Prologo - Nuestra relación.

28.6K 887 189
                                    


Mi mejor "amigo".
.
.
.

-¡Maldita sea! ¡la próxima trae condones!-grité en un tono ensordecedor.

-Ya, ya perdón. Esta mañana opté por cambiar de bolso y se me olvidaron...-respondió como si nada.

Bien por él, pero quien en éste momento está leno de su "esencia", soy yo, maldita sea, Patrick sabe que no me gusta tener esa sensación tan pegajosa dentro de mí, ¡es demasiado incómodo! Pero este desgraciado nunca me hace caso, bueno, quién me manda a ser amigo de este bastardo.

Todavía me encontraba en sus piernas y podía sentir como su pene volvía a despertar, se está poniendo duro. ¡No otra vez!

-Espera, s-sueltame, no otra vez... Me duele, apenas acabamos de hacerlo.- rogué, en serio me dolía pero sabía que a él eso no le importaba.

Me sujetó fuerte de las caderas impidiendo mi escape. Dirigió su rostro a mi cuello, empezó a lamerlo y a rosar su nariz en éste, causando escalofríos en todo mi ser y uno que otro gemido que intenté reprimir.

-¿Que te soltara? yo veo que quieres más al igual que yo.- hablo burlón, mientras me acariciaba la entrepierna.

-Ahh.., ¡Espera! ¡E-es..!.- no me dejo continuar sus labios se estamparon con los míos y no de manara suave, fue salvaje y demandante, quería meter su lengua, quise detenerlo pero al momento que me mordió el labio inferior se me escapó un gemido el cual me hizo abrir la boca dándole paso a su lengua.

Después de separarnos por la falta de aire, se recostó en el frío suelo, me dio una señal para que me colocara encima de él, justo cuando estaba a punto de hacerlo... Me detuvo.

-Al revés. -dijo con una clara sonrisa pervertida.

Me lo pensé por unos segundos, pero al final terminé de obedecer. Me posicione encima de él topándome con su gran erección. Antes que pudiera quejarme, empezó a meter en mí su miembro, por instinto bajé para que entrara completo.

Me temblaban las piernas, me sentía caliente y sumamente sumergido en la lujuria, bueno, ¿Cómo no estarlo? la manera en que teníamos sexo me volvía loco. Por supuesto fui el primero en correrse con un sonoro gemido, que pareció escucharse hasta en china.

Me puso en cuatro mirando hacia la pared, mis piernas me seguían temblando, sentía que se me era imposible estar por mucho tiempo así, bueno, claro que estaré así, era la segunda ronda y no me había dejado descansar más que unos segundos.

Seguido de eso, salió de nuevo de mí, cuando iba a quejarme, pude sentir como su cálida lengua empezó a recorrer mi ya no tan delicada entrada, estuvo así por un rato chupando y succionando. Todo esto mientras yo gemía y gemía sin control pero es que ¡Joder! Se sentía demasiado bien. Aun que el dolor seguía presente, era muy mínimo. Ya llevamos haciendo esto un buen rato.

-Creo que con esto, no necesitamos gastar tanto lubricante..- comentó vacilon mientras se apartaba un poco.

Antes de poder decir algo, pude sentir ese miembro tan caliente rozándome de una manera descarada mis nalgas, se posicionó entre ellas y empezó a moverse de arriba a bajo, haciéndome desesperar y querer ir por más.

- ¡Maldita sea.. Ya e-entra!, me e-estás volviendo l-loco- le dije entre jadeos y gemidos con un tono de suplica, pude ver una pequeña sonrisa sarcástica de su parte.

Me penetró, causando que yo gritara y me estremeciera, ese miembro tan palpitante y caliente dentro de mí. Me dio una embestida fuerte la cual rápidamente toco mi punto, ese el cual me hacía sentir tan bien y me hacia gemir como perra en celo.

- ¡Ahhhm! ¡Ahhhh!- Era lo único que pronunciaba.

¿Mi Mejor Amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora