-No se suponía que esto fuera así-
Abro un ojo y destapo mi cabeza de debajo de las sabanas. Charlie esta de pie en frente de mi cama, con los brazos cruzados, una bolsa de dulces de peces de goma en una mano y una taza de Starbucks en la otra. Parpadeo y echo un vistazo al reloj en mi mesita de noche: 6:35.
-Dios, estamos en la mitad de la noche.-
Charlie deja escapar un suspiro dramático.
-Por favor, llego diez minutos antes.-
Me froto los ojos y me siento. Empieza a haber luz afuera, pero no es muy sorprendente, pues es agosto en el Sur de California. También hace calor, y la parte superior de mi top militar esta empapada. No entiendo por que, después de todos estos años, mis padres todavía no han puesto el aire acondicionado.
Charlie me entrega la taza de Starbucks, dejándose caer a mi lado y metiéndose un caramelo en la boca mientras sigue parloteando. Charlie nunca bebe café, ya que piensa que frena el crecimiento, pero aun así me coge uno a mi por las mañanas. Un capuchino grande de vainilla con un sobre de azúcar.
-¿Estas escuchándome?- pregunta ella, irritada.
-¿Estas de broma Charlotte? Estoy durmiendo-
-Ya no.- dice Charlie tirando de mis sabanas. -Es el primer día de clases y no dejare que te arrastre hacia abajo. Es hora de levantarse y brillar Sra. Celaya.
Le frunzo el ceño, y ella sonríe. Charlie es hermosa. No como cualquier chica rubia de la escuela secundaria, sino de aspecto increíble. Tiene el pelo rojo fresa, rizado, unos ojos verdes claros y una imposible piel blanca traslucida. A veces es tan impresiónate, que es chocante incluso para mi. Y yo soy su mejor amiga.
Nos conocimos en el patio en el primer grado. John Sussmann me había quitado mi sándwich de mantequilla de maní y jalea, para tirarlo en la arena. Charlie lo derribo, quitándoselo, e incluso se comió la mitad solo para demostrarle que no había ganado. Ahí lo tienes, eso es amistad verdadera
-Hay algo que tienes que saber.- dijo mientras columpio mis piernas fuera de mi cama y me dirijo al baño.- Ben y Olivia empezaron a salir, me lo dijo Ben.
-Ya era hora.- Meto el cepillo de dientes en mi boca y me pongo un poco de desodorante. Puedo decir que por el parloteo impaciente de Charlie no tengo tiempo para ducharme.
-Eso es como, un gran problema. El es mi hermano.- En realidad, Ben es el gemelo de Charlie, pero no son nada parecidos. El es alto, rubio y delgado, le gusta el Ingles, una asignatura que Charlie cree que es frívola. Ella es un amante de la Historia: "¿Por que leer sobre cosas que no sucedieron, cuando se puede leer de cosas que sucedieron? La vida real es mucho mas interesante, de cualquier modo."
Olivia es nuestra otra mejor amiga. Ella ha estado con nosotras desde octavo grado, cuando se traslado a San Bellardo.
-Mira- digo escupiendo - se han estado coqueteando desde hace décadas. tenia que suceder.
-Se porque estas tranquila con esto- dice Charlie.
-¿Porque aun sigo inconsciente?-
-No, porque Justin regreso anoche y lo veras hoy.- Charlie se mete otro pez en la boca, triunfante.
Han pasado ocho semanas, lo cual creo que es mucho tiempo, aunque me niegue a verlo así. En el esquema general de las cosas, son, ¿dos meses? Al igual que una milésima de segundo. Bueno, es el tiempo mas largo que hemos estado separados, y si, le he echado mucho de menos, pero he conocido a Justin toda mi vida. No es realmente una gran cosa volver a verlo. Ha sido un verano muy ocupado, y no es como si Justin Bieber fuera mi novio o algo, dios, incluso el pensamiento de su nombre rondando en mi mente me da nauseas. No lo entiendo. No debería. Somos amigos. No es mas que el vecino de al lado.