El hermano de Bella Swan

Capítulo 5: El viernes

Al fin era viernes por la tarde. No tendré que pisar el instituto hasta llegar el lunes.
Y como Bella no tenía planes por ahora, llamé a Jake.

- ¿Sí? ¿Quién es?

- Esto...Hola Jake, soy Andrew, el hermano de Bella. ¿Tienes planes?

- No, ¿Es que te apetece dar una vuelta conmigo? – dijo riéndose.

- No, no es eso. Era por si podrías encargarte de que mi hermana tenga un buen fin de semana entretenido. ¿Puedes?

- Oh, si...Claro, no hay problema... – dijo algo menos alegre.

- Vale, gracias.

Le colgué el teléfono y esperé con ganas a que sonase el de Bella, el cual tardó 10 minutos. Poco después Bella pareció dar señales de vida y se acercó a mí.

- ¡Andrew! Me voy a pasar el fin de semana con Jake, pórtate bien. Ahora avisaré a papá de que me marcho.

- Vale, pásatelo bien. – dije con una pequeña sonrisa.

- Idiota... – dijo mientras me miraba con una cara que daba miedo.

Pues todo solucionado, o eso pensaba, ya que no tenía planes para el fin de semana. Me puse a buscar el número de Mel para ver si ella podía quedar. Tardé un rato en encontrarlo, pero, nada más tenerlo, le mandé un mensaje.

Le escribí diciendo que era yo y que si tenía planes para esta tarde. Ella, que no tardó demasiado en contestarme, me dijo que estaría ocupada hasta las 19:30, pero que si me parecía bien quedar a esa hora. Ante mi afirmativa a aquella pregunta, ella me dijo que nos veríamos a esa hora en la entrada al bosque que hay unos cuantos metros detrás de mí casa.

Me extrañó un poco que supiera lo de mi casa, pero a lo mejor se lo había contado Jake, pues ella también vivía en la Reserva. O eso me habían contado.

Ya que solo eran las 17:00, tenía dos horas y media para no hacer nada y vestirme. Me duché, me arreglé un poco, y empezó el turno del no hacer nada. Todavía quedaba bastante tiempo para que tuviera que salir.

Mientras se me ocurría que hacer, limpié la casa a fondo, pues a este paso nos iba a comer la suciedad. Eso o nos "declaraban la guerra" los bichos que allí vivían.

Tras terminar la exhaustiva limpieza, me tocó volver a cambiarme de ropa, pues me había machado un poco la camiseta y se me habían roto los pantalones tras una delicada caída por dos escalones mientras bajaba a limpiar.

Una vez me había vestido de nuevo, vi el reloj y, como no quedaba demasiado para la hora, decidí ir hacia el sitio acordado.

Cuando llegué, seguía sin saber qué hacer mientras esperaba. En uno de esos momentos de lucidez mental, se me ocurrió la fantástica idea de entrar al bosque, cosa de la que me arrepentiría bastante.

Me encontré a mi hermana hablando con un chico que no era Jake, sino el tal Edward Cullen, el cual era un chico bastante extraño. Espié un poco de cerca e intenté escuchar algo.

- Ya sé lo que eres. - decía mi hermana - Eres frio, blanco y chupas sangre...

- Di lo que soy...

­­- *Un tampón*

Tras esas palabras de mi hermana no pude evitar reírme, pero lo más seguro es que yo hubiera escuchado mal. Por eso mismo, decidí acercarme un poco más para poder escuchar con mayor claridad.

- Dilo de nuevo. – dijo él.

- Un vampiro.

Ah, vale, ahora me cuadraba más.

Espera un momento... ¡¿Acaba de decir que es un vampiro?!
¿Cómo que un vampiro?,¿No se suponía que no existían? Espero que esto sea una broma de mal gusto o algún tipo de juego de ROL muy realista.

En ese momento salí de donde me encontraba como pude, tratando de que no se dieran cuenta de mi presencia. Fui a donde debería estar Mel esperando, ya que habían pasado diez minutos de la hora acordada, pero no estaba.

Cogí mi móvil y le intenté escribir, pero no parecía querer funcionar. Estuve esperando allí, solo y a oscuras, hasta las 20. Momento en el que decidí que era hora de volver a casa.