Capitulo 21

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Narra Guillermo.

Cuando Samuel mandó a hacer el informe sobre nosotros mismos no tuve ninguna duda de sobre lo que escribiría: de él. De alguna manera estaba completamente integrado en mi vida y no habría manera alguna de que no llegase a escribir sobre él. Comencé a plasmar todos mis pensamientos sobre las hojas que tenía delante de mí, escribiendo velozmente tratando de recordar cada sensación, cada momento y cada contacto que tuve con él. No quería olvidarme de nada, y ésta era una buena forma de recordar todo lo que ha sucedido desde que Samuel bajó de ese taxi. Todos aquellos momentos en los que estuve cerca de él empezaron a invadir mi mente, haciendo que mi piel se erizara de tan sólo recordar aquel día en que lo hicimos en su cuarto y todas las sensaciones que había causado en mí; mi miembro dentro de su hermosa boca, sus ojos clavados en mis partes mas intimas, sus embestidas, su contacto, su mirada sobre mí mientras terminaba de autocomplacerme... La sangre comenzaba a hervir recorriendo mis venas sin miedo a lo que pudiese pasar, la temperatura estaba aumentando, la respiración se agitó y el aire se volvió, abruptamente, denso y pesado. Tenía que controlarme, aun estaba en clase y no podía ponerme cachondo en medio del aula. Levanté rápidamente la mirada al mismo tiempo que me mordí con fuerza el labio inferior, haciendo que un sabor metálico a sangre invadiera mi boca. Clavé los ojos en Samuel quien tenía clavados los suyos en su móvil que tenía entre las manos. Su cara demostraba completa confusión y desesperación. Para cuando guardó su móvil dentro del maletín dirigió la mirada directamente hacia mi, poniéndome nervioso. Su cara de confusión, mezclada con algo de preocupación, realmente me preocupaba. Bajé la mirada hacia el informe apenas empezado y comencé a mover la mano haciéndole creer que seguía escribiendo. El calor que de repente había comenzado a aparecer se fue de la misma manera en que apareció, dejándome con una incómoda sensación al ver el rostro de Samuel.

El resto de la hora se pasó lentamente. Los quince o diez minutos que restaban me los pasé dibujando porque ya no podía pensar en nada mas, a no ser por la cara de frustración que tuvo Samuel el tiempo que quedaba de clase. En una hoja en blanco comencé por hacer unas delgadas lineas que de a poco se iban ensanchando. Trazos suaves y trazos mas marcados. Curvas, lineas, contornos, sombras e iluminación había plasmado en aquel dibujo, aquel dibujo en el que, sin darme cuenta, había dibujado a Samuel, dejando ver su torso desnudo. Aquel dibujo en el que se dejaba ver sus músculos y su marcado abdomen. Mis mejillas ardieron ferozmente al darme cuenta de lo que había hecho inconscientemente, y escondí el dibujo entre las hojas del informe que definitivamente iba a rehacer. 

Al tocar la campana anunciando el fin de la clase, Samuel salió casi corriendo del salón y no lo volví a ver en el resto de la tarde hasta la noche, dónde solamente subió a su cuarto y se encerró allí. Aproveché ese momento para rehacer mi informe, así que apagué el televisor del salón, subí a mi habitación con la mochila colgada en un hombro y me senté en el escritorio que tenía a un lado de la cama con el computador. Me senté en la silla, prendí la lámpara que tenía sobre la mesa y saqué mi libreta, cogí un bolígrafo de dentro de uno de los cajones del escritorio y comencé a escribir.

"Quisiera comenzar este informe diciendo que voy a escribir algo diferente a lo que me han pedido, pero tengo que sacar todo esto que siento de una buena vez... Estoy enamorado, o por lo menos eso creo. Desde que esta persona llegó a mi vida quise deshacerme de ella, he intentado todo lo que sé hacer de la manera en la que yo lo sé hacer para quitar su presencia de mi vida..."

Estaba tranquilo, relajado y las palabras salían por si solas. Necesitaba desahogarme.

"Pero con el paso de los días mi plan ya no estaba dando resultados y eso me estaba asustando. Cada vez que sentía de cerca su piel, su aliento o hasta incluso su olor, me volvía completamente loco. Perdía y sigo perdiendo mi autocontrol y todo mi plan se esta yendo poco a poco por la borda, por lo menos para mí... porque su embriagante presencia hace que mi bestia interior saliera de mi sin control, provocandome sensaciones y emociones que no puedo controlar. Sentir su piel tan de cerca me hace temblar, tocar su cuerpo me hace temblar, sentir su respiración agitada me hace temblar... Hace poco eh descubierto que se ah autolastimado, no sé si por mi culpa por todas las cosas que le eh hecho o si es por alguna otra razón, pero me preocupa y, sobre todo, me asusta. Me asusta por el simple hecho de que, al principio, quería deshacerme de su presencia y ahora ya no. Necesito de su contacto pero tengo miedo de admitirlo, porque sé que es un amor prohibido..."

Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora