Nuevo día, Martes, día de escuela, lo que emocionaba a Celeste, era de esperarse, después de lo sucedido con William, preparó sus cosas y partió rumbo a la escuela.
Aquella mañana era linda, había sol, pero no molestaba, el viento soplaba levemente y los pájaros cantaban. Parecía una película. Al llegar a la escuela se dirigió a su aula, al estar en ella tomó asiento y espero a que iniciara la clase o alguno de sus amigos llegara.
Pasados algunos minutos sonó la campana que indicaba la entrada, las bancas vacía comenzaban a ser utilizadas mediante la gente entraba al aula. El profesor entró y comenzó la clase, pero había un problema, o dos, mejor dicho tres, Katherine no llegó al igual que William, la banca de Karla estaba vacía, lo que hizo que Celeste se preocupara pues sabía perfectamente quería algo con William.
Celeste prefirió no preocuparse por eso y comenzó a tomar apuntes, cuando el profesor empezó la explicación sobre el tema tocaron la puerta, el profesor, algo molesto, se dirigió a abrir. Detrás de ella se encontraban William y Karla tomados de la mano, Karla se veía feliz mientras a él parecía no importarle nada en absoluto. El profesor les permitió pasar, cada uno fue a su lugar correspondiente, Celeste al ver a William con Karla se sintió estúpida por pensar que se podría lograr algo entre ellos, se sintió estúpida por pensar que podría ser la primera opción de alguien y al verlo se derrumbo, perdió cada sueño, esperanza y rastro de felicidad, se sentía vacía, desprotegida, indefensa y patética. El día de película se convirtió en tragedia.
Celeste se sentía mareada por lo que pidió permiso al profesor para ir a la enfermería, al concederle el permiso ella salió del aula corriendo, mientras corría a enfermería pudo darse cuenta de como su vista se nublaba y sentir como lagrimas comenzaban a caer por sus mejillas, antes de llegar a enfermería entro al baño de mujeres, quería tranquilizarse, quería sentirse bien, pero le parecía imposible, la felicidad y tranquilidad le parecían tan extrañas y ajenas, desconocidas e inalcanzables.
Al tranquilizarse fue a la enfermería, no había nadie, así que se sentó en una camilla a esperar. Pasados 30 minutos una enfermera llegó a donde estaba Celeste, ella le explicó como se sentía con respecto a su salud y solo tomó unas cuantas pastillas para que se le pasara el mareo, la enfermera le recomendó quedarse ahí, al menos hasta que se sintiera mejor, después de eso la enfermera salió y Celeste se quedó en la fría y silenciosa habitación, se recostó sintiéndose solitaria, no solo porque fuera la única persona que estuviera allí, sino porque ella sabía que se nadie que no fuera Katherine se preocuparía por ella, pero Katherine no había asistido y eso hizo que su tristeza incrementara.
Estuvo mucho tiempo pensando en como hubiera sido si no se habría besado con William, si no se hubiera enamorado o si simplemente se hubiera alejado, y es que hubo muchas posibilidades para no sentirse así, de que todo fuera mejor, pero ya no podían hacerse realidad esos "hubiera", ya no podía evitar aquellos que en ese momento denominaba errores. Pensar tanto estaba comenzando a agotarla, sentía como empezaba a caer en el sueño, sus ojos poco a poco se cerraban, pero no llegó a dormirse, el ruido de la puerta abriéndose hizo que se le espantará el sueño. Se sentó esperando que fuera la enfermera, suponía que había pasado mucho tiempo y debía irse, se sentía mejor, de eso no había duda, escucho los pasos acercándose, vio como giraban la perilla y acto seguido, entró William a la habitación.
— ¿Pasa algo?—cuestionó Celeste sin interés alguno.
— Celi, quiero explicarlo.
— ¿Explicar qué?
— Lo de ésta mañana, bueno, yo y...
— ¡Ah! Si, ya se que me quieres explicar.—dijo interrumpiéndolo— No entiendo porque habrías de explicarlo, tú y yo solo somos compañeros, no tienes que explicarme tu relación, simplemente somo eso, compañeros, ¿no?
— Está bien— dijo decepcionado.
— Deberíamos ir a clase, al profesor no le agradará la demora.
— Si—dijo William algo distante.
Celeste se levantó y comenzó a caminar sin mirar atrás, sin importarle si William la seguía, aunque para ella eso sería lo mejor, ya que no quería que la viera en ese estado de animo, no quería que él supiera lo triste que estaba por no ser ella la que estuviera en el lugar de Karla, simplemente no quería sentir nada por nadie, ni que nadie la viera, se sentía vacía aunque un poco mejor.
Al llegar al salón de clases pudo confirmar que William si la seguía, sintió la mirada asesina de Karla al cruzar la puerta, ambos tomaron asiento, aunque Celeste no ponía atención a la clase, pero tampoco pensaba en Karla o William o su madre o Kathe o cualquier otra persona, no pensaba, solo estaba ahí, sin vida, sin nadie en quien creer, solo esperaba la hora en la que pudiera salir de aquel lugar llamado escuela para ir corriendo a casa de Katherine en busca de algo de consuelo, de alguien en quien creer y confiar, simplemente necesitaba compañía para sentirse mejor o eso es lo que creía.
Pasaron lo que parecían minutos eternos y logró salir del instituto sin ningún daño que no fuera físico.
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El Chico Misterioso
ФэнтезиCeleste es una chica de 16 años, vive con su madre, ya que su padre murió cuando tenia 6 años. Se muda a Nueva York por el trabajo de su madre. El primer día de Celeste en su nueva ciudad le parece algo extraño, ya que se topa con un chico que le p...