Capítulo 5

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—Si no es mutuo entonces ¿por qué ibas a besarme en la sala de ensayos?.
—No lo iba a hacer.
—¿No?. –Se acercó a mí. —Mirame y dime que no sientes lo mismo que yo.
—Yo... –Lo miré. —Yo... ¡Mierda no puedo!. –No podía mentirle, sí, sentía lo mismo que él así que lo besé, pero esta vez no fue un beso delicado, fue desesperado y apasionado. Luego de aquel beso lo miré. —Tengo que explicarte algo.

Lo hice pasar a mi casa, nos sentamos ambos en el sillón y le comencé a explicar la situación con Suga omitiendo su nombre.
—¿Entonces tú querías protegerme?. –Preguntó sonrojado.
—Sí.
—Me gustaría saber cómo se llama el chico.
—Bueno... A él le dicen Suga por ese nombre lo conozco.
—Su... ¿Suga?. –Su rostro se volvió blanco casi tanto como el papel, miró al suelo y volvió a repetir su nombre.
—Hoseok, ¿pasó algo?.
—Dijiste que él terminó con su novio, ¿cierto?.
—Sí, ¿Por qué?, ¿lo conoces?.
—Jimin... Él terminó conmigo... Por ti.
—¿Ah?. –¿realmente escuchaba bien?, Hoseok era el novio de Suga, me sentí realmente mal al saber que rompió con él por mí culpa.
—El un día me fue a ver y dijo que sentía cosas por alguien más entonces decidió terminar... No tenía idea que fueras tú.
—Yo...
—No hay necesidad de pedir perdon, no fue culpa tuya.
—Está bien. –Me alivió el hecho de que no sintiera rencor contra mí. —Pero ¿no crees que si se llega a enterar de que eres tú más va a querer que te alejes de mí?.
—Jimin, no permitiré que él me aleje de ti y rompa de nuevo mi corazón.

Sonreí al saber que él no dejaría que Suga nos alejara. Con él me sentía diferente, pero no diferente de mala forma, él me hacia experimentar millones de sentimientos y sensaciones que no había sentido con nadie.
Al despedirnos él me abrazó y me dio un suave beso en los labios, me fui a la cama feliz pensando en todo lo que había sucedido con Hoseok, no podía creer a la vez que Suga sea su ex novio y que yo haya sido el causante de ello. No seguí pensando más ya que el cansancio me había ganado.

Día domingo, desperté, me quedé mirando el techo preguntándome si lo que había pasado ayer era real.
Era temprano, me preguntaba si Hoseok estaría despierto para invitarlo a almorzar o hacer algo juntos... Pero tampoco quería incomodar o interrumpir sus planes, si es que ya tenía.

Hice mi rutina normal de día domingo, hice mis ejercicios, luego me bañé y tome mi desayuno, todo muy en paz hasta que mi celular sonó; mierda, era Suga, lo ignoré y continúe con mis cosas.

Era al rededor de la 1:30 de la tarde cuando el timbre sonó, abrí temerosamente esperando que no fuera Suga, para mí fortuna no era él.
—Hoseok.
—¡Jiminie!, traje el almuerzo, espero no molestar.
—Tú jamás vas a molestar. –Me hice a un lado de la puerta para que pasara.

La comida que llevó Hobi estaba deliciosa, almorzar con él fue muy lindo, me dijo que la comida la había hecho un amigo de él especialmente para mí. Fue un detalle muy dulce.

Al acabar todo nos sentamos a ver una película disfrutando de nuestra compañía y dulces abrazos, él apoyaba su cabeza en mi hombro mientras yo le hacía un suave cariño en el pelo. No podía ser una tarde más romántica.
Me levanté a hacer chocolate caliente ya que el clima no mejoraba mucho y hacia frío.
—¿Lo quieres con malvaviscos?. –pregunté desde la cocina.
—No es necesario, gracias.
—Está bien, pero después no te robes los míos.

