ABC; 30 Universos → KaiSoo/Top!Soo

o c h o • (g)

♠pseudo-pwp; romance;  relato omnisciente; 700w

Gemido (s)
↪Sonido o voz que expresa
sentimientos o sensaciones

No es error cuando sus manos modelan tu cuerpo, el error es que quieras detenerte, Jongin. Pero no sabes cómo controlar tus deseos. No sabes cuándo es necesario detenerse, siquiera tienes la facultad solemne y decisiva para decir que no cuándo él te propone algo sucio. ¿Cuándo dejarás ese espíritu de cobardía que te persigue aún en las sábanas tersas y blancas como la piel de tu amante? ¿Cuándo serás tú el del paso inicial? ¿Cuándo no serás tú el que pesaroso y atemorizado quiera acabar cuando el gozo bulle a plenitud?

Ay Jongin, desde las sombras te digo que estás cayendo cual hoja desde la punta de un acantilado, gozas de las mejores curvas que jamás verás en tu vida, esa piel que comparada a la leche se vuelve haz de luz. Te veo hundido en ese letargo que aquella voz te propicia, no me escuchas, no me miras, y así es mejor. Necesitas sentir su piel para saber que estás vivo, necesitas que te toque para que su fuego te abrace desde adentro hacia fuera, que explotes y que lo único que oigas aparte del golpeteo obsceno de sus glúteos contra tu pelvis sea el sonido claro y ronco de sus gemidos en la puerta de tu oído.

No puedes detenerlo, él te tiene tomado de las caderas y con insistencia sube y baja y tú no haces más que gemir porque cada vez es mejor, cada vez la dureza entre tus piernas se vuelve más exigente.

Y Kyungsoo puede cumplir cada una de tus burdas peticiones, aunque no las musites, porque Kyungsoo es tan sagaz que te lee en el silencio. Cuando gimes, Jongin, en ese solemne momento, dejas que Kyungsoo te lea cual libro abierto, cuando no puedes contener la gracia de sus caderas moviéndose sinuosamente sobre ti, cuando necesitas que se mueva más rápido a pesar que son sus paredes las que te están engullendo completamente, cuando comienza a cantarte al oído; es en ese preciso instante es cuando pierdes la razón, cuando te pierdes a ti mismo.

Por sus gemidos, los tuyos, porque son una sinfonía y Kyungsoo tiene la batuta; la mueve de aquí para allá y tú obedeces, porque eres suyo, en la cama, en el sillón, mientras pegan sus cuerpos desnudos a las ventanas, y cuando te ves encima de él en su viejo auto, eres suyo y la idea no te desagrada.

No finjas que no te gusta cuando te toca, te estimula. No finjas que te desagrada lo osado que puede ser tocándote en el cine bajo el cielo de tapiz negro y un sonido de una vida que no es la tuya. No trates de ocultar que no te tocas pensando en él cuando no está presente, recreas el sonido de sus jadeos, de sus gemidos y deslizas tu mano hacia la dureza que tiene mente propia y anhela Kyungsoo.

A veces él te llama por teléfono, y dices molestarte porque es tan soez y vulgar que no mide cómo te deja en lugares público, pero no te importa, Nini, porque cuando él gime en tu oreja mientras estás encerrado en el baño de un centro comercial, sabes que has encontrado el punto medio de tu vida.

Aunque Kyungsoo se parezca más a un espejismo y tú un forastero que vaga por el desierto en busca de agua, aunque Kyungsoo parezca tan perfecto que raya en lo irreal, aún pareciendo todo y nada al mismo tiempo, tú vuelves a morir en sus brazos porque el gemido que resuena y estremece tu pecho es más que suficiente para seguir aferrado a pesar de todo.

—¿Suave y lento o duro, feroz? —Te pregunta mientras golpea sensualmente sus labios rojos contra tu oreja; labios rojos por la sesión apoteósica de besos antes de que murieran en el piso del pasillo hacia tu habitación.

Y no puedes decidir sobre una o la otra porque ambas te gustan, si lo haces suave y lento obtienes gemidos más profundos, roncos, como coros lánguidos pero excitante, y si lo haces duro, sus gemidos pasan a ser cortos y secos pero definitivamente una seguidilla de «Ah, ah, ah» que te enloquece.

No sabes qué decidir, te gusta él en todas sus presentaciones, te fascina, lo amas, pueden hacer el amor de cualquier forma sin temor a quedarse sin momentos para seguir experimentando porque mañana regresaran y él te incitará como lo hace ahora. Y no tienes fuerzas para responder porque con su lengua te roba el oxígeno.

—Como sea —susurras con las fuerzas que logras recolectar en cada espacio cuando sus labios no están rozando los tuyos—. Como sea...

Y no es la forma que utilizas para hacerlo gemir, lo realmente valedero, es que gima.

¿Cierto, Kyungsoo?

—Ah..

🔥🌚🔥