Vestuarios

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Narra Lizzy.

El informe que hice estaba muy bien, por cierto.

Hufflepuff comenzó sus entrenamientos de Quidditch. Yo era la guardiana, y era bastante buena.
Entrenábamos varias horas a la semana, media hora después de los de Gryffindor.

Entrenábamos duro, se acercaba un partido con Ravenclaw.

Estaba yendo hacia el campo de Quidditch diez minutos antes de que comenzará el entrenamiento.

Abrí la puerta de los vestuarios, y me encontré a James Sirius sin camiseta.

-Mierda. Perdón Sirius.- dije cerrando la puerta, muy apenada. Y me quedé esperando fuera.

Luego él abrió la puerta y sacó la cabeza.

-No te apenes. No todas tienen ese privilegio.- dijo fingiendo una voz atractiva.

-Jaja... Si... Seguro- dije con sarcasmo-¿Qué haces aqui?

-¿Qué haces tú aquí?

-Vengo a entrenar, duh.

-Ya me iba. Me quedé practicando con Fred un rato extra.

-Que bien.- volví a decir con sarcasmo- ¿me dejarás pasar o qué?

-Si, perdón - dijo.- Me llamaste Sirius.

-¿Te molesta que te digan así?

-No... Eres la única persona que me dice así.

-Bueno... Me gusta más que James.- empecé a caminar hacia mi escoba y me topé con Fred.- Hey. ¿Tu también estás aqui?

-¿No te dije que practiqué un rato más con Fred?- me gritó Sirius de mas lejos.

-Hola Lizz...- dijo finalmente Fred.- Así que sigues siendo la guardiana ¿eh?-
James se nos unió.

-Si, así es.- contesté.

-Es raro, porque cuando éramos pequeños tenías miedo de subirte a nuestras escobas de juguete.- siguió Fred.

-Tenía miedo de que ustedes me tiraran de ellas.

-No éramos tan malos.- se defendió James.

-¿Ah no? Ustedes tiraron a Albus...

Y así, durante unos minutos, recordamos las travesuras que ellos hicieron y yo estaba presente.

Narra J. Sirius.

Mientras nos reíamos, recordando nuestras travesuras, me sorprendí que hayamos vivido tanto y como nos acordáramos de ello, sobretodo me sorprendió la memoria de Lizzy.

Todo estaba bien, esta que nos interrumpieron.

-¿Lizz?¿Con quién hablas?- era un chico alto y flacucho que usaba lentes. Era el buscador de Hufflepuff.

-Lewis.- ese tal Lewis se acercó a nosotros.

-Oh, hola.- saludó.

Hice un gesto con la cabeza.

-Hola- dijo Fred.

-Ahora nos toca entrenar a nosotros- dijo él.

-Si... Sólo hablábamos- contestó Lizzy.

-Bueno, mejor nos vamos.- dijo Fred empujándome hacia la puerta.

Una vez fuera, caminamos hacia el castillo.

-¿Qué te pasa?- preguntó Fred

-¿Qué?

-Si... Miraste con odio a ese Lewis.

-No lo mire con odio.

-Si, lo hiciste. Un segundo estabas bien riendo y tal y al otro lo querías ahorcar.

-No fue así.

-Dijo que Sirius es un lindo nombre.

-No dijo eso exactamente... ¿Por qué de repente saltas con eso?

Él solo rió.

-¿Qué insinuas, Fredward Weasley?

-Nada. Mejor me callo.

-Sería lo mejor que puedes hacer.

Cuando llegamos al castillo fui al baño, para separarme de Fred.

Fred, tenía razón, me molesté porque nos había cortado el momento. Y con eso de que había dicho que Sirius era un lindo nombre, sólo quería molestarme.

Todo Lo Que Quería (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora