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Louis mira a Harry de arriba a abajo.

- No te muevas.- Ordena el pequeño.

Da vueltas alrededor del cuerpo de su amigo observando todo.

El ojiazul le mira a los ojos y sonríe, por segunda vez.

- Harry... ¿Quieres ser mi lienzo?

¿Cómo puede decir que no a un Louis feliz?

- Claro.

El ojiazul, ilusionado, agarra de la mano a Harry para llevarlo hasta el ático, pasando por un pasillo lleno de dibujos fracasados.

Abre el ático y el ruloso lo mira atento.

El ático no está pintado, tiene esa madera vieja aún visible.

- Ponte ahí y quítate la ropa.

El ojiverde le mira confundido, pero hace lo que le dijo. Se quita la ropa excepto la ropa interior y se para en medio de la habitación.

Louis mientras tanto, sube las persianas para tener más luz en aquel lugar y se acerca a su amigo con algunas pinturas.

Sonríe y pasa el pincel por su mejilla, haciendo algunas formas. Sigue dibujando por su torso y piernas.

Harry le lanza algunas miradas a sus orbes azules, concentrados en llenar su cuerpo de pintura.

- No estoy loco. No soy raro.- Afirma Louis en un suspiro.

- No lo eres, Louis...

Pero Harry pensaba todo lo contrario. No era normal de una persona estar tan obsesionada con algo.

Pero él amaba a Louis. Aunque pintara toda la ciudad en una sola noche.

- ¿Por qué este lugar no está pintado?- Pregunta Harry con curiosidad.

- Decidí que debía tener un lugar donde no pudiera ver lo horrible que soy dibujando. Un lugar donde no me siguieran esas X rojas.

- Tú pones esas X rojas, ¿por qué?

Louis niega con la cabeza.

- Yo no las pongo, ellas se ponen solas. Ellas siguen el fracaso...

Harry sabía que Louis tenía algo en la cabeza que no era normal.

Pero lo peor era que no podía apreciar lo talentoso que era, porque lo era, y mucho.

- Si quisieras, podrías vender tus cuadros por mucho dinero.

- No me interesa el dinero.- Dice sin dejar de pintar. - Me interesa encontrar el arte.

Después de una hora, acaba de pintar a Harry.

Louis se separa un poco y admira su obra. Se sienta en el suelo y suspira.

- Me he equivocado.

Harry frunce el ceño mirando al pequeño Louis.

- ¿Cómo que te has equivocado?- Mira su cuerpo lleno de pintura.

- La verdadera obra maestra está debajo de la pintura.

Artouist [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora