Capítulo 4 - Mudanza en acción

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Luego de ayudar a Keith a descargar el camión todo estaba hecho.

Eran las 2:03pm, nuestros estómagos gruñían, estábamos hambrientos (O al menos yo lo estaba) y el aroma que destilaba de la cocina no ayudaba mucho.

No resistí mas y fui en busca de mi madre, ya debería haber terminado la comida.

Efectivamente ya estaba lista, la estaba sirviendo en los respectivos platos. Acelere el paso colocando los implemento en el comedor y de a uno en uno los platos.

Una vez la mesa lista me dispuse a llamar a mi padre para que comiéramos, él se encargo de llamar a Keith, por suerte. En el fondo, yo quería mantener el mínimo contacto posible con él.

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Nos sentamos a comer.

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El ambiente se sentía normal, menos iincómodo los que pensé que estaría, pero claro, Keith era la excepción. Y No lo culpo, técnicamente está comiendo con desconocidos, o así lo siento yo.

Mi madre, típico de ella, rompió la tensión tratando de entablar una conversación con él.

- ¿Y qué tal la comida, Keith?

- Exquisito. Muy sabroso todo Señora Miranda, cocina como los dioses. - dijo con una sonrisa y... ¿eso era un sonrojo?

Siguieron hablando los dos y más adelante se unió mi padre, pero yo aún seguía callada. No quería que me notasen, no quería ser añadida a la conversación, me sentía algo incómoda, -y por lo general no soy así- el caso es que no sabia el porqué.

Quizás... ¿era por la presencia de Keith?

Sí 》 Respondió mi oportuna conciencia, como bofetada.

Entonces... ¿Keith me ponía nerviosa? Vaya...

《¿Nerviosa? Si notaras tu cara. Cierra la boca, niña. Y deja de ver a toda parte como si no supieras dónde estas, ¡que estas en tu casa!》

Me incorporé.

- Keith eres un buen muchacho. Me encantaría que mi hija tuviera amigos como tu, respetuosos. - habló mi madre.

Rodé los ojos. Lo que me faltaba, mi nombre en ma conversación.

- Me halaga señora, pero supongo que su hija debe tenerlos... es una señorita muy inteligente, sabrá elegir. - estúpido. - Además, a leguas se nota la calidad de padres que son, ella tiene una muy buena educación. Son una excelente familia.

¿Por qué habla como si yo no estuviera aquí?

- Gracias. - respondí al "alago" - la verdad, me siento bastante agradecida por la familia que me tocó. - ¿Qué más digo? - ¿Y... tu? Tu familia, ¿qué tal es?

La incomodidad era palpable en mi voz al gesticular la pregunta. Se sentía que preguntaba por compromiso en lugar de que me interesara la respuesta. Pero, ¿y qué? Algo tenía que decir.

- Es... complicada. Vivía con mi madre y... - se aclaró la garganta. - mi padre... no lo veo mucho. Ellos se separaron cuando tenia trece años.

Oh.

- Lo... siento.

- No hay problema. - me sonrió. - eso lo superé hace mucho.

Pensé en darle un giro a la conversación. Otro tema... otro tema. Ah, ya. La pequeña curiosidad que me quedó de aquella vez.

- ¿Sabes qué me parece raro? Nunca haberte visto en el instituto - solté, Keith pareció tensarse ligeramente.

- Mmm, la razón seguramente es porque yo estaba en jornada contraria. Ya sabes, tarde-noche.

Qué raro.

- ¿Y eso debido a...? - dije, en un intento de no sonar demasiado interesada.

- Me quedaba algo lejos. - levantó los hombros como restándole importancia. - Pero ahora que estoy relativamente más cerca podré llegar temprano... me pasaré a la mañana. Contigo.

Increíble.

Asentí con una sonrisa que al poco tiempo se volvió una mueca. Di por cerrado el tema. Me levanté y llevé mi plato al lavavajillas (no sin antes despedirme). Debía alistarme, había quedado con Anisha en el café hoy.

Me fijé en el reloj de la cocina. Eran las 3:10 pm, y yo había quedado a ir con ella a las 4:00 pm.

Debía apurarme.

***

Estos capítulos serán algo cortos... pero prometo que más adelante serán mas extensos.

(No olviden votar y comentar)

Los quiero,

*Nathalia*

Inquilino♡. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora