<<A veces, odiamos nuestra vida, simplemente porque no queremos ver la realidad.
Pero lo hecho, hecho está. Y no hay capacidad de modificarlo>>
No puedo quitármelo de mi cabeza. No puedo escapar de esta cárcel. No tengo ningún camino que seguir. Todo NO. Todo es negatividad en esta vida.
Tratando de olvidar todas esas palabras de mi mente, caminé hacia el pasillo principal, junto a mi cuaderno de dibujos, algo apurada. Seguro allí estarían Ámber y sus amigas, criticando mis dibujos o tratando de robarme la comida. Pero de repente, sentí unos gritos. Unos llantos desgarrados. Al principio no le di importancia, ya que seguro era alguna película que estaban reproduciendo en el club de filmación. Además, estaba apurada, porque tenía una cita con alguien en unos minutos, en la azotea.
Antes de subir a dicho lugar, recurrí a mi casillero, sentía mi estómago vacío. Encontré un tupper lleno de sandwiches de lechuga, al fin algo fresco y saludable para mi mente.
Pero antes de deleitarme con mi almuerzo, vi una sombra pasar a mi alrededor, y cayó una nota a mis pies. Me agaché y sentí como un viento seco me soplaba en la nuca. ¿Qué estaba pasando? Seguro era una broma de Ámber y sus amigas... Ok, lo admito, estaba asustada y ya me venían a mi cabeza todas esos recuerdos... ¡NO, NO DE NUEVO!
—NO. TE HE DICHO QUE NO. ¿¿¿¡¡¡NO ENTIENDES QUÉ ES NO!!!???
Caí en el suelo, agarrando mi cabeza por el dolor que me producía. Dejé caer mi cuaderno de dibujos, desparramando todas sus hojas. Mis ojos se dormían por el impacto. Pero escuché unos pasos que venían desde lejos a coro con los mismos gritos que había oído antes...
De repente, sentí que el agua me elevaba hacia arriba. Lo sentí, pero no lo vi. Cada vez que intentaba estirar mi mano, me iba deslizando hacia abajo, y cada vez que cerraba los ojos, me elevaba. Se sentía como si estuviera en el medio del mar, y la marea subía, y bajaba, subía, y bajaba...Cuando abrí mis ojos, me di cuenta de que no estaba en el mar. Me encontraba reposando en una pradera húmeda y verdosa. A lo lejos, avisté un árbol, seco, sin vida, sin sus hojas. Y luego, ladeé mi cabeza y vi un pajáro. Sus alas eran de un rosa tornasol, pero el resto de su cuerpo, era blanco inmaculado. El ave empezó a trinar y preparó vuelo hacia el árbol. ¿Qué era esto?
Me levanté y empecé a caminar. Apenas di un paso, vi a Alexy, que se dirigía hacia mí. Yo me asusté, ya que su paso era entrecortado y cada vez que se acercaba, se ponía más furioso (o al menos eso expresaba su rostro.) Yo me acercé a él y cuando llegó a mí, me empezó a gritar.
—¡IDIOTA!
Intenté tomarlo de la mano, pero él se esfumó mágicamente apenas lo rocé con mis manos débiles. No entendía lo que estaba pasando.
Me dirigí hacia la izquierda, y de repente, me encontraba en una biblioteca. Pero ésta, estaba destrozada, parecía que había sido víctima de un incendio. A través de un hueco, observé a Nathaniel, quien estaba leyendo un libro. Levantó su cabeza y me gritó:
—¡IDIOTA!
Lo mismo que me había gritado Alexy. No entendía qué se refería con <<IDIOTA>>, ya que él solía ser amable y paciente conmigo. ¿Por qué me insultaría de esa forma?Cuando volví mi vista hacia el hueco de la estantería, Nathaniel se esfumó mágicamente, al igual que Alexy.
Ahora me encontraba en otra habitación distinta. Era una tienda, pero ésta estaba vacía. No había nadie, y por la ventana, sólo había un fondo de color negro. O sea, NADA.
Armin apareció por la puerta, enojado, y caminaba al igual que Alexy. Sus pasos rítmicos me ponían cada vez más nerviosa. Pero a diferencia que su gemelo, el pelinegro paró su marcha, y a una cierta distancia de mí, me gritó lo que era de esperar:
—¡IDIOTA!
¿Cómo era posible? Armin no era específicamente mi amigo, pero nos llevábamos bien. ¿Qué estaba pasando con todos ellos? El pelinegro se esfumó mágicamente, al igual que Nath.
Apenas pestañeé, estaba en otro lugar. Ésta era una casa con pinta victoriana, todos sus muebles lustrados e impecables. Sin embargo, no contenían nada. No había nadie en la casa. Me acerqué a una pequeña ventana, y sólo pude ver el fondo negro, la NADA.
Cuando me di la vuelta, observé a Lysandro, quien estaba leyendo unas partituras musicales. Debí hacer notar mi presencia con aquel suspiro, ya que él levantó su vista y me gritó:
—¡IDIOTA!
Pero, ¿cómo? ¿Cómo pudo suceder? Me extraña que Lysandro me insulte así, él es de buenos modales. Además, no tenía nada conmigo. El albino se esfumó, magicamente.
¿Por qué estarían sucediendo todos estos hechos, y encima, con los chicos, que son mis amigos?
...Pestañeé, y me encontraba sentada en una silla, en el medio de la NADA. Vi unas sombras blancas que me envolvían y cada vez estaba más asustada. De repente, escuché los mismos gritos y llantos, y las voces de los chicos diciéndome <<IDIOTA>>. ¿Qué estaba sucediendo?
Una voz me empezó a susurrar:—A veces, odiamos nuestra vida, simplemente porque no queremos ver la realidad.cPero lo hecho, hecho está. Y no hay capacidad de modificarlo— recitó esta frase con un tono poético, como si estuviera citando algo— Yo sé que podrás dibujar cualquier cosa, menos una sonrisa en tu rostro.
Ay, ay, ay. Mi querida Violeta. Mi dulce niñita. Lamento decirte que son MUY pocas personitas para un corazón tan grande.
Porque todas esas personas trataron de decirte la verdad sobre tu vida. Y aunque no lo quieras aceptar, es así.
Era cierto. No tenía que echarles la culpa a los chicos, ya que ellos me trataban de decir mi verdadera yo.
SOY UNA COMPLETA IDIOTA.
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Mi verdadera yo [OS] ©
Mystery / ThrillerVioleta es una chica insegura, y ya no tiene idea de lo que la rodea. ¿Será capaz de aceptar la realidad, su verdadera Violeta? ¿O simplemente hará berrinches y buscará crear una nueva Violeta y una nueva realidad? © queensuga♡ Encuentra este One-S...