Él sólo río y yo seguí con lo mío, antes de poder pasarle la taza a Hoseok sonó el timbre repetidas veces, lo cual me preocupó, rápidamente le pasé la taza a Hobi con su chocolate caliente ya que no quería que muriera de frío.
Abrí la puerta y mis ojos se abrieron de golpe.
—Su-Suga.
—Jimin.
—¿Cómo estás?. –No quería dejarlo pasar ¿como reaccionaria si veía a Hoseok ahí?.
—Ahora que te veo estoy mucho mejor, ¿puedo pasar?.
—¿Pa-Pasar?, ¡oh!, no, no, no... Bueno, mi casa en estos momentos...–No alcancé a decir nada porque un grito me interrumpió.
—¿Jimin, pasa algo?. –Maldita sea, Hoseok ahora no.
—Ese fue...–Suga me hizo a un lado y entró. —Hoseok.

Suga estaba a metros de Hoseok, la mirada de Suga daba miedo, estaba hirviendo en rabia, mientras que la de Hoseok era serena y tranquila, él seguía tomando si chocolate caliente como si nada pasara.

—A pasado bastante tiempo, ¿no es así?. –Preguntó Hoseok sonriendo leve.
—¿Qué haces aquí?.
—Veía una película mientras tomaba chocolate caliente, que por cierto está muy bueno, ¿quieres un sorbo?.
—Que desagradable eres, imbécil.
—Ouch. –Comenzó a actuar como si le hubiera dolido sus palabras. —Me pondría a llorar... Pero me acuerdo de que me importas una mierda y se me pasa. –Sonrió sarcástico.

Me comencé a poner nervioso, trataba de calmar a Suga para que no matara a Hoseok, quería que se fuera pero él se negaba. Suga quería una respuesta, quería saber qué sucedía.

—Jimin, ¿tú lo invitaste?. –Me miró desafiante.
—E-Él... Bueno...–Me interrumpió.
—No. –Hoseok se paró apartandome de él. —Yo vine por mi cuenta, ¿algun problema?.
—¿Desde cuando conoces a Jimin?
—Eso no te importa.
—¿Qué... Que eres de Jimin?.
—Algo más de lo que podrías ser tú, evidentemente.
—Hijo de p...–No alcanzó a hacerle nada a Hoseok ya que lo empujé a la salida. —No puedo creer que estuve contigo. –Dijo mirando a Hoseok.

Cerré la puerta de golpe, miré a Hoseok y noté que aquellas palabras de Suga le dolieron, él hacia como si no hubiera oído, pero le importaba, se notaba.

—¿Cuanto tiempo fuiste novio de él?. –Pregunté sentándome a su lado.
—Casi un año y medio, nuestra relación terminó hace aproximadamente cuatro meses.
—Aún... ¿Aún sientes algo por él?.
—Todo lo que sentía por él se esfumó.
—Pero te dolió, lo último que te dijo te hirió.
—Jiminie. –Rió. —No hablemos de él, ¿si?

Quería hacerle caso, pero también quería saber sobre la relación que habían tenido, simplemente me interesaba como se sentía.

—Pero Hoseok...
—Lo siento, no suelo hablar de ello.

Me lo imaginé, tenía los ojos cristalizados podía ser que Hoseok no sintiera nada por Suga, pero al no hablar de eso y tragarse todo esos sentimientos esos cuatro meses, no haber tenido apoyo esos cuatro meses debían hacer que se sintiera miserable.

—No te hace mal hablar sobre eso, Hobi, al contrario, te haría mucho mejor deshacerte de ese dolor. –Pasé mi brazo sobre su hombro.
—Jiminie... –Me miró y vi sus lágrimas caer lentamente. —Gracias. –Me abrazó y comenzó a llorar.

Abracé a Hoseok lo más fuerte posible, escuchaba su llanto desesperado el cual me rompió el corazón, pensar que una persona tan alegre estaba tan rota por dentro era devastador.
Escuchaba como Hoseok repetía las palabras "Hijo de puta" mientras sollozaba en mi hombro, le acariciaba la espalda para poder calmar un poco su llanto.

Después de un rato me miró, limpió las lágrimas de su rostro y me volvió a abrazar.

—Te quiero, Jimin, gracias. –Susurro a mi oído.

Just Coffee.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora