Alma gemela

Prólogo

La cabeza le daba vueltas, sentía como el frío recorría cada parte de su ser a través de su sangre y un peso opresor en el pecho que le dificultaba respirar. Esto no era vida. De golpe abrió los ojos. Todo lo que podía ver a su alrededor era un blanco impecable a excepción de una cama alado de la suya. En esta había un chico tendido con melena negra. No tenía ninguna expresión en su rostro demacrado y pálido. Hasta uno podría pensar que era un cadáver fresco. En lo que podría llamarse cabecera había un letrero que decía SUJETO 24-IA. Observó su cabecera que en esta había el mismo letrero que decía SUJETO 22-LC. Sus pesados párpados se cerraron de golpe tras unos segundos. Lo que pareció un pequeño instante se transformó en horas. Sentía como colocaban sueros en sus brazos y cables en su cabeza. Era como si hubiera quedado atrapada en un montón de en un sueño donde podía sentir y escuchar. No podía pensar con claridad, intentó recordar pero parecía como si una espesa niebla se hubiera posado en su mente, especialmente en sus recuerdos. ¿En qué clase de lugar estaba? Tantas preguntas le comenzaron a surgir hasta que empezó a oír unas voces. Trató de distinguir lo que decían.
-78% completado. -Dijo una voz femenina computarizada.
-Ya casi lo logramos Doctor Rodríguez, solo faltan algunos detalles. -Comentó entusiasta una voz joven
-Lo se, es cuestión de minutos. Nuestro superior estará orgulloso. El mundo entera sabrá quién somos, seremos respetados. Edificarán momentos en nuestro honor. Estamos cada vez más cerca de conseguir la clave de la inmortalidad.
-90% completado. -Se oyó la misma voz computarizada.
Sintió como si cuerpo se elevará pero sin moverse un centímetro. Un hormiguero le recorría cada rincón de su cuerpo. De un instante a otro veía destellos blancos por todos lados, no podía más que el sonido de la muerte. Nada.