Estamos en Corea...

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Música: Hello *versión japonesa* Donghae & Eunhyuk

Ese tarde ya cumplía nuestro primer mes en esa maravillosa isla de Corea. Habíamos conocido mucha gente y hermosos lugares tantos que ni siquiera podría recordar sus nombres, pero sin duda era como estar en el paraíso. Incluso habíamos conocido unos chicos muy amables en el avión cuando hicimos escala en Seul. Recuerdo que ambos me parecieron muy lindos y volvimos a cruzarlos varias veces en la isla. Pero no habíamos podido hablar con ellos. Ni para preguntar sus nombres.
Ese día era muy lindo, el clima estaba hermoso.
Excepto por una cosa Rimrim había cometido la tontería de incluirnos en estúpido tour donde todas las demás personas eran parejas de ancianos, que querían conocer la parte histórica de la isla.
Íbamos a mitad del recorrido cuando encontré un pequeño sendero que se adentraba en una zona boscosa. Por mi experiencia en lugares similares si caminábamos por ese sendero podríamos llegar a la playa y mi sospecha fue confirmada cuando vi a un muchacho internarse en ese camino con una tabla de surf en sus manos. Eso era más que suficiente para mí. Sin duda no quería pasar el resto del día escuchando a ese señor hablando de cosas aburridas. Quería que mis recuerdos de Corea estuvieran llenos de aventuras y diversión.
Tome a Rimrim del brazo y la arrastre hasta el borde del camino.
-Oye que haces? Estas loca?! - dijo mirándome confundida.
-Vamos Rim, esto es súper aburrido! - me queje. Creía que ese señor jamás pararía de hablar.
-Pero Rae! Que pasa si nos perdemos?! - dijo mientras empezamos a caminar. Yo la escuchaba y no entendía porque se preocupaba tanto. Ese lugar era hermoso.
-Vamos Je Rim sólo será un momento quiero ver a los chicos surfear - dije tratando de animarla.
-Tu sólo quieres ver chicos y punto - se burló - además nisiquiera sabemos surfear - aclaró impaciente. Pero yo no la escuchaba porque pude ver a lo lejos las hermosas olas. Sentía que el mar tenía un poder mágico. Como si pudiera cumplir cualquier deseo.
Entonces mi concentración se fue al suelo y podía escuchar la risa de Rimrim tintinear en mis oídos.
-Callate tonta y ayudame - le dije mientras tomaba su mano para levantarme. Venía tan concentrada en la vista que no mire por donde iba y terminé de rodillas en el suelo. Pero eso era común para mi así que nisiquiera me dolió.
Sobretodo porque estaba segura de que ya lo tenía cerca, podía sentir el aroma de la brisa marina.
-Estas bien - preguntó Rimrim. Ella estaba realmente tentada y reía sin parar.
-Que mala amiga eres - me queje con fastidio.
-Vamos Rae lo siento - se disculpó tratando de contener su risa - pero creó que sin duda esto esta empezando a ser divertido - se burló soltando la risa. Yo sólo me resigne ella era todo un caso. Pero era mi mejor amiga y realmente la quería.
Cuando llegamos a la playa el muchacho que había visto antes estaba sentado junto a su tabla y contemplando el mar. Vestía pantalones cortos de un color claro y una camiseta negra sin mangas con escote en V. Su cabello era castaño ni muy oscuro ni muy claro brillaba con las gotas de agua que reflejaban la luz del sol.
Pensé en hablarle pero note que había perdido a mi amiga. Que contemplaba maravillada el choque del las olas y sonreí, desde pequeñas siempre amamos la vista al mar y por esa razón habíamos hecho este viaje.
De pronto una voz a lo lejos hizo que nos miráramos.
-Hyuk - grito el muchacho que se acercaba corriendo hacia donde el otro chico esperaba sentado. Hyuk hizo un gesto con la mano saludándolo.
Yo no podía creer lo que veía quien sea que fuera su amigo, era el chico más lindo y sexy que había visto. Traía unos pantalones negros cortos y una camisa azul claro atada en la cintura, su cabello era oscuro y su cuerpo parecía el de un dios griego. Reí por mis pensamientos. Chicos así de lindos seguramente debían tener a alguien esperándolos.
-Rae aún recuerdas como respirar - bromeó Rimrim, cuando lleve mi mano hacia mi rostro tapando mi boca.
-Por amor a Zeus - exhale y ambas reímos. Nuestras risas hicieron que los muchachos voltearan a vernos. Sus impecables sonrisas eran aún más bellas que el paisaje.
-Que hacen estas dos señoritas aquí solas - comentó el chico aún desconocido para nosotras.
-Nosotras podríamos preguntar lo mismo de ustedes - habló Rimrim a la defensiva.
