Y entonces te das cuenta de que todo a cambiado. Tú ya no eres la misma persona. Todo en lo que antes habías creido desaparece. Ya no hay historias de amor ni amistades de película, tampoco una familia perfecta. Empiezas a pensar que nunca has tenido nada de esto. Y derrepente un día te das cuenta que es así.
Que nunca tendrás una historia de amor porque dejas de creer en él. No eres romántica, mas bien eres un desastre. Haces locuras, sigues siendo infantil e inmadura, te da igual salir de casa con un calcetín de cada color o observar durante horas un mismo paisaje. Te das cuenta de que tus gustos son muy diferentes a los de los demás y dejas de verlo como algo malo, solo eso, diferente. Eres tan simple que acabas siendo el rompecabezas más complejo. Que eres de esas personas que necesitan estar sola algunas veces y en compañía otras tantas. Pero sobretodo lo que cambia es que dejas de esperar que ocurra. Empiezas a ver que la vida son tres días y vas por el segundo. Que es mejor vivir el momento. Que siempre es mejor arriesgarse. Que es mejor vivir. Y si llega ere alguien que mueva todo tu mundo, llegará. Pero no te pillara esperando.
Tampoco tendrás amistades de película porque no vives en una. Vas viendo la clase de personas que hay en el mundo. La clase de gente que te gustaría tener a tu lado y los que sabes que nunca te fallarán. Hasta que te fallan. A veces necesitamos darnos de bruces contra la realidad para ver que realmente la estabamos distorsionando. Que no es bueno idealizar a nadie ni depender de nadie. Quizá te vuelves más solitaria. Pero tienes que pasar por momentos de soledad y creer en que llegará esa persona en la que logres confiar plenamente. Una persona con la que no tengas que pensar si te fallará o no, simplemente lo sepas, lo sientas. Que sea una amistad verdadera. De las que no todo el mundo tiene. De las que das las gracias por tener.
También dejas de buscar la familia perfecta, porque tú misma no lo eres. A veces llegas a pensar que no tienes esa familia, sin darte cuenta que es concepto de perfección esta mal definido. Aprendes a ver tu propio concepto de perfección. A querer a los tuyos y ser querida y ver que por muy dividida que esté, la familia siempre será un único bloque. Que esa es nuestra naturaleza, tendemos a formar grupos. Y la familia es un grupo al que siempre pertenecerás. Al fin y al cabo, son los que están ahí. Pero lo malo es que estos pensamientos llegan despues de una gran tormenta. Después de discutir y de herir. Porque piensas, ¿quién dice que ese único bloque no pueda romperse? No seré yo, pero lo que si te digo es que si se rompe es difícil de arreglar. Tardamos en darnos cuenta de que estamos equivocados. Deberíamos aprender a respetar más y romper menos. Aprender a tener más empatía y sobretodo a perdonar.
Pero a veces es necesario alejarse para ver las cosas con mejor ángulo. A veces es necesario escapar.Y quizá ese fue mi error.