Capítulo 1

1.2K 36 7
                                    

Sostengo la taza de cacao que me he preparado,calentando mis manos. Estoy en mi cama sentada,con la espalda bastante encorvada y las piernas cruzadas. Es una noche fría. Hoy ha sido un día festivo aunque no estoy para celebrar nada. El amor... Duele. ¿Por qué? ¿La gente no es capaz de amar a una sola persona? Siempre he pensado que la frase "me han roto el corazón" es algo exagerado,pero ahora entiendo a lo que se referían.

"Tras comprar un pequeño detalle para Dani ya que vamos a cumplir 4 meses, decido ir por un camino algo mas largo,no el por qué,simplemente no me apetece ir al lado de la carretera sino que voy a pasar atravesando el parque. Cuando estoy cerca de mi casa, el final del parque, me encuentro una pareja en un banco besándose (aunque parece mas bien que se están masticando la boca) y de repente le veo. Dani es sobre el que está la chica."

Ahí fue cuando noté que una aguja abrasadora me atravesaba el corazón. ¿Por qué lo recuerdo? Noto como una lágrima baja por mi mejilla,llegando hasta mi boca. Dejo el cacao en mi mesilla,no puedo comer nada,no tengo ganas de nada,solo quiero dormir. Me gusta dormir porque es como dejar de existir por unas horas.
Me tumbo dispuesta a dormir pero antes cojo mi móvil y me pongo auriculares muy altos mientras me sumerjo en mis pensamientos. Aún tengo que decirle a Dani que le he visto con aquella chica pero no quiero. Supongo que se lo diré mañana viernes, así tendré el fin de semana para llorar sin que nadie me moleste ya que,mi hermana Elisa, suele irse con sus amigos hasta tarde a Madrid (tiene 17 años) y a mis padres les han regalado dos tickets para ir a un spa y se iban este fin de semana... No Nerea. ¡No!

-¡¡NO!!-Grito.Me tapo la boca,espero que no me hayan oído.

No tengo que pensar en llorar todo el fin de semana. Cualquier adolescente le encantaría tener la casa "sola" todo el fin de semana. Tengo que salir,no me voy a quedar en casa. Será difícil no llorar, pero eso ya lo hablaré con mi almohada.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño. Me lavo la cara con agua fría. Aún se nota que he llorado así que me la vuelvo a lavar. Me miro en el espejo.Ahora que lo pienso,me parezco bastante a mi hermana. Ambas tenemos ojos marrones pero al sol se nos aclaran,a ella se le ponen color caramelo y a mi como verdes, las dos tenemos el pelo castaño rizado (aunque ella lo tiene mucho mas rizado que yo que lo tengo ondulado), mejillas grandes y nariz pequeña. Me acerco al espejo y miro a los ojos de mi reflejo.

-Nerea,no vas a llorar.-Cuando digo eso,noto que se empieza a formar un nudo en mi garganta.Aclaro mi voz y sigo.- Él no es nada,no te ha sabido apreciar.Hay muchos chicos guapos,seguro que cariñosos también y que te querrán.

Sonrió porque esto de hablarme a mi misma lo aprendí de mi hermana y me vuelvo a tumbar en la cama.Cojo el móvil y los auriculares y me vuelvo a sumergir en mis pensamientos sin darme cuenta de que me duermo.

"Mis pies están descalzos sobre la caliente arena de playa en la que me encuentro. A lo lejos veo como llega Dani corriendo y abre la boca para decir algo. No entiendo lo que es,son como chillidos. Todo se emborrona y oscurece."

Abro los ojos y me doy cuenta que era un sueño y aquellos chillidos la maldita alarma. No quiero ir al instituto,mi cama es demasiado cómoda...
Me siento en la cama y me visto. Voy al baño, me lavo la cara y sin darme cuenta me mojo las mangas de mi sudadera. Genial,tendré todo el día las manos frías.
Me siento en la mesa para desayunar y al terminar me voy.

De camino al instituto,me fijo en una chica con un gran escote. Espera,¿ que he hecho qué? ¿Por qué me he fijado en su escote?
Sigo andando y me doy cuenta que muchas chicas llevan tanga.

-Nerea que narices estas mirando...-susurro.

Llego a la puerta del instituto.Hoy voy a hablar con Dani.
Veo a Roci saludándome en la puerta de la clase. Nunca va a cambiar. Tiene el pelo castaño,ojos verdes y una gran sonrisa dibujada en la cara. A su lado,está Dani.


¿Soy Bisexual?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora