Dibujame Tu Corazon -Silvephiles-PAUSADA

cap. 5°

•° El Partido•°

—¡Vamos amor!

—¡Parteles el culo, Shadow!

Se escuchaban los gritos desde las gradas. Todos apoyaban el equipo del bicolor hasta su hermanito lo hacia. Con un cartel, pero lo hacia.

Toda la escuela se encontraba apoyándolos, inclusive desde el otro lado de las gradas se encontraba el jóven de ojos color ambar, junto con aquella chica pelirroja.

Toda la escuela siempre apoyaba a su equipo si se trata de los campionatos donde en casi en toda la mayoria el hermano del erizo de colores oscuros era el capitán del equipo. Toda la escuela los apoyaba y más los amigos y parientes del capitán. Sonica era la principal de ellos quien pos sus gritos que pueden dejar sordo a cualquiera la sonrisa de sus labios no se la quita cualquiera. Por otro lado Tails, que por desgracia estaba a su lado hacia todo para tranquilizar a su mejor amiga. Y los tres "hermanos" apoyaban con todo orgullos a que el ojos sangre ganara el partido de fútbol americano.

Pero en ciertos tiempos el menor de todos ellos miraba a una de las gradas para ver al chico que tanto le llamaba la atención por no decir que su mirabas chocaban de vez en cuando. Provocando que una sonrrisa boba saliera de los labios del menor. Aunque nadie lo podia ver gracias al tapa bocas que siempre usaba.

Mientras que los gritos auentaban y el medio tiempo se acercaba, el celular de la peliazul empezo a sonar la alarma que indica el horário del medicamento de su pequeño cuñado. La chica voltio a ver el menor, tocándole su hombro para llamar la atención de éste, quién voltio enseguida.

—Mep cariño, ve por una botella de agua para tu pastilla— grito la chica para que lo escuchará el menor asintió, dejando el cartel aun lado. Fue parándose de las gradas se dirigio hacia la cafetería.

El menor al bajar de alli, se dirijia con calma por los pasillos del instituto. Todo era silenció pues toda la escuela estaba en las canchas.

Al llegar y encontrar el lugar el agua le pago a la señora. Dándose cuenta que ya no era el unico que se encontraba alli.

El chico de ojos tan hermosos o eso consideraba el menor al ver a Silver recargado en las puertas del lugar. Al verlo el chico casi se cae del susto, claro no esperaba que él estuviera aqui.

—hola... —saludo sin más, acercandose a comprar igualmente una botella de agua.

Al daserla, voltio y miro al chico que aunpermanrsia parado en el mismo lugar.

—¿Es para tus para tus pastillas? .—preguntó el platiado aputando a la botella que el tenia en sus manos.

El menor consertado, se preguto en su mente como rayos sabia de sus pastillas. Y simplemente asintió apenado.

—bueno... —rodeo la mirada para empezar a caminar hacia la salida de alli. —vamos no muerdo, Mep...

Dijo haciendo una seña para que fuera con él, el menor asintió devuelta y corrio hacia su lado.

En la gran parte del camino era silencioso ninguno de los dos hablaba, bueno uno no hablaba y el otro permanecía callado como siempre.

Cuando llegaron a las puertas que los separaría, Mep tenia una gran batalla en su mente para poder hablar con el chico antes de que cada quien tomara su lado y seguir viendo el partido.

Sin más cuando el mayor agarro la perilla de la puerta, estando dispuesto de abrirla el menor le agarro la manga del sueter que llevaba de la escuela. Obteniendo rápidamente la mirada confusa del otro.

—¿C~Cómo? .—pregunto en un casi inaudible susurro.

—¿Qué pasa, Mep?. —preguntó al no escucharlo a la primera.

—Yo...—su voz seguia sin escucharse, el mayor seguia esperando—Yo...Tú —El chico se acerco más a él y poder oirlo mejor, el pequeño chico respiro en ondo pues hacia un gran esfuerzo en hablar hasta que;— ¿Como rayos sabes quien soy?

Su voz salio con más fuerza aunque se escuchaba muy poco como la voz normal de alguién le fue suficiente para poder escucharlo.

El otro lo miro unos momentos a los ojos y suspirar con pesadez su mirada cambio a una seria y sin otra expresión alguna.

Solto con delicadeza su mano de la manga y dio uno dos pasos atras. El mayor solo voltio su mirada devuelta a la puerta y agarrando la perilla lo miro por ultima vez.

—Mep, solo dire una cosa te conozco por la misma manera que tu tomas las pastillas.

Después de unos minutos simplemente salio al exterior y volviéndose a sentar en las gradas, todos sus amigos lo miraron cofundido en especial la peliazul, pareciera que el chico quisiera llorar en cualquier momento, la chica simplemente le dio la pastilla en su mano para tomarsela y lo abrazo de manera maternal.

Mephiles no podia despegar su mirada del aquel chico que le provocaba ciertas reacciones. No tenia idea quien era, ni sabia a que se referia.

⇨⇨horario,
todos los sábados⇦⇦⇦