-Eh tú. ¿Dónde vas con tantas prisas?- Brandon Mclain y sus matones se acercaron a él por Walden Drive.
Ya eran las dos de la madrugada y no era normal que estuviera despierto a esas horas, pero claro, eso era él, a veces se olvidaba de que era diferente al resto de jóvenes. Y ¿Qué joven se quedaría en casa la madrugada de Año Nuevo? Cada uno salía por razones diferentes, bastante opuestas la verdad. Brandon y sus amigos lo hacían para emborracharse, Billy tenía otras cosas en mente.
-Mmm... ¿Yo? Pues... A ninguna parte.
- ¿Cómo no vas a ir a ninguna parte?- el grupo estalló en carcajadas- ¡Vente con nosotros hombre!
- Te lo pasarás mucho mejor que jugando a esas mierdas frikis- intervino otro. Scott Brawell creía que se llamaba. A Billy todas esas caras le resultaban conocidas de haberlas visto alguna vez por la universidad, se preguntaba como todos esos descerebrados habían llegado a esa etapa escolar.
-La verdad es que tenía otras cosas en mente- se podía ver en su rostro que eso era mentira.
-Masturbarte no cuenta.
-No iba a hacer eso...- antes de que pudiera terminar la frase, estos le cogieron por los hombros y se lo llevaron a rastras hacia un callejón oscuro y prácticamente vacío. Solo unas luces de neón de un establecimiento al final de este lo iluminaban.
En la puerta del local las luces de color rosa, azul y violeta mostraban el nombre: Sweet Pleasure. A Billy le entró el pánico, nunca antes había estado en un lugar como ese. Le aterraba cruzar las puertas de madera que se encontraban cerradas. Brandon se apresuró a abrirlas y un estallido de luz, color y música le golpeó de repente.
La cara de horror que puso Billy al ver a un montón de chicas subidas en escenarios, bailando sobre barras con poca ropa fue la causa de numerosas carcajadas en el grupo.
- ¿Qué pasa, nunca has visto a alguien del sexo opuesto?
- Claro que si... Es solo que...- no le dio tiempo a terminar la frase, ya no le escuchaban. Le condujeron a una mesa colocada frente a la parte izquierda del escenario. Al sentarse fue una camarera ligera de ropa y les preguntó qué era lo que querían tomar, todos salvo Billy pidieron cerveza sin necesidad de enseñar el carnet, a pesar de que no tenían la edad necesaria. En cuanto les sirvieron las bebidas una voz retransmitida por los altavoces llamó a una chica:
- A continuación les presentamos a... ¡¡¡Lourdes Anderson!!!-toda la sala estalló en aplausos y cuando el ruido y el desconcierto de Billy cesaron, pudo verle la cara y se dio cuenta de que era la chica popular de la universidad a quien siempre veía rodeada de chicos y acompañada de sus amigas con un estatus similar al de ella. Se preguntó si el resto del campus tendría la menor idea sobre su trabajillo nocturno aunque tampoco parecía que le importase.
Lourdes salió de una especie de habitación situada a un lado del escenario con tan solo un traje de lencería formado por unas medias de rejilla unidas a un tanga y con un sujetador de pedrería a juego de color granate, lo que causaba un fuerte contraste con su pelo rubio, sus ojos del color del cielo y su piel bronceada. Tenía una belleza exótica.
Cuando empezó a sonar una música sexy, comenzó a bailar sensualmente utilizando la barra para colgarse de ella y mostrar su exagerada flexibilidad.
Billy aún estaba boquiabierto cuando la chica bajó del escenario contoneando las caderas y dirigiéndose a él. El grupo le dedicó una mirada frenética entregándole un billete de cinco dólares. No lograba entender para qué, pero cuando Lourdes se puso a bailar durante unos minutos delante de él y luego se inclinó poniéndole sus exagerados pechos delante de la cara lo comprendió y metió el billete en el canalillo de su escote. Antes de irse, Lourdes, lo cogió por el mentón y le susurró:
-Llámame- le dio un beso en la mejilla y le introdujo algo en el bolsillo delantero del pantalón justo antes de marcharse a atender a otros de sus clientes que la esperaban ansiosos.
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¡¡¡HOLA WATTPADIPEÑOS!!!
Este es el primer capítulo de nuestra primera novela. Comentar vuestra opinión, si os ha gustado, si os ha parecido demasiado corto, largo... Ya sabéis, esas cosas.
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¡¡¡Chaiiiiiiii!!!
(Nuevo capítulo cuando nos sintamos motivadas)
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Mi novia es Stripper.
Ficção AdolescenteBilly Cooper: veinte años, estudiante de informática, jugador profesional del LOL. Lourdes Anderson: veintiún años, estudiante de sexología, stripper. No existe ninguna razón para que estas dos personas lleguen a conocerse, pero ¿y si pasara? La noc...