, pero pasaba el tiempo y no volvía. Argus comenzó a preocuparse y se inició una larga búsqueda por el heredero con más habilidades, pero no lo encontraron, era como si aquella noche se hubiera esfumado para siempre.

El tiempo pasó, la guerra mundial llegó a su fin  y la organización de cazadores creció exponencialmente bajo el mandato del legado Helsing. Ragnard a corta edad asumió como el segundo al mando y bajo la voluntad de su padre comenzó una cruel caza contra todos los vampiros, pero realmente solo quería buscar a su hermano. No sabía si había muerto por vampiros, si lo convirtieron o simplemente se fue, hasta que uno de los más grande ataques conocidos ocurrió en la historia del cuartel.

Su hermano Raynard volvió asesinando a quien se le cruzará, Argus apareció, pero en una increíble velocidad su hermano le arrebató la garganta a su padre, evito confrontarse a él y ya había ido tras su madre. Tras aquel ataque su hermano volvió a desaparecer y no volvió a encontrarlo.

Los años pasaron, el cuerpo de Ragnard ya no es lo que era, tenía arrugas y reacciones más lentas, le dejo todo a su hijo menor Nyx y prefirió ocultar todo respecto a los malos pasados de algunos Helsing, ya que la nueva era no necesitaba saber de aquellas traiciones e incluso se llevó el secreto a la tumba.

Nyx realizó su vida casi normal, acabando con algunos vampiros, pero su vida iba acabar abruptamente debido al ataque de la vampiresa de largo cabello negro, ella acabo con el cazador y su hija que estaba con él, al parecer desconocía la existencia del niño más pequeño que bautizaron igual que su abuelo, Ragnard van Helsing.

Actualmente Ragnard era el líder, quien se dirigía a Rumania a salvar a su prometida y enfrentar a su sangriento destino.

La Descendencia de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora