Destinos superiores

Capítulo 2 "Ella"

Ojos color avellana, cabello negro como la noche, una piel blanca que la hacía parecer enferma y unos pequeños labios. Así es como, quienes la conocían, describían a Cadmiel. Ella era bonita, podías notarlo si te detenías a observarla.

La extraña chica que en viernes prefiere mil veces preocuparse por la tarea para la próxima semana que por las fiestas a las que puede asistir en el fin. Encantada por los libros y la música clásica, era la más fiel definición de ratón de biblioteca.

Cam, así la llamaba su padre, era la única hija del matrimonio entre Xavier y Camil.

Xavier era maestro en la secundaria cerca de casa, era un hombre que a pesar de los años continuamente levantaba suspiros, incluso de sus jóvenes alumnas a quienes les daba clase de literatura aunque tenía bastantes mujeres enamoradas de él, no había vuelto a enamorarse desde la muerte de su joven esposa en aquel horrible incendio que casi le arrebataba también a su pequeña Cam.

La abuela de Cam vivía con ellos desde ese terrible día. La abuela era una de las personas más dulces que ella había conocido, aunque bueno no era como si Cam conociera mucha gente.

No era una completa solitaria; tenía un mejor amigo, al que conocía desde los 5 años. Samuel se mudó a la casa de junto un día de verano, uno de eso donde los niños esperan impacientes al señor de los helados. Sam, así le decían todos, tenía un lindo cabello rizado aunque ahora ya no quedaba mucho de él además de unos enormes ojos y una linda sonrisa que siempre la habían ayudado a sanar sus heridas más que cualquier medicina.

Cam estaba en el curso de medicina y ahora en el último año y aunque Sam y ella no estaban en la misma especialidad seguían yendo al instituto juntos en el auto de Sam; el auto que se había comprado después de dos veranos de ahorros y trabajos de verano.

Cam estaba de lo mas ansiosa por practicar en el nuevo semestre, en mente no tenía otra cosa.

¿Pero quién dice que el destino piensa igual?