-Despacio Hae asustas a las lindas chicas - bromeó Hyuk riendo.
-Ustedes no asustan - dije riendo, definitivamente no podía asustarme de semejante hombre.
-Pues creó que estamos en desventaja ya que aún no sabemos sus nombres - comentó Hae.
-Creo que debemos irnos - dijo Rim evitando la mirada de Hyuk que la contemplaba con interés y diversión.
-Y porque nos iríamos si acabamos de llegar - dije sentándome en la arena. Suerte para mi que Rim me había traído algo de ropa deportiva sino nisiquiera podría caminar. Pero aún así me dolían las piernas por la caída. Rim me miró parecía como si no supiera que hacer.
-Lee Je Rim quieres sentarte me pones nerviosa - dije tomándola del brazo y sentándola a mi lado.
-Estas bien Rae - preguntó mi amiga con preocupación.
-Si pero esta empezando a doler - dije frotando mis rodillas.
-Que te sucedió - preguntó Hyuk. Yo sonreí esos chicos eran extraños pero divertidos.
-Sólo tropecé - confesé con simpleza. Caer no era nada nuevo para mí.
-Deberíamos ver un médico - sugirió Rim.
-No creó que sea necesario - hable negando con la cabeza. Yo no era una persona muy amante de los médicos.
-Pero entonces mejor vamos a casa Rae - habló Rimrim, poniéndose de pie y extendiéndome su mano.
-Si quieren podemos llevarlas - ofrecieron los chicos y yo reí.
-Ustedes?! - pregunte sorprendida. Había algo familiar en esos dos. Pero no lograba descifrar que era.
-Claro porque de cualquier forma ya debemos volver a casa - habló Hae. Yo mire a Rim. La verdad moría por decirles que si pero no los conocía y no sabía que pensar.
Mientras caminamos hacia el transporte de los chicos, nos comentaron que Hyuk era médico y Hae era agente federal y ambos estaban de vacaciones en la isla.
Nisiquiera se porque deje que Rim me convenciera de ir con ellos pero la verdad ninguna de las dos tenía ganas de seguir caminando.
Yo sentía que ya no podía más y pude ver por la expresión en el rostro de Rimrim qué ella también estaba bastante cansada. No lo pensé demasiado y me senté en las escaleras de la entrada de la caseta de los guardacostas. Tal vez no era mala idea que me viera un doctor. Rim tomó asiento a mi lado.
-Voy por mis cosas - habló Hyuk entrando en la caseta.
-Trabajas aquí - le pregunte sorprendida. El sonrió.
-En realidad sólo soy voluntario - dijo perdiéndose dentro de la pequeña caseta. Apareció segundos después sin la tabla con dos juegos de llaves en las manos y una mochila.
-Entonces no deberías quedarte aquí por si algo ocurre - le preguntó Rimrim mirándolo.
-No realmente, las únicas lo más locas para acercarse al mar en estas condiciones son ustedes - comentó Hyuk riendo - bueno ustedes y Donghae - dijo señalando a su amigo. Yo no pude evitar reír.
-Que?! Cuáles condiciones!? - preguntó Rimrim algo asustada.
-Se aproxima una tormenta - habló Hae mirando las nubes. Y Hyuk asintió.
-Te dije que esto había sido mala idea - comentó Rimrim.
-Señoritas sus transportes están aquí - habló Hyuk señalando dos motocicletas estacionadas al borde del sendero. Mire a Rimrim y ella no supo que decir y a decir verdad tampoco tenía palabras en ese momento pero decidí no pensar demasiado en eso.
-Bueno esto será interesante. Que les parece si como agradecimiento los invitamos unas pizzas y tal vez podrían mostrarnos la ciudad - hable mirando a Hae.
-Eso me parece una excelente idea y es más conozco el lugar perfecto para comer - comentó Hae. Y fue cuando algo en su mirada sonriente me pareció muy familiar.
-Son los chicos del avión - dije de la nada. Mi amiga me miró con confusión, mientras que ellos se echaron a reír.
-Creí que no recordarían eso - habló Hyuk riendo.
-Claro por eso su rostro se me hacia conocido. Fue el chico al que le tiraste encima el café - comentó Rimrim riendo.
-Si en verdad fue un tanto a propósito - confesé mirando a hyuk. El me miró confundido mientras que Rim y Hae no paraban de reír. Todos reímos pero entonces un destello y un estruendo callaron todo. Podíamos ver que lo de la tormenta parecía serio.
-Si quieres lo explicó pero antes... Soy Han Rae-Yoo y lamento lo del café - dije entre risas - ella es mi amiga Lee Je-Rim - nos presente, más concretamente para poder conocerlos mejor.
Y luego de indicarles a los chicos la dirección del apartamento que alquilábamos con Je Rim, subimos a las motocicletas.

Perdidas en SeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora