Capítulo 36

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Omaha, Nebraska
Camille

Jack me ofrece una taza de chocolate caliente y la acepto mientras me acomodo mejor en el sillón. Él se sienta en frente mio y me observa como si quisiera saber lo que pasa por mi mente.

-¿Cómo te sientes? -Pregunta, yo tomo un pequeño sorbo del chocolate aunque sepa que lo voy a vomitar.
-¿Cómo crees que me siento? La persona a la que amo ha matado a toda mi familia y a consecuencia de eso él esta en prisión.
-Camille, han pasado dos meses. Creo que ya es hora de que lo vayas a ver.
-No quiero.
-¿Y por qué no quieres?
-Me da miedo. Además no estoy en condiciones como para ir. -Toco suavemente mi vientre. -Nunca quisiste hablar de lo que paso allí, creo que necesitas contarme.
-¿Qué quieres que diga? ¿Que cuando me desperté estaba en una camilla de hospital, con una enfermera que no le entendía nada y una pierna que pesaba horrores por un yeso y donde trataron de decirme que me calmara por mi estado y enterarme de que Sammy está preso aquí?

Jack suspira.
Sé que no se merece este trato pero no puedo evitarlo. Él y Kate siempre hacen las mismas preguntas y eso me enfurece.

Jack es un buen amigo, me ofreció su hogar para vivir temporalmente después de volver de Francia.

Francia, ese lugar donde yo pensaba que era el paraíso, pero nunca lo fue.

Cuando estoy por tomar un sorbo de chocolate siento un conocido revoltijo de estómago. Dejo la taza en su lugar y vienen las arcadas. Voy corriendo al baño y me arrodillo frente al inodoro, levanto la tapa y expulso la poca comida ingerida en el día.
Unas manos toman mi pelo pero es inútil ya que tenia algunos de estos pegados a mi boca. Cuando creo que termino rompí en llanto. Jack me dio vuelta y me abrazó lo mas fuerte que pudo. No le importó que este toda manchada de vómito aunque creo que ya se acostumbro de ello.

-No puedo seguir con esto, no puedo sola.
Mi llanto no paraba.
-Claro que puedes. -Dice Jack
Siento una mano en mi espalda y se que es Kate, ella tiene llaves de la casa por las dudas.
-Además no estas sola, estás con nosotros dos.
-No puedo sin él.

Siempre, sin ninguna interrupción, tengo que pensar en él. Es inevitable.

-Claro que puedes.
-Hay muchas madres solteras.
-Quiero irme de aquí.
-¿Cómo? - Preguntan al mismo tiempo. Me separo del pecho de Jack y seco mis lágrimas y limpio mi boca.
-Un nuevo comienzo, no soporto estar aquí donde todo comenzó.
-¿Y donde tienes pensado ir?
-Nueva York



Killer  |Sam Wilkinson AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora