Capítulo 8.- Confusión de un problemático corazón.
Pov.Takano
¿Qué más da?
Si yo voy ahí, me involucro con ese chico y después solo le quito su fortuna, ¿Por qué debería importarme?
Exacto, no debería importarme en lo absoluto.
Lo he hecho toda mi vida, ¿Por qué ahora debería parar?
Estoy a poco de obtener lo que siempre desee, por lo cual, ahora me parece ridículo cada pensamiento de culpa que transita por mi mente. Esto es estúpido.
Ha pasado un tiempo desde el primer momento en que intercambie palabra con el pequeño heredero. Un ambiente de comodidad me rodea al estar con él, es divertido hacerlo enojar, me gusta la manera en que defiende sus ideales con fuerza y determinación, me llama la atención como puede llegar a ser tan distraído, es agradable hablar con él. Desde que lo conocí mi vida gira alrededor suyo, la mayor parte del tiempo estoy con él o hablo por teléfono con él. Es aterrador. Me asusta un poco la idea de estar pegado al celular hablando con él por horas y que ni siquiera sea capaz de notar el pasar de las horas.
Si Onodera no fuera solo otro niño mimado, y yo no tuviera que enamorarlo para poder estafarlo, quizás en otra realidad, nosotros pudimos haber sido buenos amigos.
Está por terminar el día. Las horas pasaron y entre risas y pequeñas discusiones ni siquiera note que el sol ya se había ocultado. Desde que dieron las 11:15 de la mañana hasta que las 8:26 se situó hace unos segundos en el reloj de mi celular, me la he pasado con la compañía de Onodera. Es el día de mudanza, y aunque debimos de haber acabado hace horas, ya solo faltan unas pequeñas cosas más para que el nuevo departamento de Onodera esté listo.
Noté como el castaño que se encontraba en la otra esquina de la habitación caminaba hasta mí para tomar unas cajas de libros que se encontraban cerca. -Oye, no te lleves muchos a la vez, se te caerán.-Advertí viendo una mueca ante mi comentario, me ignoro y siguió cargándole más libros a sus brazos.-Vamos, déjame ayudarte.- dije al notar que no me escucharía.
-No, no hace falta.-Respondió pero tan pronto se puso de pie con las cajas en la mano su equilibrio falló, provocando que por instinto me apresurara para llegar a su rescate, lo cual fue una mala idea.
Todo paso demasiado rápido, Onodera se tropezó con el desastre que había en el piso, alcance a verlo y tan rápido como pude trate de evitar que cayera. Los libros volaron pero en cuestión de segundos la gravedad les hizo efecto, un ruido sordo se escucho y un golpe tras otro se sintió en mi espalda. Realmente, ¿En qué pensabas?
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Engañando al corazón;Sekaiichi Hatsukoi (Yaoi) #SA2017
FanficEstafar, engañar y timar. En negocios como este no hay lugar para el amor o algo mas allá de un placer pasajero, son estafadores del amor, nadie los tima ni los engañan o eso pasaba hasta que el "destino" les hace una pequeña broma. -El Imperio On...