Mi novia es Stripper.

Capítulo 2: Aquella nota

Billy seguía impresionado por la belleza de aquella chica.
Y además, para su asombro,  esta le había dejado una nota en uno de sus bolsillos.
La abrió rápidamente con dedos temblorosos.
La pequeña targetita rectangular contenía un número de teléfono; ¿Podía ser posible?
<<Una chica me ha dejado una nota con su número de teléfono>> Pensó.

Tenía dos opciones, llamar a Lourdes o hacer como que nada había pasado. Probablemente terminaría decantándose por la segunda, Billy nunca había tratado con chicas, no sabía como comportarse. 

<<¿Debo regalarle flores, como en las películas o quedaré como un idiota?>> Se dijo.
Tendría tiempo para pensarlo.

Estaba tumbado sobre una cama que no era la suya, con la ropa de la noche anterior puesta, ¿Qué le había pasado? ¿Por qué olía a alcohol? y lo más importante, ¿Dónde estaba?

—Tranquilo, que no estás perdido—dijo una voz burlona—. Nosotros cuidaremos de ti Billy—Esa voz... no podía ser otra que la de Brandon, Brandon Mclain.

Billy empezó a ver claro, su primera resaca no le estaba haciendo ningún favor. Se levantó de un salto de la cama en la que estaba. A su alrededor Brandon y sus amigos le observaban. <<¿Qué hago aquí  con estos y dónde estoy?>> 

—Tío, te desmayaste como un gilipollas anoche. ¿Nunca habías bebido no? —Todos comenzaron a reír después de la pregunta que Brandon había hecho, pues sabían perfectamente la respuesta. No. 

—Yo solo...Q-quiero saber donde estoy...—Dijo Billy con voz temblorosa.

—Queríamos jugar un ratito Billy, ¿vas a hacer lo que te digamos?— Soltó a risotadas una voz desconocida para él. —Ahora eres nuestra marioneta—añadió y descubrió la procedencia de su voz, un chico  de pelo rubio y ojos oscuros que también desconocía.

—Por favor, d-dejarme en paz...S-solo quiero irme a casa...Yo no he hecho nada.—Dijo Billy asustado, levantándose de la cama lentamente.

—Vamos tíos, ¿queréis dejarle de una puta vez? Meteros con otro pavo por ahí.—Dijo una chica rubia, que apareció por una de las puertas que había en la habitación. Billy la reconoció al instante. Lourdes. 

  —Joder Lou, no seas aguafiestas. Lo tenemos medio borracho podemos conseguir lo que queramos de el.—Dijo el chico rubio.

—Vamos, no seáis idiotas, dejar al pobre chaval irse—al ver que nadie hacía nada continuó hablando—si no queréis que os meta una hostia a cada uno.

Lourdes ayudó a Billy a levantarse de la cama y lo condujo, cogida de su brazo, hasta el otro extremo de la habitación. Caminaron hasta salir de aquella casa que Billy desconocía.

—No le hagas  caso a estos imbéciles. Y por favor, tampoco le hables a nadie de la existencia de esta casa. Llamaré a un taxi para que te recoja. Y ya de paso, acuérdate de llamarme guapetón.—le guiñó un ojo nada más finalizar la frase. 

Billy estaba demasiado mareado para comprender todo lo que estaba pasando. Cegado por Lourdes, una de las strippers más preciadas del Sweet Pleasure . 

No pudo evitar quedarse mirándola sin decir nada. 

Poco después apareció un taxi, en la acera de enfrente, tal y como Lourdes le había prometido. La chica se despidió lanzándole un beso, y al instante desapareció de aquel lugar.

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¡¡¡HOLA WATTPADIPEÑOS!!!

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¡¡¡Chaiiiiiiii!!!

(Nuevo capítulo cuando nos sintamos motivadas)