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Los dientes me castañean y no siento los pies, pero a pesar de ellos sigo nadando.

Los restos de la que fue mi casa arden a mi espalda, dándole un tono anaranjado al agua. Cierro los ojos, un montón de imágenes pasan por mi mente cada cual mas horrible que la anterior. 

Sigo nadando.  

Cuando por fin llego a la orilla con la poca energía que me queda me arrastro fuera del agua. 

Cansada, exhausta, destrozada me tumbo en el suelo rocoso. Mirando las estrellas las imágenes vienen mas fuerte y esta vez les dejo pasar. 

Me veo a mi discutiendo con  mi padre en el salón,  había pasado por mucho la hora de llegada  , el me dice que no esta bien que salga hasta mas tarde yo le grito que ya soy mayor, tengo 18 años no soy una niña. 

Provocando un gran estruendo la ventana que tenia a mi espalda se rompe y un grupo de hombre encapuchados y armados entran por ella. Oigo mi nombre, pero todo suena muy lejano, hay demasiado ruido. 

Uno de los hombres que ha entrado me coge del brazo y me arrastra con el, mientras dos agarran a mi padre y otro le pega una patada en el estomago. Grito y me intento liberar pero todo es en vano, el hombre tiene demasiada fuerza. 

Me lleva a una de las habitaciones de abajo, la de invitados. Yo sigo pataleando y gritando aun que no sirva para nada. Me lleva hasta la cama donde me ata una mano al cabecero, tan fuerte que apenas me pasa la circulación por ella. Me dice que si me callo nadie saldrá herido, y luego se va. Al cerrarse la puerta yo me pongo a trabajar en mi liberación, uso uñas y dientes pero el hombre me ato demasiado fuerte ademas de que la cuerda es bastante gruesa y resistente. 

 Fuera se escuchan gritos y voces, entre ellas al de mi padre gritando que me suelten. Me siento en el suelo y pienso algo para poder salir. Veo la lampara y luego miro la cuerda, es bastante gorda pero puedo intentarlo.

Enciendo la lampara y espero hasta que se caliente, cuando lo hace acerco la cuerda a la bombilla intentando calentarla y que se rompa. Poco a poco veo como se va rompiendo, hebra por hebra. 

Después de lo que me pareció un siglo las voces de fuera se trasladan ha arriba.<< Seguramente estén robando>> me digo.  

La cuerda se debilita lo suficiente como para romperla de un tirón y así lo hago. 

Por fin libre me dirijo hacia la puerta. Pongo la oreja haber si escucho algo, solo oigo pisadas arriba . 

Abro la puerta y asomo la cabeza, la planta de abajo parece estar vacía. Me dirijo a la cocina buscando un cuchillo, por el contrario esta todo vació, no hay ninguno. Frunzo el ceño, esto me resulta muy extraño.

Miro a mi alrededor y veo a uno de los hombres en el sofá, viendo al televisión. Me agacho a pesar de que se que no me ha visto. 

Con pasos de puntilla me acerco a las escaleras sin apartar la vista del. 

Subo las escaleras ya mirando hacía arriba, las voces se oye cada vez mas claras, entre ellas puedo distinguir la de mi padre pero no entiendo que dice. A medida que voy llegando arriba me voy agachando mas y mas. 

Asomo la cabeza buscando donde están. Todas las puertas están abiertas y en entre las habitaciones se encuentran distribuidos los ladrones hurgando en todos los cajones y armarios. 

En la habitación de mis padres se encuentran el mas grande y fuerte de ellos, que supongo sera el líder, junto con mi padre que le esta señalando donde se encuentran las cosas de valor. Nadie le sujeta ya, parece colaborar con ellos. Quizá así se vayan antes. 

Me esfuerzo en intentar oír su conversación apartando todas las demás. 

Al principio no logro distinguir lo que dicen,  pronto empiezo a entenderlo. 

Piensan quemar la casa y a mi con ella, al contrario de lo que pensaba es mi padre quien le da las ordenes al otro. Mi padre. Se me cae el mundo encima, yo había subido hasta el piso de arriba, sabiendo que ellos me superaban por una gran mayoría, me enfrentaría a ellos solo por el y resulta que todo esto es su culpa. Las lagrimas lucharon por salir, ahogando un sollozo me apoye con la espalda en la pared y fui resbalando hasta estar sentada del todo. 

Decido salir y encararle pero me hecho atrás cuando veo que saca un arma de un cajón. Si el ha orquestado todo esto nada me asegura estar a salvo si  me expongo.

Bajo las escaleras de nuevo, mirando hacia los dos lados, aun con las lagrimas en los ojos. 

Al llegar abajo me doy cuenta de algo:el hombre ya no esta sentado en el sofá, me giro buscándolo pero una mano fuerte me agarra desde atrás obligándome a sentarme. Esta vez no me ata, debió de pensar que su sola presencia ya paralizaría todos mis planes de huir y tenia razón. El miedo me corría por las venas como si de sangre se tratara, paralizando todo mi cuerpo. 

Con un grito llamo a sus compañeros de arriba, entre ellos mi padre. 

Estuvieron abajo enseguida rodeándome. Mi padre fue el primero en hablar, mirándome serio como nunca, directamente a los ojos me dijo que ya no soportaba mas esta vida, que ya no podría con ello mas quería huir pero no sabia como hacerlo, por eso  había contratado a esos hombres para que le ayudaran a organizar todo de forma que el pareciera la victima. Le grite y le dije que me soltara que me llevara con el, no me hizo caso y como vio que me resistía mando que me  ataran la silla. Mando a los demás que se fueran, mientras echaba una cerilla al suelo me decía que esto era lo mejor. Yo no paraba de gritar y intentar desatarme. El se fue con sus compañeros dispuesto a empezar su nueva vida.

 Las llamas surgieron al instante consumiendo el oxigeno de la habitación. Por un momento el aire se escapo de mis pulmones, ahogándome. Cuando vuelvo a respirar con normalidad, empiezo a pensar como salir de allí, pero no tengo mucho tiempo, las llamas avanzan con demasiada rapidez quemando lo todo a su paso.

Mirando a mi alrededor veo una ventana que esta relativamente baja. Voy corriendo hacia ella y en el ultimo momento me giro, haciendo que la silla reciba el impacto rompiéndose en pedazos.

Caí del otro lado con un montón de cristales y algunos cortes en las piernas. Al romperse la silla había quedado libre y sin pensarlo había corrido hacia la orilla del lago tropezando y callendome por el camino.


Y ahora allí tirada, recordándolo todo aun no me podría creer que mi padre me hubiera dejado morir sin que le importase lo mas mínimo. Un sollozo salio de mi garganta y un solo pensamiento ocupaba ahora mi mente 

''Esto no ha acabado''




LAZOS DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora