-Has venido.-Me dijo el chico que se sentó a mi lado.
-Sí, ¿qué quieres de mí?-Contesté sin mirarle a la cara.
-Te quiero.
-¡¿Pero qué dices?! ¡No te conozco!-Grité, quizá más de lo que pensaba.
-Tranquila, sé que tienes novio, no quiero que le dejes, hacéis muy buena pareja.
-Mira, no sé quién eres, ni tu nombre ni...
-Colin.
-¿Qué?
-Me llamo Colin.
-Eh... Vale, pues, Colin, no sé ni de dónde vienes ni nada de ti, por favor, vete de mi vida, porque no viviré agusto si pienso que alguien está vigilandome.
-Yo no te vigilo.
-¿Entonces por qué sabes todo sobre mí?
-Verás... Es una larga historia.
-Bien, pues no quiero saberla.
-No te la iba a contar.
-Adiós.-Dije con tono molesto mientras me alejaba.
-¡No, espera!-Me dí la vuelta.-Podemos ser amigos.
-No quiero ser amiga de un acosador.
Él soltó una carcajada.
-Por favor, quédate un rato más.Le miré y me fui. No quería estar con él.
Busqué a Ross por todo el parque, pero no le encontraba, así que le llamé por teléfono. No contestaba. Me preocupé, así que me dirigí hacia mi casa a contarle todo a mi madre y de ahí le busqué; quizás se había ido a otro lado para no esperar tanto.-¿Y no te suena su cara?-Me dijo mi madre al terminar de contarle quién era mi "admirador".
-Un poco, pero no tengo ni idea... Y Ross no aparece.
-¿Que no aparece? ¿Le has llamado?
-Sí, y no me coge el teléfono. Iré a su casa para ver si está allí.
-Vale, ¿quieres que te acompañe? O llama a Kira, no vayas sola.
-Voy a llamarla ahora tranquila.Llamé a Kira y vino a mi casa, y de ahí a la de Ross, que tampoco estaba allí.
-¿Crees que puede haber ido a casa de algún amigo?-Me preguntó Kira.
-No, me lo habría dicho.
-Pues no sé... ¿Algún lugar que le guste? ¿Cafetería, por ejemplo?
-No, es que él me lo habría dicho antes de irse. Joder, ¿dónde está?
-¿Quieres llamar a la policía?
-Uy, sí. Y les digo: veréis, mi novio ha desaparecido y no le encuentro. Yo estaba con mi admirador secreto y cuando me he ido no estaba, ¿me ayudáis a encontrarlo?-Kira empezó a reírse.
-Parece que quieres ligar con los policías.
-Eso es lo menos que quiero en este momento...
-¿Su madre no sabe dónde puede estar?
-Su madre no sabe que yo soy su novia.
-Vaya... Bueno, volvamos a casa y pensamos dónde puede estar.Al llegar, Kira aparcó el coche mientras yo buscaba las llaves en mi bolso. Al entrar en casa, no había nadie, así que estaríamos solas.
Vi que en la encimera había una nota:
Olivia, he ido a hacer unos recados. Ha venido Ross y me ha dicho que te diga que esta noche vayas a su casa. Te quiero. Mamá.-¿Qué?-Dije al terminar de leerla.
-¿Qué pasa?-Preguntó Kira.
-Ross ha venido y ha hablado con mi madre. No entiendo por qué me ha dejado sola con el pirado ese.
-A lo mejor se aburría y se ha venido.
-No, es muy raro.Cuando volvió mi madre, Kira se fue y yo estuve arreglandome para ir a ver a Ross. Mi cabeza daba vueltas y vueltas. No entendía nada.
Por la noche, al llegar a su casa llamé al timbre, él fue quién abrió la puerta.-Hola.-Me dijo.-Estás muy guapa.
-Gracias. ¿Por qué me has dejado sola?
-Luego te lo digo. Pasa.Entré. No era la primera vez que veía su casa, siempre veníamos cuando no estaban sus padres.
-¡Mamá, papá, ya ha llegado!
-¿Me los vas a presentar?
-Tú me has presentado a tu familia, ya es hora de que conozcas la mía, ¿no?
-¡Vaya! Qué chica tan guapa.-Me dijo su madre mientras me daba un abrazo.
-Hola, ¿Olivia no?
-Sí, Olivia.-Contesté sonriendo.Cenamos en el salón. Ross no tenía hermanos, así que estábamos solo los cuatro. Hablamos de cómo nos conocimos, cuánto llevábamos juntos, y de temas bastantes normales.
Al acabar, nos fuimos a su cuarto, sus padres iban a ver a la abuela de Ross.-Tu familia es muy agradable.-Dije.
-Sí. Bueno, el motivo de por qué te he dejado sola es que...
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¿Y así es la vida?
Novela JuvenilElla era poesía. Sus versos rimaban entre mis labios cada día. Sus letras nadaban en mi mirada al verle. Pero ya no había tiempo para un rato. Sus metáforas, sus símiles, sus hipérboles; tanto era ella. A su lado yo era una triste sinfonía sin vida...