Kendall
Estaba mirando en una de las computadoras de la escuela la página de la universidad de Nueva York, más bien miraba la sección de las instrucciones para postular. Unos brazos pasaron por mis hombros abrazándome, y pude sentir unos suaves labios sobre mi mejilla.
- ¿Qué haces aquí? – Murmuró.
- Solo veía una universidad. – Le miré por el rabillo del ojo.
- ¿Nueva York?
- Sería solo una opción. – Murmuré.
- Podríamos ir juntas. – Ella volvió a besar mi mejilla pero esta vez más cerca de mis labios.
- ¿Hablas en serio? – Ella asintió. – Eso sería fabuloso. – Besé sus labios cortamente antes de que la vieja bibliotecaria nos regañara.
- ¿Cómo estás?
- Bien, ¿Por? – Ella se encogió de hombros. - ¿Pasa algo, Cass?
- Solo estoy algo ida, he vuelto a ver a Kristen y Tori besándose, ¿Crees que debería decírselo a Sean?
- ¿Qué crees tú?
- Que yo no soy la indicada para decirle algo así. – Ella tomó mi mano y con mi mano disponible cerré la sesión. - ¿Nos vamos, ya? – Yo asentí, de seguro mi madre estaba por llegar.
Fuimos a la entrada de la escuela y en el camino noté como algunas chicas miraban con recelo nuestras manos entrelazadas, la verdad es que no me molestaba que lo hiciesen, yo también lo haría si otra chica fuera quien toma la mano de Casey completándose como un rompecabezas. Ambas nos sentamos en la escalera de la entrada, pero una voz nos sacó de nuestra burbuja.
- Al fin las encuentro. – Era Hunter, mi pulso rápidamente se aceleró por el nerviosismo, temía que le hiciese algo a Casey luego de su último encuentro. – Ustedes provocaron que Rose terminara conmigo.
- Esa chica era muy lesbiana, tú no te diste cuenta. – Casey respondió sin interés alguno.
- Lo que quiere decir es que, viviste en una mentira y de verdad lamentamos que tuvieras que pasar por aquello, pero nosotras no tenemos la culpa. – Traté de remediarlo lo mejor que pude. Pero aquello no resultó, Hunter había tomado a Casey por la camisa empujándola al césped del lugar. – Hey, no. – Tomé su hombro alejándole de mi novia.
- Escucha, contigo ya no tengo problemas porque solo fue un beso pero ella se acostó con mi novia. – Yo suspiré.
- Yo también me acosté con tu novia. – Sus ojos rojos de cólera se clavaron en mi ante la información que había soltado, aquello nadie lo sabía.
La porrista giró en el aire y yo sonreí, aquella chica era muy buena y no solo eso, era agradable con todos también, ella no caía en el estereotipo de la abeja reina malvada de la escuela. Cuando su entrenamiento terminó ambas fuimos a su casa porque ella me iba a dar sus apuntes para poder ponerme al día con todo, cuando estaba en su habitación revisando sus apuntes mientras ella iba por un vaso de agua, al volver cerró su puerta con cerrojo, la verdad no me había importado porque sabía que abajo estaba su hermano menor junto a la niñera que le cuidaba, cuando levanté la mirada hacia ella para recibir el vaso, lo que recibí fueron sus labios sobre los míos.
- Me gustas. – Ella volvió a conectar sus labios con los míos.
- Apenas me conoces. – Murmuré cuando pude separarme sus labios.
- De todas formas, me gustas. – Le seguí el juego hasta que los cuadernos cayeron al suelo y la tenía sobre mí. – Esto debe ser nuestro pequeño secreto, ¿Si? – Yo asentí sin importarme nada, la situación no me dejaba pensar con claridad.
Él me había empujada y noté en la mirada de Casey el impacto de la información que me había guardado, lo único en lo que pensé cuando el chico volvió a acercarse a mí fue copiar la idea de Casey y correr, sabiendo que él me estaba persiguiendo corrí lo más rápido que podía. Podía sentir mis latidos irregulares, llegué a la pista atlética y choqué con un chico que conocía bien.
- Hey, Kendall. ¿Estás bien? – Tom me tomó en sus brazos cuando mi vista se hizo borrosa. – Hey, aléjate chico. – Tom me protegió con su cuerpo rápidamente cuando Hunter nos alcanzó.
- ¿Qué está pasando? – La voz de Gregor se acercaba.
- Aléjate. – Era Sean, ¿Por qué los chicos estaban juntos?, mejor debería preocuparme de controlar mis latidos. Al parecer era un poco tarde.
- Kendall, respira. – Tom me murmuraba al oído mientras podía notar que Sean junto a Gregor alejaban a Hunter.
- Suéltale. – La voz de Casey se acercaba pero Tom no le hizo caso y lo agradecí, porque si le hubiese obedecido estaría en el suelo.
- No es el momento, Casey. – Tom gruño. – Llama a la ambulancia, creo que está a punto de tener un infarto. – Yo negué rápidamente, no quiero volver al hospital, yo podía manejarlo. – Kendall, concéntrate en mi voz.
- Llévale a la banca. – Esta vez Tom le obedeció a mi novia y me cargó hasta la banca. – Ken, Kendall. – Ella me zarandeó cuando mis ojos empezaron a cerrarse y un dolor punzante en mi pecho apareció. - Ken, quédate conmigo por favor. – Fue lo último que escuché con claridad antes de llevar mi mano a mi pecho y ver todo oscuro.
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Kiss Me?
Fiksi RemajaUna serie de sueños cambiaron la vida de Casey y Kendall, en la realidad eran personas muy diferentes y opuestas. Casey no era una chica cualquiera y sólo era un cofre de secretos, a diferencia de Kendall que era un libro por leer. Segunda Temporada...