—¡Basta, deja de acariciar mis pétalos!
—Oh, vamos, Flowey, sabes no lo haré —reí alegre.
—¡Déjame en paz maldita humana! —usó esa típica voz de ultratumba que hace cuando está furioso.— ¡¿no sabes que podría matarte justo en este instante?!
—No lo harás.
—Dame una razón, solo una estúpida y asquerosa razón del porque no hacerlo.
—Simple, sabes que te quiero mucho, y tu también lo haces.
—¡Cierra la boca, niña tarada! ¿Qué no recuerdas? —me miró con cara de pocos amigos.— Lo único que siento y podré sentir es odio, y lo único que podría sacarme una sonrisa será cuando todo este mundo arda en llamas, sobre todo que tu inmunda y horrible alma sea destruida en mil pedazos —hice una mueca, eso me había dolido.
—Tranquilo —moví las manos lastimosamente.— De todas formas... Se que no es cierto, es obvio que no te agrado, pero tú si lo haces. Me agradas Flowey.
—Mocosa. —sin más se esfumó de mi lado.
Suspiré frustrada mientas me incorporaba y sacudía la nieve de mi ropa. «Tsundereplane queda pequeño junto a esa flor». En cierto modo lo comprendía, supongo que es difícil convivir con alguien sin tener alma, o sentir siquiera algo... Que no sea una constante sed de sangre. Salí de la ruinas acomodando la sudadera que Sans me obsequió hace unos años atrás. Emprendí marcha a Snowdin, a Grillby's más concreto, solía quedar hay con el saco de huesos y escuchar sus malos chistes que, por alguna razón, me hacían reír. Sentí una presencia a mis espaldas, casi como si me vigilaran y perforarán mi cuerpo con la mirada. Me volteé pero nada, no había nadie. «Ah, sera simplemente mi remordimiento por hacer enfadar a Flowey».
—Hey, ¿qué tal, niña?
—Oh, ¡hola Sans! —abracé al esqueleto.— Justo ahora me dirigía a Grillby's para compartir un par de chistes contigo.
Me dedicó una amplia sonrisa y me aferré a su sudadera para tomar uno de sus típicos atajos, en cuestión de segundo estuvimos a las fueras del bar. Solo al entrar se podía sentir el cálido y amable ambiente del local, recibimos saludos amables por parte de los monstruos que disfrutaban de la música de la vieja rockola. Nos sentamos en la barra, con algo de dificultas logré subir, digamos que las sillas del bar no son precisamente hechas para monstruos de mi estatura. El esqueleto llamó al dueño del lugar, un ser hecho completamente de fuego vertido de forma elegante que estaba secando una copa de vidrio. Volví a sentir esa extraña sensación de estar siendo vigilada que una forma psicópata y posesiva.
—¡Eh, Grillby! una orden de papas fritas y dos botellas de kétchup -el nombrado asintió y desapareció en busca del pedido.— Y, ¿que me cuentas niña? Te veo muy distraída.
—Solo pensaba en Grillby, ¡Vaya que es un hombre brillante y ardiente! —reí, al igual que el esqueleto, por el mal juego de palabras. Se detuvo y me miró serio, «Ah... me conoces demasiado bien, saco de huesos flojos»— Bueno, la verdad, estoy así por Flowey, me preocupa... —Sans frunció el ceño, no le simpatiza mucho que digamos después de lo de intentar asesinarme.
—Bah, no te molestes con algo como eso, es solo un estúpido capullo.
—Yo que tú no hablaría, Sr. Buenoparanada. —la flor de la que hablábamos apareció de la nada en la barra del local, justo a mi lado- Si que eres un verdadero estúpido, lo sabías ¿no?
—Vamos, no hagas una escena, florecilla —le habló amenazante— Vete, no tienes nada que hacer aquí.
—Vine a por (T/N), quiero que se disculpe y luego me iré.
—¿Eh?, disculparse... ¿qué es lo que hizo exactamente? —preguntó el esqueleto con suma curiosidad, le dedique una mirada incómoda.
—No me deja en paz, siempre me visita en las ruinas, y me habla como si fuéramos muy amigos.
—Cosa que te encantaría, ¿verdad? —Flowey lo miró raro, ¿está sudando? Sans tomo una botella de kétchup apenas la orden fue puesta en la barra.— Admítelo, te agrada la niña, incluso me atrevería a decir que-te-gusta.
—¡Que idiotez más grande!
—Me recuerdas a un tipo de personaje de los animes de Alphys. ¡Ah sí!, a un tsundere, se hacen los rudos y malos pero terminan siendo una monada a la hora de enamorarse —bebió otro sorbo.— Y por lo que se, ya no nos has dado problemas desde... Déjame pensar, ¿desde que (T/N) comenzó a visitarte? —sonó más a afirmación que duda, lleve una mano a mi nuca en un gesto nervioso.— Claro, sin mencionar de que la estuviste siguiendo desde que salió de las ruinas. De hecho, siempre lo haces, cada día.
Los pétalos de Flowey estaban temblando y su rostro era adornado con un gran sonrojo, un poco más y terminaría siendo un tomate en vez de una adonis dorada. El esqueleto soltó una carcajada, me miró y luego a la flor a mi lado, ensanchó su sonrisa mientras abría sus cuencas como si se le ocurriera la mejor idea del mundo.
—Hey, niña, veo que el capullo no se encuentra nada bien, deberías llevarlo de regreso a las ruinas antes de que empeore. —asentí nerviosa.
En un movimiento rápido e inesperado, la adonis se enroscó a lo largo de mi brazo desviando la mirada. Mire al esqueleto, este me hizo una mueca y me despidió con la mano dándome a entender que no me preocupara de pagar la orden, supongo que lo pondrá en su cuenta, la cual ya era famosa y legendaria en Grillby's. Salí del local siendo abofeteada por el cambio de temperatura, la flor se acercó a mi rostro y se escondió entre mi cabello, suspiré por el cosquilleo provocado por su acción y acomodé la capucha. Mientras caminaba podía oír la respiración irregular de Flowey, dude en hacer tema de conversación, pero no quedaba nada más.
—Y dime, ¿es cierto eso de que me... sigues?
—Tsk.
—Hey, ¿te agrado?
—Que tonta eres en preguntar eso.
—Ouch... Pues bien, —me encogí de hombros algo nerviosa por lo próximo que saldría de mi boca.— entonces, ¿te gusto, Flowey?
—B-bah...
—Ooow, que pena, pues creo que tú a mí sí.
—E-espera, ¡¿Que?! —asomó su cabeza por fuera de la capucha, estaba sonrojado, «Que tierno»— ¡¿Q-qué fue lo que dijiste?!
—No, nada. —le guiñé un ojo.— Hey, así que odias a todos ¿no?
—Si, lo hago —suspiró intentando no desviar la mirada de mis ojos.— Pero, ¿sabes? A ti no te odio... tanto.
—Wow, eso es un "me gustas, senpai." ¿pero en tu lenguaje? —agité las cejas de forma pervertida, disimulando el sonrojo que aumentaba en mi rostro.
—¡C-cierra la boca y vámonos, humana!
—También te quiero, mi querido acosador.
— ❀ —
Yay, he aquí un one-shot de nuestro tsundere y stalker favorito. ¡Gracias por gastar su tiempo en este escrito!
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Dear stalker || FloweyxReader || One-shot
FanficFlowey x reader. Los personajes aquí nombrados pertenecen a Toby Fox. Edit: Probablemente debería editar esto, me da mucha vergüenza la pobre narrativa que tenía. Perdón si ya leíste esta abominación.