¿Me Enseñarias Amar De Verdad?

Viviendo en el mismo lugar.

En aquel momento desperté asustada, era un sueño por lo visto asi que sali al bosque, corriendo,llevaba conmigo una linterna, aun el sol estaba pero si regresaba de noche. Al menos yo si salgo, voy preparada y no estoy como mi torpe hermano sin llevar linterna en la noche, se cree murcielago o que. Hasta que cai por un sendero, y llegué a ver algo.

Vaya, un dorito con un sólo ojo en el bosque. Debio de hacer esta estatua Soos, el es el único que esta obsesionado con los doritos, pobre de el. Y pobre de mi ojalá sólo alguien por primera vez me entendiera, como me siento.

En ese momento empecé a llorar y abrace la estatua del dorito.

-Ojalá tú estuvieras vivo.

Mis lagrimas caian por la estatua, hasta que una luz salió de ella y me hizo apartarme.

-¡Al, fin!¡Al, fin soy...!¡Wow! Que bellezas hay en la tierra ahora y no cualquier belleza una estrella fugaz.
Eres tan...Tan...Ugh...Hermosa que me dejaras ciego con tu esplendor.

Lo dijo mientras se colocaba unos lentes negros de sol en su único ojo.

-¿Bill?
-El mismo niña, cuanto tiempo sin verte estas realmente cambiada, me enloqueces.
-Bueno yo...Yo no se que pensar de ti, eres igual.
-Es sólo que aun no me has visto de forma humana o serias mia en este instante nena. jajaja.
-¿Y como podria comprobarlo?

Bill saco de su bolsillo un estuche, y de el un bastón, lanzando el estuche  lejos.
Dio un giro y se transformó.
Sus manos empezaron a crecerle, sus piernas igual, su cabello rubio se le notaba, y su sonrisa con dientes filosos era perfecta, dos ojos tenía ahora.

-Wow, extrañaba mi forma humana, cuanto tiempo sin tenerla.
¿Qué te sucede estrella, te deje tan impactada para que te ocultes?
Mirame.
-No.
-Que me mires.
-No, gracias.
-¿Porqué no?
-¡Bill! ¡Ponte algo de ropa, estas desnudó!
-Que tengo rasguños...-Mira sus brazos.- Desaparecen en unos minutos.
-No, que estas desnudo.
-Que estoy peludo. ¡Hey! Para tu información soy lampiño, sin ningún pelo ni bello en mi piel.
Tú tambien eres peluda y nadie te lo dice.-Mabel no soportó y grito de irá.-
-¡Qué, estas desnudo sordo!
-¡Qué! .-Bajó su mirada y vio su parte de abajo sin nada puesto.-
-¡Hey! ¿Y tu que me miras? Fijate en otra parte.

-Mabel se colocó su mano en la frente, y giró para evitar ver a Bill.-

-Listo, puedes mirar ahora.
-Wow, bueno no se que decir.
-¿Pues solo dilo?
-Eres igual de feo sin ropa, que con ropa.
-Agh, eres una... Belleza, pero al menos no caeré tan bajo a tu nivel, para que me gusten chicas como tú.
Al menos ahora, me lloveran o caeran del cielo.
-Jajaja por favor, quien se fijaria en tipos como tu.
-No lo sé.

-En ese instante Bill chasqueo sus dedos y alguien empezo a gritar callendo en sus brazos.-

-Por ejemplo esta hermosa mujer.-Tenia cubierto su rostro por su cabello, pero ella misma se lo levantó y al momento de mirar Bill, la desapareció.- Santos puntiagudos, este es el demonio.
-Bill, tu eres el demonio.
-Entonces, este es un hombre en el cuerpo de una mujer. Se alejo corriendo.
-Jajaja...Si que eres irresistible, y por irresistible te refieres a chicas que caeran a tus pies son como Linda Susan, claro que te lo creo.
-Jaja .-Sarcasmo en su risa.- Muy graciosa. Burlate lo que quieras, después te quedaras mirando a una guapura como yo, con millones de chicas a mi alrededor.
-Asi, deseo verlo.

La chica castaña empezó a caminar hacia la cabaña, mientras que el demonio se habia quedado solo.

-¿Am...Mabel?
-No, te escuchó.
-¿Ahora quien es la sorda?

Molesta la castaña, se detuvo para esperar al rubio y hablar con el detenidamente.

-Agh...¿Qué quieres ahora Bill?
-.Sonríe, mientras se cruza de brazos.- No tengo hogar, ¿En dónde piensas que vivire?

continuara...