The Fight

Louis escuchó la puerta crujir al abrirse y dar un ligero portazo al cerrarse.

—Harry, ¿eres tú? —preguntó Louis soltando el periódico que llevaba en las manos

—N... no, es Brat Pitt —Su voz nerviosa hizo compañía a la del cuestionante. Respondió sarcásticamente dejando caer la llave sobre la mesita.

El muchacho caminó encorvado hasta la sala donde lo primero con lo que se toparon sus ojos fue a un Louis relajado y sentado en un diván.

El joven, al verlo se levantó con rapidez, entre abriendo su boca, preparando un enojo, haciendo a un lado la calma con las siguientes interrogantes:

—¿Qué te sucedió, Harry? ¿Qué te hicieron? ¿Quién.. quién te golpeó? —farfulló

Harry no quería que esto sucediese, no ahora, no con su novio, no aquí... Harry, entonces presentó un mutismo momentáneo.

—Te estoy hablando, Harry, contéstame —demandó autoritario.

—Na-na... —tartamudeó a consecuencia de las exigencias. 

Louis se acercó a él y examinó definidamente cada moretón, cada manchita de sangre, cada rasguño y chispa de dolor; observó el cuello y había marcas de dedos allí, subió la vista hasta su ojo y vio lo morado que estaba, acompañado de unos labios partidos y una mirada que delataba pena. Louis llevó su propia mano a su boca, tapándola como si así su enojo se pudiese disipar, pero al contrario, retiró ésta violentamente.

—¿Quién y qué? —inquirió serio, marcando pausas intimidantes y apretando la mandíbula.

El silencio se presento sin invitación en la habitación.

—Harry te hice una pregunta —dijo y esperó —. ¡Harry! —llamó severo cuando su paciencia se vio agotada.

—Sólo... sólo hubo una pelea —respondió tímido después del grito

—Se más detallado —exigió sin vacilar

La vista de Harry tocó el suelo con lentitud.

—Dímelo... —apaciguó sus palabras —. Por favor —rogaba

—Un chico me golpeó —soltó esta vez con velocidad, cerró los ojos un segundo recordando y al abrirse se vio la impotencia reflejada.

—¿Quién? —Una mirada irritada amenazó.

Una capa de agua comenzó a formarse en los ojos verdes.

Mojando recuerdos.

Humedeciendo heridas.

Empapando sentimientos.

Tomó entonces Louis el mentón de Harry y lo elevó suavemente.

—Hey —limpió una lágrima y juró encontrarse un mundo de dolencia en ella.

Harry respiró profundo.

—Quiero descansar —susurró con simpleza evadiendo preguntas. Louis lo miro confuso, Harry tomó su mano y la acarició —. Iré a limpiarme —avisó y abandonó la habitación, casi cojeando. Louis alcanzó a tomarle de la mano y le hizo volver para mirarle.

—Yo voy a curar tus heridas, Harry — dijo mirándole a los ojos y le hizo compañía.

Caminaron juntos hasta el baño, Louis se concentró en buscar utensilios para curaciones mientras que Harry se concentraba en quitarse la camisa para darse una ducha. El ojíazul rebuscaba entre gasas, vendas, algodones, agua oxigenada y alcohol con el simultáneo ruido de la regadera dejando caer agua tibia, envolviendo a Harry bajo calma. Louis preparó cada medicina y material necesario para las heridas. Se abrió la cortina, marcando el final de una ducha. Louis bañó sus manos en alcohol, Harry ya traía puesta la toalla desde la cintura hacia abajo.