1

1.2K 70 30
                                    

Caminaba por las calles de Death city, la lluvia no hacía para nada agradable mi vista, mientras recorría una calle accidentalmente patee una caja de donde provenía un maullido.

―¿Hum?―fui por la caja y dentro de esta me encontré a una pequeña gata, tenía el pelaje rubio. La mire atento, temblaba en mis manos, tenía los ojos cerrados. ―Que bien que nadie vive conmigo―. Tomé al minino y la metí dentro de mi chaqueta, corrí por las calles hasta llegar a mi departamento, saque al animal de mi chaqueta y me la quite. Fui a la cocina por un pequeño plato y leche.

―Miauu―. La pequeña gata me miraba, tenía los ojos verdes jade muy bonitos a mi parecer.

―Ven aquí― la seque con una toalla que ya no usaba y la deje comiendo mientras que yo me retiraba para ir a ducharme, no quería morir de una gripe . Mi teléfono empezó a sonar fuertemente en la cocina donde lo había olvidado, abrí la puerta sin cuidado alguno provocando que la gata saliera corriendo.

―¿Si? ¿Quien habla?―

―¡Soruuu!― retire mi oído del teléfono el grito me dejó sordo por unos instantes.

― ¿Kim? ¿Que quieres?

―Ya sabes amor, una buena noche―. Kim era mi "novia", sólo estaba con ella por compromiso. Más bien una apuesta.

―Estoy ocupado―. Termine la llamada solando un suspiro de fastidio, entre al baño para despojarme de mi ropa mojada disfrutando al instante el agua caliente que salia de la regadera.

Después de 10 minutos salí del baño y entre a mi habitación pero detuve mi paso gracias a un extraño sonido proveniente de mi sala.

―¿Quien anda ahí?―dije, seguí escuchando ruido, me acerqué a la sala y casi me caigo de espaldas.

―Nyaa odio la lluvia―. Una chica de cabello rubio cenizo y ojos verdes estaba frente a mi, tenía puesto una especie de blusa que le quedaba larga.

―¿T-tú quien eres?―

―¿Yo te olvidase de mi?, me sacaste de la lluvia gracias―. Mire sobre su cabeza de donde salían dos orejas del mismo tono de su cabello.

Mi teléfono empezó a sonar haciendo que la "chica gata" se tapara los oídos.

―Apaga esa cosa de una vez―grito

―Si, ¿quien habla?―dije por el teléfono

―¡Sooul soy tu dios abre la puerta o la abro yo!―. Escuchaba ladridos afuera del depatamento

―¡No! ¡Black Star! ¡Espera―.

Mi mejor e idiota amigo casi rompió la puerta de una patada entrando con un perro pastor alemán negro que tenía una estrella en blanco a un costado de la oreja.

―¡Soul!―. El perro empezó a ladrar a la chica provocando que está saliera corriendo y se transformara en gato subiendo a el refrigerador.

―¡Largo!― vocifero gritándole al perro que seguía ladrando como loco.―¿¡Que?! ¡no es mi culpa que uno de mi especie te atacara de cachorro!―el perro siguió ladrando más fuerte. ―¡Y eso que! ¡Idiota! ¡Nunca en mi vida me había acercado a un perro!―

―S-Soul―observe a mi amigo que estaba pálido―¿Que es esa cosa?―

―Pues digamos...―

―Soy un gato ¿que no es obvio?―dijo saltando del refrigerador tranquilamente bajo la mirada atenta del perro quien por fin se había calmado. ― Me llamo Maka―

―¿Maka? Esta bien, ahora podrías explicarme como demonios pasaste de ser un gato a una humana y de nuevo a un gato―dije tratando de no volverme loco.

―Ni siquiera yo lo sé, sólo lo hago y ya.― El perro le ladro―¡una palabra más y te saco la lengua con mis garras!― exclamo levantando su pata sacando sus uñas.

―¿Puedes entenderlo?― hablo esta vez Black Star.

―Si, lamentablemente. Tu perro es un idiota y por tu cara creo que eres igual―. Yo mire a la gata y empece a reír fuertemente.

―Eso fue genial―. Maka se transformo en humana.

―Tengo sueño―dijo recostándose en el sillón.―Hace tanto tiempo que no duermo en un lugar tan cómodo―

―¿Cuanto tiempo?―

―Al rededor de 5 años―

―Que mal, bueno ¡Soul! Me tengo que ir. ¡Vamos Loki!―. El perro junto con Black Star se fueron dejando todo en silencio.

―Valla que son ruidosos― murmuro Maka acostada en el sofá.

―¿Que?―

―Oye Soul―dijo Maka, yo la mire atento.―P-pues, ¿podría quedarme aquí unos días? es que no quiero volver afuera todavía y pues...―

―Puedes quedarte el tiempo que quieras, sólo no te aproveches demasiado―a Maka se le iluminaron los ojos se transformó en gato y saltó a mi regazo.

―¡Gracias!―ella empezó a ronronear.

―No es nada, si no te importa me iré a dormir, si quieres algo me dices―

―Bien, ¿me puedes traer algo con que cubrirme? está haciendo frío  ―

―Si ya te traigo algo―

Me levante del sofá para ir por una pequeña manta para la rubia, definitivamente esto sería totalmente nuevo, ¿seré capaz de vivir con una chica gato?.

―Eh Maka aquí está...―me encontré con ella profundamente dormida. La tape y la escuche balbucear en sus sueños.

―No... ese pescado es mío...―. Reí un poco por esa linda escena, le puse la manta en sima y yo me fui a dormir.

Yo estaba totalmente seguro que sería un buen día, y que equivocado estaba.

¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥¥

Esta no ah sido de mis mejores historias pero bueno.

Díganme que les parece, ya que me importa mucho su opinión.

Sin más me despido.

Adiós mis queridas almas.

Que les gustaría que fuera Tsubaki, gata o humana.

Enamorado De Una Gata-Soul Eater Donde viven las historias. Descúbrelo ahora