Llego a casa un día más, vuelvo a tirar las cosas al suelo y resoplo, pero algo esta vez me llama la atención, ¿qué hace la puerta de mi habitación abierta? Yo no la dejé asi ni mucho menos, de repente la adrenalina me sube por el cuerpo. Cojo un despertador de la mesa del salón que está junto a mil vasos de café y subo la escalera sigilosa. Veo a un tío junto a mi cama mirando la pared. Grito y ante un impulso de protección le tiro el despertador a la cabeza. Me tapo la boca y voy junto a él cuando se toca la cabeza dolorido.
-¡Perdona!- Me disculpo y veo si está bien.- Dios, te traeré hielo.
Bajo corriendo las escaleras y voy a la cocina. Subo de nuevo con hielo envuelto en un trapo y se lo pongo en la cabeza.
-Pero eh…- le miro y le doy una bofetada.- ¿QUE HACES EN MI CASA?
Niall me mira sorprendido y se pone el hielo en la cabeza.
-Dejame que te lo explique- Me dice poniéndome una mano sobre un hombro.
-Claro que me lo vas a explicar si no quieres que llame a la policía.-Le digo casi gritando.
-Yo…quería invitarte a cenar, me dieron tu dirección y vine a ver si estabas, vi la puerta abierta y entré para ver si estabas bien.- Parece verdad, a parte me he pasado un poco tirándole el despertador.
-Yo…siento lo del despertador.- Le digo arrepentida.
-Ey preciosa, no pasa nada, estoy bien.- Sonrie y me pone el pelo detrás de la oreja. Miro mi habitación, esta echa un completo desastre.
-Ay Dios…que vergüenza, mira como tengo la casa…- Me tapo los ojos y me pongo colorada.
-Ey…no pasa nada, es caótica, pero divertida, rara, misteriosa, bonita, increíble.- Por un momento dudo de que este hablando de mi habitación.- Como la dueña.
Y al fin confirmo la sospecha de que no hablaba de mi cuarto. Él vuelve a mirar la foto de la pared y se sienta en mi cama, le miro extrañada.
-¿Quién es?...- dice mirando la foto de Gadih.
-Quien era…-le digo sentándome a su lado y encendiendo un cigarrillo que él mira con muy mala cara.
-Lucía…¿quieres hablar?-me dice posando una mano sobre mi rodilla.
-¿De qué casi te abro una brecha en la cabeza?- le digo intentando sonreír pero no me sale.
Niall suspira y me acaricia la rodilla. Mira la foto y yo me termino el cigarrillo. Le miro directamente a los ojos.
“Abrázale, joder, te mueres de ganas” Me manda mi vocecita.
“Que no, que no…nece…” No puedo responderme a mí misma, cuando los ojos de Niall se terminan de posar en mí y mis ganas de abrazarle y llorar en su hombro hasta quedarme dormida se hacen inmensas.
“Abrázale o te arrepentirás, no pierdas a más tíos en tu vida” Y por una vez hago caso a esa voz que muchas noches me ha sacado de mis casillas.
Abrazo a Niall muy fuerte y lo mejor de todo es que su abrazo es correspondido, me rodea con sus brazos y respira en mi cuello y yo en el suyo. Y por una vez en mucho tiempo, me siento segura, protegida, amada, y dispuesta superar lo que llevo encima.
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Un paso hacia adelante, dos hacía atrás. (Editando)
Teen Fiction¿Que haces cuando lo que te queda es oscuridad y miedo, miedo de mirar hacia atrás? Lucía solo recurre a mas oscuridad para volver su pasado algo más blanco.