O1.

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Mi primer amor.

Aquel que nació a partir de una confianzuda amistad. De abrazos acompañados de un 'Te quiero' que siempre tenía como respuesta 'Te quiero más', seguido de risas y amplias sonrisas. Ese momento en el que le acreditaba la opresión en mi estómago a mi almuerzo frío.

Esos momentos son los más puros que recuerdo, esos momentos en lo que no conocía mis sentimientos hacia ti, o tal vez simplemente no quería aceptarlos. Esos días en los que no eras más que el chico en el que más confianza dejaba.

Los días pasaron y parece que todos sabían de mi atracción hacia ti. Todos menos tú y yo; vivíamos en nuestra burbuja, la burbuja en el que cada roce accidental entre nuestras manos me causaba una alegría inmensa y yo seguía sin pensar mucho en ello.

El año dio terminó y con ello el año estudiantil también lo hizo. Las vacaciones fueron un momento algo íntimo para mí, no hablé contigo porque había perdido toda confianza luego de haber tomado valentía y confesarme, entonces fue nuestro primer beso, el primero de muchos y tal vez el que mejor recuerdo, porque creo que fue el único que me diste por tu propia cuenta.

Al comenzar el año, intenté recobrar la confianza, volver a ser los amigos de antes, volver a conversar de trivialidades durante el camino a casa y sobre todo, volver a abrazarte. Que pudieras seguir viéndome de la misma manera que antes, como la juguetona hermana menor que supongo era para ti.

Estábamos en pleno desarrollo, yo había vuelto mucho más juguetona que antes, mucho menos vergonzosa. Entonces fue fácil volver a ser amigos, volver a hablar de trivialidades incluso a través del móvil, tú podrías asegurar que ya no te veía con amor, pero era una tristeza asegurar que no.

Creamos nuestro propio juego, las preguntas, ¿Lo recuerdas? Estuvimos hasta la madrugada varios de los cálidos días de diciembre, yo supongo que todo fue gracias al calor agobiante y mi incapacidad de dormir con esas temperaturas.

Entonces, una amiga quiso ayudarme. Yo lo acepté sin más, nunca hacía falta una mano ¿o no?

Ya habían pasado las doce de la noche, ya era dos mil dieciséis por fin, me había puesto mi pijama de demasiada mala gana. Hace no mucho, me habías preguntado si aún me gustabas, yo no quise ser una mentirosa y lo admití sin más. Y aunque ese año definitivamente no aseguraba ser generoso conmigo, tome mi celular con cierta esperanza. Me habías enviado un mensaje y entonces olvidé por completo el pijama que ya estaba por terminar de poner. Te respondí que estaba terminando de poner mi pijama, entonces me pediste que te enviará una fotografía de el. Mis manos estaban temblando, ¿Qué tipo de propuesta era esa?

No rebatí mucho en hacerlo, y así mi enero se volvió tan hermoso como todos presumían. Que el verano era una época realmente bella y que yo aún no comprendía el sentido de eso.

Cuando te confesaste a las cuatro de la madrugada durante uno de esos días, no pude evitar sonreír ampliamente, era tan bueno saber ello y me ayudaría a empezar bien el año escolar.

Dejamos de hablar tan seguido porque ya no me buscabas tanto como antes, el día que volvimos a hablar lloré de celos. Y esa era una sensación nueva, una opresión en el pecho, no era placentera y amigable como solía ser la del estómago. Esta era desagradable y me causaba un sentimiento de ahogamiento, lloré bajo la cama y entonces mi amiga te regaño, te mostraste arrepentido. Mencionaste que yo no merecía a alguien como tú, dije que te quería a ti y tú dijiste que me querías a mi. Creo que entonces todo se arreglo.

Aún así dejamos de hablar nuevamente y así hasta el primer día de clases.

Te veías horriblemente radiante, tu cabello realmente estaba en ese punto, te veías simplemente lindo a mi vista.

Pero llego mi amiga, que volvió a hablar contigo para ayudarme. Todo parecía normal hasta que la cercanía fue extrema, ella te coqueteaba y tú lo hacías de vuelta. Entonces me atreví a recordar el verano, a recordar el "Yo te quiero a ti." Y mi cabeza se lleno de dudas, ¿Por qué si me quieres a mi, eres así con ella? ¿Por qué si me quieres a mi me evitas en clase?

Entonces comencé a percatarme de todo.

De que tu gusto por mí ya se había acabado. Que ese gusto estaba siendo llevado hacía ella ahora.

Me di cuenta de que nuestro juego, ahora era de ustedes. Todos sabían lo que pasaba entre ustedes, menos yo, o tal vez lo sabía y me negaba a creerlo.

Tal vez quiero seguir viviendo en esos tiempos donde solo era nuestro juego y de nadie más. Tal vez quiero seguir viviendo en esos tiempos donde me querías a mí y no a ella.

Pero se que no volverá y lo confirme hoy, cuando preferiste creer en su palabra que en la mía. Cuando la elogiaste frente mío, cuando ella te respondió de la misma manera, cuando ella me mostró aquella canción con la que se sentía identificada. Lo único de lo que estoy segura es que; aquello que nació como una confianzuda amistad, terminaba en simples compañeros, simples compañeros con historias detrás de todo.

Simples compañeros que fingían que el agobiantemente caluroso verano del dos mil dieciséis solo había sido eso, un caluroso verano.

-usagi.

Summertime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora