El timbre sonó múltiples veces despertando a Haneul. El reloj indicaba las 12 de la noche. Sus padres habían ido a una fiesta y todavía no llegaban.
-¿Quién es?- preguntó antes de abrir la puerta.
-Soy yo- dijo una voz del otro lado.
Haneul reconoció su voz e inmediatamente abrió la puerta.
Bobby se encontraba afuera recargado en el marco de la puerta. Se veía cansado y respiraba con dificultad. Haneul lo miró detenidamente y vio sangre en la comisura de su labio y en su frente, además de un ojo morado.
-Hola- sonrió Bobby mientras entraba a su casa.
-¿Qué te pasó?- dijo ella exaltada cerrando la puerta -¿Te volviste a pelear con esos chicos?
-"Hola Bobby, que gusto verte"- dijo él haciendo una mala imitación de su voz -¿No estás feliz de verme?
-Son las 12 de la noche y llegas a mi casa sangrando ¿Crees que eso me pone feliz?
Bobby se dirigió a la sala, se quitó la camisa y se recostó en el sofá esperando por Haneul, mientras ella iba por el botiquín de primeros auxilios y algo de hielo.
No era la primera vez que Bobby llegaba en esas condiciones a su casa. El chico era un buscaproblemas, tanto en la escuela como fuera de ella.
Haneul lo conocía desde que ambos tenían 14 años, cuando el primer día de clases un grupo de chicos se encontraban molestando a Haneul y llegó Bobby a defenderla, claro, los golpes no faltaron, ese chico atraía los problemas.
-Muévete- dijo Haneul golpeando ligeramente las piernas de Bobby.
La chica se sentó junto a él y le entregó el pedazo de hielo envuelto en una pequeña toalla. Bobby inmediatamente lo puso sobre su ojo soltando un suspiro. Haneul mojó un pedazo de algodón con alcohol. Puso este sobre la herida en la frente de Bobby sin cuidado alguno. Este soltó un pequeño quejido.
-Oye, ten más cuidado- dijo él juntando las cejas.
-No creo que seas el más indicado para hablar sobre tener cuidado- respondió ella frotando el algodón sobre su frente.
Limpió la herida sobre su frente y después sopló sobre está.
-Me duele mucho la frente- se quejó Bobby como un niño pequeño.
Haneul rodó los ojos. Se acercó a su frente y depositó un beso en ella, sabiendo que eso era lo que Bobby quería al decir algo como "me duele".
Limpió también la herida en la comisura de su labio, mientras Bobby soltaba pequeños quejidos.
-¿Podrías dejar de quejarte?- la chica dijo algo irritada.
-¿Podrías hacerlo con más cuidado?- se defendió él.
Ella terminó de limpiar la herida de su labio.
-Da la vuelta, revisaré tu espalda.
Bobby obedeció y se volteó, dejando a Haneul ver su espalda. Había demasiados moretones y raspaduras.
Haneul soltó un suspiro mientas tomaba más alcohol para limpiar su espalda.
-No puedo creer que te hayan hecho esto.
-¿Estás enojada?- preguntó Bobby.
-No- respondió ella con dureza.
- Haneul...
-¿Sabes qué, Bobby?- interrumpió Haneul dejando de limpiar -Estoy cansada de que llegues a mi casa todo golpeado y lastimado, esperando a que yo te cure. ¿Acaso piensas vivir peleando todo el tiempo?