CAPÍTULO 14 DESILUSIONES

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Narra Juliana.

—¿Q-Que...? —logre pronunciar.

A decir verdad solo mi cuerpo se encontraba en ese lugar porque mi alma se había ido, salio volando al escuchar aquellas palabras por parte de Allek... En todo ¡en todo! El tiempo que hemos pasado juntos yo, jamás había pensado en esa posibilidad la, la posibilidad de que a él le gustara mi mejor amiga, en verdad nunca me lo espere.

—¡Juliana! —grito haciéndome salir de mis pensamientos. Sobre salte en la silla y lo mire aún en shock.

—L-Lo siento... ¿decias?

—Bueno, ya lo sabes quiero a Anna. Y te lo estoy diciendo es porque quiero que me ayudes con ella —suspiró— ya sabes porque eres... Su mejor amiga.

—Yo... —mi voz no salia. Dile Juliana Dile. Que lo amas y que no lo puedes ayudar por lo mismo— C-Claro —sonreí sin ganas.

—¿En serio? —se levanta emocionado— muchas gracias Juliana, sabía que podía contar contigo ¡eres la mejor! —me abraza.

No, no lo hagas. Me duele me duele mucho.

—Si... —mire mi comida que ya no me apetecía como antes— cuando quieras Allek —hice una pequeña sonrisa.

—Gracias Juliana —me sonríe. No quería estar ahí necesitaba desaparecer todo esto era una locura mi corazón dolía... Quería llorar pero ahora no tenía el valor de dar explicaciones de porque lo hacia.

—C-Creo que se me hace tarde —susurre levantándome de la mesa.

—¿Ya te vas? —preguntó haciendo lo mismo.

—S-Sí —mi boca tembló.— no te preocupes ya comí, lamento hacerte pedir eso, puedes llevártelo tu —sonreí tristemente— gracias por la invitación adiós.

Camine a la salida sintiendo que las lágrimas saldrían en cualquier momento, me abrace a mí misma mientras corría sin rumbo alguno, era horrible sentir esto, era feo, muy feo, yo lo amaba de verdad... Lo amo, lo amo tanto.

Lloré, me hice en un rincón y lloré como hace mucho no lo hacia.

Diablos que estúpida fui al pensar que yo le gustaría.

Resbale mi espalda por la dura pared y me deje caer con los pies recogidos y mi cabeza metida en ellas, arañe el piso con fuerza casi rompiéndome una uña pero aun así dolía menos que el dolor de mi corazón.

—¡¿Por qué?! —grite para mi misma.

—Vaya pero miren una llorona —se escucho una voz a mi costado. Me levante asustada y me caí.

—¿Q-Qué quieres...?

—Hola Llorona —la oscuridad no dejaba ver bien su rostro, pero el brillo de sus ojos se alcanzaba a notar bastante— ¿qué haces tan sola? —se comienza a acercar.

Logre pararme y limpie mis lágrimas cuando estuve de pie, temblorosa y con miedo pero no se lo demostraría así que me puse firme y no lo deje de mirar.

—¿Quién eres? —pregunte desafiante.

Camino más cerca hasta la luz y luego pude ver su cara, era un chico castaño ojos verdes usaba traje elegante pero estaba algo desgastado y tenía unos lentes rojos.

—Oh pero yo quiero saber tu nombre primero —toma mi barbilla.

—¡Sueltame! —lo aparte enseguida— no, quiero que me digas el tuyo primero ¿eres un hechicero? O...

—Sí, lo soy... —se arrincona a la pared y se cruza de brazos— un hechicero de la familia Árbol, pero yo ahora ando solo.

—¿Entonces estás aquí solo sin mamá papá? —pregunte.

Revelando secretos [LMD#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora